Pasar al contenido principal

ES / EN

Programa de gobierno de Lula impulsa mercado inmobiliario de Brasil
Sábado, Julio 3, 2010 - 17:08

Lanzado el año pasado por el presidente Lula, el programa "Minha Casa, Minha Vida" está tomando forma concreta con la construcción de departamentos financiados en parte por subsidios para familias de bajos ingresos.

Recife. Cuando María Jussara Oliveira fue al banco para solicitar su primerahipoteca el año pasado, pensó que le esperarían semanas o meses detediosa y obstructiva burocracia brasileña.

Media hora más tarde, salió dela reunión en la ciudad de Recife con una carta de crédito que lepermitió ser la primera en su familia en ser propietaria de una casa.

Esta maestra de escuela de 35años también estuvo entre las primeras brasileñas en beneficiarse conel programa del Gobierno para atender el enorme déficit de vivienda enla mayor economía de América Latina, con la construcción de 3 millonesde casas básicas en los próximos años.

"Escuchamos sobre este programapero no pensamos que tendríamos muchas posibilidades de lograrlo porqueestas cosas usualmente son tan difíciles. Sorprendentemente, lologramos", dijo, mientras estaba en la sala de estar de su nuevodepartamento en un suburbio de Recife.

Lanzado el año pasado por elpresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el programa "Minha Casa, MinhaVida" (Mi casa, mi vida) está tomando forma concreta con laconstrucción de departamentos financiados en parte por subsidios parafamilias de bajos ingresos por todo el vasto país sudamericano.

En los pobres estados delnoreste como Pernambuco, cuya capital costera es Recife, el auge de laconstrucción refleja cómo una clase media emergente está impulsando aBrasil - antes un país con bajo rendimiento crónico que luchaba paraestar a la altura de su potencial- al estatus de nación desarrollada.

El intento de extender estanueva prosperidad a millones más es el centro de un gran tema decampaña en la carrera presidencial de este año, en el cual el programade vivienda podría ser un gran generador de votos entre la clase mediabaja para la candidata de Lula, Dilma Rousseff.

Para abril se habían completadopoco menos de 410.000 contratos para comprar departamentos bajo elprograma y el objetivo es llegar al millón para fin de año, según elestatal banco Caixa Economica Federal, el mayor prestamista hipotecariode Brasil. La entidad espera que para fin de año hayan sido construidos140.000 departamentos.

Se estima que el costo de laprimera fase del programa para construir 1 millón de unidades parafamilias con un ingreso mensual de hasta 10 salarios básicos (unosUS$2.700) es de 34.000 millones de reales (US$19.200 millones). Una segunda fase, con el objetivo de construir otras 2millones de casas, fue anunciado en marzo con un costo de 80.000millones de reales (US$45.200 millones).

En el caso de Oliveira, elbanco gastó 17.000 reales (US$9.600) para subsidiar sudepartamento de dos ambientes, por un valor de 86.000 reales (US$48.590). Su cuota mensual está por debajo de lo que solía pagar dealquiler.

Sector privado. Al igual que muchas otrasgrandes ciudades de Brasil, el número cada vez más grande de edificiosde departamentos en Recife no supera a las favelas, la prueba de undéficit en la vivienda que se estima afecta a 7 millones en un país deunos 190 millones de habitantes.

De cara a las eleccionespresidenciales de octubre, es probable que el programa sea de granayuda para Rousseff, quien está estrechamente ligada al plan y ya seestá beneficiando con el enorme crecimiento económico de Brasil. Unafuncionaria civil de carrera que se desempeñó como la jefa de gabinetede Lula, Rousseff es la cara pública del programa de vivienda.

Las constructoras e inversoresen bienes raíces, locales y extranjeros, también se están frotando lasmanos ante la enorme inyección de gasto público en el mercadoinmobiliario.

Mientras Caixa Economica proveesubsidios de hasta el 100%, dependiendo del ingreso familiar,la construcción de los departamentos se lleva a cabo por firmasprivadas como Cyrela Brazil Realty, Gafisa y Rossi Residencial.

"Minha Casa, Minha Vidaproporcionando enormes cantidades de viviendas accesibles al segmentode bajos ingresos que previamente en Brasil no podían acceder a comprarcasas", dijo Rupert Hayward, director de Salamanca Capital con sede enLondres, que compró 50% de una firma inmobiliariabrasileña en el punto máximo de la crisis a fines del 2008.

Ecocil, socio brasileño deSalamanca, planea construir 25.000 unidades en los próximos cinco añosen el noreste, que representa cerca de un tercio del déficit devivienda de Brasil.

Eso debería traducirse en unos1.500 millones de reales en ventas y Salamanca espera un beneficio dehasta 25% sobre su inversión.

¿Generador de votos? En Pernambuco, donde Lula nacióen la pobreza en 1945, Caixa Economica espera que para fin del 2011 sehayan construido 44.000 casas, el equivalente al déficit de viviendadel estado. La entidad concedió unos US$250 millones enfinanciación hipotecaria en los primeros cuatro meses del 2010, 157% más que hace un año.

"La estabilidad económica hasido un gran generador de créditos para la vivienda", dijo PedroSantiago, superintendente para el estado de Caixa Economica, agregandoque la baja inflación y la caída de las tasas de interés habían sidotan importantes como los subsidios gubernamentales.

"Hay más ofertas y la mayoríason para clases menos favorecidas. Tenemos una gran población quesiempre ha quedado aislada de la vivienda", sostuvo Santiago.

A algunos les preocupa que laenorme financiación gubernamental esté haciendo que las casas seanmenos accesibles mediante el alza de precios.

En su primer año fueroncompletados 3.000 departamentos, suscitando acusaciones del principalpartido opositor de que el plan es una treta de marketing para mejorarlas posibilidades electorales de Rousseff.

Funcionarios de Caixa Economicareconocen que el programa ha sufrido retrasos, en parte debido a ladificultad de encontrar terrenos baratos en ciudades densamentepobladas.

Pero el programa gana impulsoen el noreste, una región que ahora está atravesando un renacimientoeconómico. En el complejo de departamentos de Oliveira, que incluye unacancha de fútbol de cemento y una pequeña piscina de natación, las 168unidades de vivienda fueron financiadas con el plan.

"Siento que he logrado todoslos objetivos de mi vida, me siento orgullosa de mí misma", dijoOliveira sobre la compra de su casa, sentada sobre un sofá en elcompacto departamento junto a su esposo taxista.

Pero si bien dice sentirse agradecida con Lula, su partido no tiene un voto garantizado en su hogar.

"No tengo la impresión de quedará continuidad a sus políticas. Esperaré a que se acerque el día paratener una idea mejor", dijo sobre Rousseff, a quien le espera la luchapor dejar la sombra del popular Lula en las elecciones.

Autores

Reuters