Los huelguistas reclaman principalmente por la reducción del impuesto a las ganancias, que actualmente -debido a la alta inflación- grava no sólo a las capas altas de la sociedad sino también a los salarios y los ingresos de nivel medio.

Buenos Aires. El puerto agrícola de Rosario, una de las mayores terminales de granos del mundo, permanecía sin actividad este martes, debido a que transportistas y obreros portuarios de Argentina se sumaron a una huelga general de 24 horas convocada por dos fuertes centrales sindicales opositoras.

La primera huelga general en casi 10 años fue organizada por la principal central obrera del país, la peronista Confederación General del Trabajo (CGT), y por la más pequeña Central de Trabajadores Argentinos (CTA), aunque recibió el apoyo de muchos otros gremios.

Los huelguistas, que bloquearon el tránsito de los accesos a Buenos Aires y de varias rutas clave con piquetes, reclaman principalmente por la reducción del impuesto a las ganancias, que actualmente -debido a la alta inflación- grava no sólo a las capas altas de la sociedad sino también a los salarios y los ingresos de nivel medio.

La Federación Agraria Argentina (FAA), una de la mayores asociaciones rurales del país, que agrupa a productores de baja escala, participa activamente de la protesta, mientras que otras entidades del sector, también enfrentadas con la presidenta Cristina Fernández, dieron su apoyo a través de comunicados.

La Bolsa de Cereales de Rosario informó este martes que el arribo de camiones a los puertos de la región fue nulo, mientras que la adhesión a la huelga por parte de estibadores y recibidores de granos impedía también la carga de los buques, según fuentes de las empresas exportadoras.

"No me parecen bien los impuestos distorsivos. ¿Cómo puede ser que estemos pagando un 35% de ganancias a partir de que quedan 5.000 o 6.000 pesos (entre US$1.040 y US$1.250) al mes en una pequeña empresa? Es un disparate", señaló Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria.

La entidad que preside Buzzi, junto con las otras tres grandes asociaciones agrarias del país, realizó en el 2008 una feroz protesta de meses que desembocó en una crisis política.

Si bien la relación entre el gobierno y los dirigentes rurales no es tan tensa hoy, las diferencias se mantienen.

"Este es el gobierno más 'anticampo' que ha tenido Argentina. Tenemos el rol de defendernos frente a un ajuste (de la economía) de este gobierno", añadió Buzzi en declaraciones a la televisión local.

Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, el segundo de maíz y el sexto de trigo.