El ministro de Finanzas, Nelson Barbosa, respalda la idea de apelar a los bancos estatales para canalizar nuevos créditos a determinadas industrias y estimular así la actividad, según reportes de medios recientes.
Las principales mediciones de fortaleza financiera de los estatales Banco do Brasil SA y Caixa Econômica Federal se podrían deteriorar más si el gobierno brasileño se apoya en ellos para ayudar a sacar a la economía de la recesión, dijo este miércoles JPMorgan Securities.
El ministro de Finanzas, Nelson Barbosa, respalda la idea de apelar a los bancos estatales para canalizar nuevos créditos a determinadas industrias y estimular así la actividad, según reportes de medios recientes.
Se espera que Banco do Brasil y Caixa enfrenten dificultades este año ante el deterioro de la calidad de la cartera de créditos, el nivel creciente de cesaciones de pago y el riesgo de interferencia del gobierno, en momentos en que Brasil intenta superar la peor recesión en un cuarto de siglo, dijo la analista de JPMorgan Natalia Corfield.
Las definiciones de Corfield en una nota a clientes ponen de relieve la creciente preocupación por el uso de los bancos estatales como una herramienta para implementar políticas.
Las acciones de la presidenta Dilma Rousseff, cuyos niveles de aprobación en Brasil bajaron a mínimos récord mientras enfrenta la amenaza de un juicio político impulsado por la oposición, se han visto paralizadas por fuertes negativas del Congreso a sus políticas.
La analista señaló que si bien era muy pronto para evaluar la veracidad de los reportes, los actuales niveles de capital regulador de Banco do Brasil y Caixa son preocupantes.
"Vemos este tipo de medidas como algo negativo", escribió Corfield, mientras repitió la recomendación de vender los bonos de ambos bancos.
En particular, el ratio de capital Tier 1 de Banco do Brasil del 8,1% hasta septiembre podría verse aún más presionado si el banco es obligado a prestar más. En cuanto a Caixa, si bien el capital Tier 1 permanece en una zona aceptable del 10,1%, "podría deteriorarse más rápido si la presión para prestar sube nuevamente", precisó la analista.
En Brasil, el ratio mínimo de Tier 1 -una medición de la fortaleza financiera de un banco que compara el capital básico o las acciones ordinarias con los activos de riesgo de la entidad- es del 11%.
