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Recuperación del derrame de petróleo es prioridad para Obama
Domingo, Agosto 8, 2010 - 11:29

Así lo afirmó el secretario de la Marina de EE.UU., Ray Mabus, quien debió enfrentar una serie de preguntas en una reunión con los residentes de la costa del Golfo, preocupados por sus medios de sustento y su futuro.

Bay St. Louis. El Gobierno de Estados Unidos ve la restauración del Golfo de México después del derrame de crudo de BP como una prioridad nacional y el presidente Barack Obama no debería ser culpado por el desastre, dijo el sábado el secretario de la Marina, Ray Mabus.

Mabus, ex gobernador de Misisipi, enfrentó un aluvión de preguntas en una reunión con los irritados residentes de la costa del Golfo, quienes están preocupados por sus medios de sustento y su futuro, incluso una vez que BP y Washington declaren que el peor derrame de la historia ya terminó.

El gigante energético británico, que provisionalmente tapó el pozo averiado en el Golfo de México el 15 de julio, dijo que el sellado con cemento alcanzado esta semana se mantiene, y que un sistema de alivio para cerrarlo de forma permanente se lograría a mediados de agosto.

El Gobierno de Obama fue criticado por su manejo del peor derrame de crudo marino accidental en la historia. Varias delegaciones de funcionarios recorrieron las comunidades afectadas, donde el petróleo se filtró en delicadas marismas y zonas de pesca ecológicas, además de ensuciar playas turísticas.

Ante el escepticismo público, defendió una afirmación de científicos que indica que alrededor del 75 por ciento de los casi 4,9 millones de barriles de petróleo que escaparon del pozo Macondo se habría evaporado, dispersado o contenido. "Voy a decir esto. El presidente Obama no debe ser culpado por lo que ha ocurrido desde el derrame", dijo Mabus.

Mabus se encarga de elaborar un plan a largo plazo para la restauración de los estados del Golfo afectados por el petróleo y dijo que iba a presentar un informe del presidente en unas pocas semanas. "Esto no es sólo un problema del Golfo. Se trata de un problema a nivel nacional", dijo Mabus. "Un tercio de los mariscos de la nación provienen de esta región. Nuestra nación debe tener un Golfo sano. Espero que todos podemos hacer algo en este plan a largo plazo para mantener a nuestra costa", añadió.

Pero su audiencia lo bombardeó con preguntas sobre el retraso en el proceso de reclamos por los daños, el futuro de la industria pesquera, las pruebas de calidad de aire y agua, la caída del valor de las propiedades y los planes de limpieza de BP para el petróleo bajo la superficie del océano.

Pozo alivio. BP finalizó la inyección de cemento en su pozo dañado el jueves, que está una milla (1,6 kilómetros) debajo de la superficie, tras bombear lodo a inicios de la semana para controlar la presión de crudo y gas.

Esta operación, denominada "static kill", terminaría en otra llamada "bottom kill" a fines de agosto con la inyección de más lodo y cemento a través de un pozo de alivio que está siendo perforado para interceptar la instalación dañada el 14 ó 15 de agosto.

El pozo de alivio es considerado como la solución final para sellar la reserva a 4.000 metros de la superficie marina.

BP se ha apresurado en aclarar las observaciones formuladas el viernes por su jefe de exploración y producción, Doug Suttles, que dijo en Nueva Orleans que el pozo averiado todavía contenía "mucho petróleo y gas" y que la empresa tendría que pensar sobre sus futuros planes para la reserva.

Al tratar de disipar las especulaciones de que podría estar pensando en volver a abrir el pozo, la empresa dijo en un comunicado: "El enfoque actual de BP es enteramente sobre los esfuerzos de respuesta en el Golfo de México y el uso futuro de la reserva no está actualmente en estudio".

BP, que acordó crear una cuenta custodia de 20.000 millones de dólares para cubrir los reclamos económicos por el derrame, dijo que vendería unos 30.000 millones de dólares en activos para financiar los costos relacionados con el accidente.

Aunque sus acciones se han recuperado recientemente, la compañía ha perdido más de un tercio de su valor de mercado desde el 20 de abril, cuando explotó la plataforma que perforaba su pozo en el Golfo de México, matando a 11 personas y provocando el enorme derrame.

Autores

Reuters