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Richard P. Puttré: "Los países de la región se han quedado rezagados en términos de infraestructura, dada la elevada deuda pública"
Miércoles, Septiembre 27, 2017 - 13:00

AméricaEconomía conversó con el hombre de Jones Day encargado de asesorar en infraestructura a la región, una zona que debería invertir alrededor del 6,2% de su producto interno bruto (PIB) anual para satisfacer sus necesidades de infraestructura, mientras que, según cifras recientes entregadas por la Cepal, este monto solo llega a 2,3%.

-¿Cuál es la perspectiva/diagnóstico respecto a la infraestructura que existe actualmente en la región y la que realmente es necesaria en América Latina?

-Las necesidades actuales de infraestructura son diferentes para cada país dentro de la región, pero el transporte sigue siendo una prioridad para cada uno de ellos. Colombia ha tenido éxito reciente en atraer inversión de infraestructura a través de Public Private Partnership (PPP) para su programa de desarrollo de carreteras en todo el país.

Los proyectos energéticos también están en alta demanda. Las nuevas inversiones se centran en la expansión de las energías renovables y el gas natural. En México y Uruguay se está implementando un aumento en los proyectos de energía eólica y solar. Chile y Colombia también han visto un aumento en los proyectos de gas natural. Estamos observando atentamente el programa RenovAr en Argentina, ya que los proyectos iniciales se encaminan hacia el cierre financiero en los próximos meses. El éxito de este programa energético probablemente aumentará la confianza en Argentina y, esperamos, conducirá a más cierres exitosos en el sector energético y al creciente interés en el sector de infraestructura en Argentina.

-¿Cómo ha sido la relación de las inversiones públicas y privadas en infraestructura en Latinoamérica y cómo proyectan ese futuro?

-Los países de la región se han quedado rezagados en términos de infraestructura dada la elevada deuda pública, los desafíos económicos mundiales, la disminución de los precios de los recursos naturales (especialmente el petróleo) y los entornos políticos inestables. Sin embargo, las economías de América Latina y el Caribe están en un punto de inflexión y se prevé que la economía de la región crecerá y continuará expandiéndose en 2018. Los inversionistas privados y otros actores internacionales están prestando mucha atención a este cambio y están utilizando las PPP como mecanismos de inversión en la región. Las PPP probablemente serán el modelo para futuras inversiones en infraestructura en la región.

-Según su análisis, ¿qué tipo de infraestructura es necesaria para recibir más y mejores inversiones en la región?

-El transporte es de gran demanda en la región. El mejoramiento de los servicios y sistemas de transporte es crítico para el desarrollo económico en todo el continente y es necesaria una inversión significativa en este sector. Las altas tasas de urbanización requerirán un mayor énfasis en la inversión en infraestructura vial, ferroviaria y portuaria. Seguramente seguirán otros proyectos de infraestructura, pero los grandes proyectos de infraestructura relacionados con el transporte son los que más inversión reciben en este momento.

-¿Cuál debería ser el equilibrio a lograr entre el crecimiento de infraestructura y el desarrollo sostenible en Latinoamérica?

-La inversión ampliada en infraestructura es esencial para que la región continúe desarrollándose. Un equilibrio adecuado permitiría a Latinoamérica desplegar los recursos necesarios para mejorar las infraestructuras de transporte y energía sin la incurrencia de montos insostenibles de deuda o la adopción de leyes favorables a los inversionistas que resulten en un daño neto a largo plazo, en términos de recursos humanos de la región capital y recursos naturales.

-¿Qué importancia tiene la infraestructura económica como herramienta de alto impacto para reducir la pobreza y crear un desarrollo económico sostenible?

-El desarrollo de la infraestructura y la pobreza tienden a tener una relación inversa. Con una mayor inversión en infraestructura esperamos ver la creación de empleo para la población local, y cada país debe buscar la promulgación de políticas que favorezcan el acceso a estos puestos de trabajo a niveles de salarios adecuados para sus ciudadanos. Además de la creación directa de empleo, existen, por supuesto, los beneficios indirectos para la economía de un país que resultan en autopistas más eficientes, un mayor acceso a la energía y mejores redes de telecomunicaciones, por ejemplo. La infraestructura modernizada estimula la innovación y crea oportunidades para una mayor creación de riqueza. En general, los países de la región deben esforzarse por crear las condiciones favorables de inversión que hemos indicado anteriormente (por ejemplo, estructuras legales apropiadas e incentivos fiscales), pero también deben esforzarse al mismo tiempo por garantizar que el desarrollo se lleve a cabo de manera que reduzca la desigualdad.

-¿Cómo es el desarrollo de infraestructura en América Latina en comparación con regiones como Asia o Europa?

-El desarrollo de la infraestructura de la región se percibe como lento en comparación con otras del mundo. Ambientes reguladores complejos, agencias gubernamentales ineficientes y la economía en la región tienen inversiones en infraestructura lejos de ella y hacia otras regiones. Esto está cambiando lentamente y los países dentro de Latinoamérica están luchando para proporcionar más confianza a los inversionistas mediante la implementación de estructuras legales e incentivos fiscales para atraer y retener dichas inversiones. China está reconociendo estas oportunidades y está buscando incrementar sus inversiones en la región. Las inversiones chinas son evidentes en una serie de proyectos en Panamá, Brasil y el Caribe.

Autores

Cristian Aránguiz