Las autoridades estadounidenses están investigando la información de que al menos 89 muertes en accidentes de tráfico desde el año 2000 podrían estar relacionadas con la aceleración repentina en los coches de Toyota y de su línea lujosa Lexus.
Los Angeles. Siete firmas aseguradoras han seguido a Allstate Insurance y presentaron demandas contra Toyota Motor para recuperar el dinero que pagaron en reclamaciones por accidentes de coches atribuidos a problemas de aceleración en vehículos de la marca japonesa.
Las aseguradoras han abierto un nuevo frente en la creciente serie de demandas civiles en Estados Unidos contra Toyota, mientras la compañía lucha por dejar atrás una crisis relacionada con la seguridad de sus vehículos tras numerosas quejas de que éstos aceleraban involuntariamente.
Los problemas de aceleración en los coches de Toyota provocaron un renovado escrutinio de los entes reguladores federales, varias audiencias en el Congreso, y una serie de revisiones de vehículos del mercado en todo el mundo que dañó la reputación de Toyota.
Las autoridades estadounidenses están investigando la información de que al menos 89 muertes en accidentes de tráfico desde 2000 podrían estar relacionadas con la aceleración repentina en los coches de Toyota y de su línea lujosa Lexus.
Toyota también se enfrenta a potenciales demandas civiles por US$10.000 millones en los tribunales de Estados Unidos por fraude al consumidor y lesiones personales, entre otras causas.
Las últimas demandas, presentadas ante la Corte Superior del Condado de Los Angeles, repiten el argumento de que Toyota ignoró y escondió durante mucho tiempo un defecto que causa que algunos de sus motores se descontrolen, y no logró instalar un sistema de frenado que hubiera prevenido accidentes.
Las siete aseguradoras buscan colectivamente indemnizaciones compensatorias de al menos US$188.000, una fracción de los 3 millones de dólares en pérdidas que solicita Allstate en su propia demanda presentada en octubre.
Las nuevas demandas se conocen casi dos semanas después de que se revelara que Toyota aceptó pagar US$10 millones para arreglar un reclamación de la familia de un agente de la policía de California, cuyo accidente mortal en 2009 ayudó a promover las revisiones de coches del mercado.
Toyota emitió un comunicado el martes diciendo que las últimas demandas no tienen base y que esta clase de reclamaciones "son comunes entre aseguradoras y automotrices".
