“No hay mayor competencia, infraestructura, inversiones y hay rutas abandonadas”, comentó el representante de un sector que moviliza 50% de sus productos en ferrocarril.
Eleconomista.com.mx. El servicio ferroviario en México es entre 37 y 57% más caro que en Estados Unidos, lo cual ha restado competitividad a la industria del acero, que en ocasiones ha tenido que realizar inversiones adicionales para construir espuelas y rentar o comprar vagones, con la finalidad de subir sus productos a la red que operan las empresas concesionadas, comentó Salvador Quesada.
Además de las tarifas, que se han incrementado 57% en los últimos siete años, de acuerdo con datos publicados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los egresos adicionales por interconexión han impactado a firmas como Altos Hornos de México, Arcelor Mittal, Compañía Minera Autlán o Grupo Acerero del Norte.
En entrevista, el director de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), reiteró la postura de sus asociados en favor de las modificaciones a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario planteadas por la Cámara de Diputados, porque no se cumplieron los preceptos planteados en el proceso de privatización en 1995.
“No hay mayor competencia, infraestructura, inversiones y hay rutas abandonadas”, comentó el representante de un sector que moviliza 50% de sus productos en ferrocarril, representa 25% de la carga que maneja dicho medio de transporte y utiliza las vías de las tres principales empresas concesionadas: Kansas City Southern de México, Ferrosur y Ferromex.
Quesada dejó en claro que al manifestar su postura no pretenden tener un enfrentamiento con sus proveedores, sino que ven la oportunidad ideal para tener acceso a mejores y transparentes servicios, porque el transporte es uno de sus temas prioritarios a atender, junto con las prácticas desleales y los costos de energía.
Interconexión, una relación compleja. El director de Canacero, abogado de profesión, refirió que desde hace varios años han pugnado por cambiar las condiciones que les ofrecen las empresas concesionadas.
“Tenemos que usar el servicio, que está sometido a una libre especificación de tarifas, a negociaciones que imponen a los costos de interconexiones y derecho de paso. Realmente no hay ningún tipo de regulación sobre el sistema como lo tienes en otros sectores, que dan concesiones y al mismo tiempo las regulan, como energía y telecomunicaciones“, detalló.
La ley vigente establece que las ferroviarias deben acordar las contraprestaciones por la interconexión de sus vías; sin embargo, la autoridad no está facultada para intervenir en dicho proceso, por lo cual Kansas y Ferromex han vivido largos procesos legales porque no lograron conciliar intereses. Ahora, la SCT deberá “garantizar la interconexión en las vías férreas, situación que no es del agrado de los concesionarios.
Los pagos por usar la vía de otra firma para llevar la carga los hacen los usuarios. “Si quiero usar cierto tramo y una parte es de una empresa y el resto de otra, por ejemplo en la ruta Manzanillo-Monterrey, entre ellos se ponen de acuerdo y me dan el costo de la interconexión. No tengo margen de negociar. Sólo 13% de la carga a nivel nacional usa interconexiones. Es absurdo, hay quien prefiera usar rutas de 2,000 Km, porque sale más barato aunque la carga tarde tres o cinco días en llegar que usar una interconexión de 300 km”, detalló Salvador Quesada.
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