Según el presidente de Cámara Nacional de Turismo, Carlos Canales, esto gracias a la llegada de más empresarios atraídos la rápida expansión económica y las oportunidades de inversión en el país.

Lima. El turismo corporativo en Perú cerraría el año con un crecimiento de 15% gracias a la llegada de más empresarios atraídos la rápida expansión económica y las oportunidades de inversión en el país, estimó la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). 

El presidente de Canatur, Carlos Canales, explicó que la economía peruana se mantiene sólida, el sol se aprecia frente al dólar y los indicadores macroeconómicos son buenos.

“Hay una serie de oportunidades empresariales que han identificado al Perú y eso ha generado una mayor afluencia de inversionistas que analizan las oportunidades de inversión en nuestro país”, declaró. 

Manifestó que la mayoría de esas inversiones se dirigen al sector agroexportador, minería y de servicios, y en menor medida al turismo.

Expresó que los hoteles de Lima, principalmente San Isidro y Miraflores, concentran gran parte del turismo corporativo lo que se refleja en los niveles de ocupación de los hoteles de estos distritos, de entre 60% y 90%.

“Ante una ocupación del 80% en el distrito de Miraflores y 70% en San Isidro, esas cifras porcentuales son atractivas para cualquier inversionista, teniendo en cuenta que la tasa promedio mundial de ocupación es inferior al 50%”, refirió.

Asimismo, Canales afirmó que el turismo fronterizo registrará un incremento de 30% este año en comparación del año anterior, impulsado principalmente por el mayor turismo en la zona sur del país.

Ello se traduce a casi un millón de visitantes, en su gran mayoría chilenos que ingresan a la ciudad de Tacna, por razones de salud, manifestó.

“Lamentablemente, solo 55.000 visitantes chilenos continúan el viaje por nuestro territorio nacional, o sea, Arequipa, Cusco, Puno y Lima”, refirió.

Canatur estima que las inversiones hoteleras en Perú ascenderán a US$1.000 millones en los próximos cinco años, a pesar de las trabas burocráticas existentes, las cuales se centrarán en edificaciones hoteleras de tres, cuatro y cinco estrellas.