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Venezuela intenta apagar el fuego tras el letal accidente en su principal refinería
Domingo, Agosto 26, 2012 - 18:29

El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo que el incendio está "confinado" y es poco probable que afecte a otras áreas sensibles de la planta, que procesa unos 645.000 barriles por día (bpd), aunque las operaciones permanecerán detenidas mientras persista el fuego.

Venezuela continuaba este domingo luchando contra el fuego que persiste en dos tanques de la mayor refinería del país, donde una gigantesca explosión por una fuga de gas este sábado mató al menos a 41 personas y derribó más de 200 casas en la mayor tragedia en la historia de la industria petrolera nacional.

Unas enormes llamaradas anaranjadas seguían consumiendo dos enormes depósitos de la refinería Amuay, ubicada en el occidental estado Falcón, mientras una sólida columna de humo negro podía verse desde varios kilómetros a la redonda, dijeron periodistas de Reuters en el lugar.

El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo que el incendio está "confinado" y es poco probable que afecte a otras áreas sensibles de la planta, que procesa unos 645.000 barriles por día (bpd), aunque las operaciones permanecerán detenidas mientras persista el fuego.

"Tan pronto culminemos las labores de extinción del incendio podremos poner la refinería en plena producción en dos días", aseguró el funcionario, quien también preside la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

En la madrugada de este sábado, un escape de gas produjo una burbuja cuya deflagración devastó toda un área de almacenamiento en la parte sur del complejo -lejos de las áreas de operaciones- afectando a nueve tanques, estaciones de válvulas y varias tuberías.

Autoridades médicas y un militar dijeron a medios locales que dos de los heridos fallecieron a causa de quemaduras en el 100% de sus cuerpos, con lo que el número de víctimas fatales subió a 41, entre ellos al menos 18 guardias nacionales.

Además, la explosión habría dejado decenas de heridos en diferentes estados de gravedad.

Este domingo continuaban las labores de limpieza de escombros, ya que la explosión destruyó más de 200 viviendas y varios locales comerciales en las áreas aledañas a la refinería, donde a pocos cientos de metros se levantan miles viviendas.

Las autoridades dijeron que hay unos 140 bomberos desplazados al lugar para enfrentar las llamas, aunque no han especificado cuándo extinguirán completamente el incendio.

"Las posibilidades son muy remotas que este (fuego) pueda escalar a otras áreas (...) Si la estrategia no funciona por eventos meteorológicos, seguiremos controlándolo, confinado, hasta que se consuma en los tanques", dijo el gerente general de la unidad, Jesús Luongo, a la televisora regional Telesur.

La refinería tiene una capacidad para almacenar 46 millones de barriles de crudo y productos, de los cuales 19 millones se depositan en tanques de acero con capacidades que van desde 4.000 hasta 530.000 barriles.

Duelo nacional. Prácticamente todos los diarios del país abrieron su edición dominical con las impactantes fotos del siniestro, donde resaltaban las llamas y grandes nubes de humo, mientras la zona donde se ubica el segundo mayor complejo refinador del mundo - formado por las refinerías Amuay y Cardón- amaneció conmocionada por el suceso.

"El techo de la casa voló, la reja se salió, fue algo horroroso ver como los vidrios de las ventanas salieron y se reventaron sobre las camas de los niños", dijo Ramón Díaz, un vecino de la refinería. "Vemos el fuego y seguimos asustados".

Esta ha sido uno de las explosiones más letales registradas en una refinería. En 1997, un incidente en la planta de Visakhapatnam de Hindustan Petroleoum Corp en India dejó 56 muertos y en 2005 hubo un accidente en una refinería de la británica BP en Texas que dejó 15 muertos y 180 heridos.

Ante la magnitud de la tragedia, el presidente Hugo Chávez decretó tres días de luto nacional y el ente electoral hizo un alto en la intensa campaña hacia los comicios del 7 de octubre posponiendo un simulacro de votación previsto para el domingo.

El gobierno socialista emitió un comunicado donde se comprometió a "llegar hasta la verdad" del origen del siniestro y pidió evitar manipulaciones "mezquinas" del dolor de los afectados, luego de que algunos sindicalistas acusaran a Pdvsa en los medios por falta de mantenimiento en sus instalaciones.

La Fiscalía ha asignado un equipo para investigar las causas del suceso, que las autoridades descartan se deba a un error en la gerencia de las instalaciones, donde trabajan 9.000 personas.

"Eventos como este (...) están en la estadística. Lamentablemente es una situación de riesgo inherente a una actividad donde permanentemente se trabaja con hidrocarburos a alta presión", dijo el ministro Ramírez.

Chávez apareció en vivo en la víspera para transmitirle su dolor a los familiares de los fallecidos, mientras que su rival, el gobernador opositor Henrique Capriles, también mandó un mensaje de solidaridad a las víctimas.

Los países Sudamericanos de la Unasur mostraron sus condolencias a Venezuela en un comunicado.

Suministro controlado. Es poco probable que el incidente pueda impactar en los precios internacionales del crudo y el Gobierno descartó declarar la fuerza mayor sobre sus despachos debido a que el país cuenta con suficientes inventarios para atender la demanda local y los compromisos en el exterior.

"Tenemos 10 días de inventario de productos. Cuatro millones de barriles de combustible almacenados", dijo Ramírez, quien aseguró que Pdvsa dispone de una capacidad de refinación activa de 735.000 bpd para enfrentar la contingencia.

Sin embargo, operadores estimaron que la exportación de crudo y derivados venezolanos experimentará demoras en los próximos días tras el incidente en Amuay, que ya vio afectadas sus operaciones en dos ocasiones este año debido a un pequeño incendio y a un fallo en su sistema de refrigeración.

Además, su unidad de craqueo catalítico pasó por un mantenimiento mayor entre enero y abril de este año.

Amuay forma parte del Centro Refinador Paraguaná (CRP), uno de los principales puntos de exportación de derivados del país sudamericano, principalmente con destino a Estados Unidos, que con una capacidad de 955.000 bpd es el segundo mayor del mundo detrás de Jamnagar, en India, que procesa 1,24 millones de bpd.

El accidente volvió a llamar la atención sobre el estado de las instalaciones petroleras de la nación OPEP, que han sufrido numerosos incidentes en los últimos años, afectando su producción y capacidad para cumplir las metas de expansión.

En la última década, la oposición ha denunciado que la mala gestión del Gobierno ha impactado en el circuito refinador, afectado por frecuentes fallas eléctricas, accidentes y demoras en los mantenimientos planificados.

Autores

Reuters