La medida -que estará vigente durante un año- se aplicaría en unos tres meses, cuando culmine un plan de regularización de tenencia de armas.
Caracas. El gobierno venezolano suspenderá la importación y venta de armas y municiones para particulares, anunció este martes el ministro de Interior y Justicia, como parte de un conjunto de medidas con las que se busca frenar los altos niveles de criminalidad en el país petrolero.
La medida -que estará vigente durante un año- se aplicaría en unos tres meses, cuando culmine un plan de regularización de tenencia de armas. También se suspenderá por ese mismo lapso la emisión de nuevas licencias para portar armas de fuego.
El funcionario explicó que quedarán exceptuados los cuerpos de seguridad del Estado, las empresas de vigilancia privada y transporte de valores.
"Este conjunto de medidas estructurales (...) formarán parte de las políticas y marco legal que contribuirán a garantizar la vida del pueblo venezolano", dijo el ministro Tareck El Aissami, citado en un comunicado de prensa.
"Una vez finalizado este proceso de tres meses, se aplicará una medida para la suspensión de trámites y otorgamientos de nuevos portes de armas de fuego por un período de un año (...), así como la importación y comercialización de armas y municiones por el mismo lapso", agregó El Aissami.
Aclaró que quedarán exentas las renovaciones de portes de armas de fuego.
A principios de año, el Gobierno reveló que la tasa de asesinatos en el país es de 48 por cada 100.000 personas, por encima del promedio latinoamericano aunque muy inferior a los números que manejan organizaciones no gubernamentales que llegan a duplicar ese dato.
La violencia, de la que el Gobierno casi no habla, ha afectado el índice de popularidad del presidente Hugo Chávez y es uno de los principales temas que los venezolanos le reclaman a las autoridades.
Un estudio del grupo de derechos humanos mexicano Seguridad, Justicia y Paz situó la tasa de homicidios en Caracas en 118 por cada 100.000 residentes, colocando a la capital como la cuarta ciudad más peligrosa en el mundo detrás de la mexicana Ciudad Juárez, la afgana Kandahar y la hondureña San Pedro Sula.