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Niños que progresan en matemáticas pueden salir de la pobreza
Martes, Diciembre 1, 2015 - 08:41

Ann Gervasoni, doctora en Educación Matemática de la Universidad de la Trobe, desarrolló un proyecto con estudiantes, entre 6 y 12 años, de todos los colegios del estado de Victoria, Australia.

Las matemáticas pueden resultar muy complejas cuando no se inculca desde la niñez el amor por ellas y se genera una resistencia a comprenderlas. Lo más grave es que se pueden transformar más adelante en una barrera insoslayable para el ingreso a la educación superior, plantean los expertos.

En el estado de Victoria, ubicado en el sureste de Australia –cuenta con 5,2 millones de habitantes- una académica realizó una peculiar investigación usando precisamente esta disciplina. Su tesis era que se podía romper el ciclo de la pobreza en las personas marginadas a través de las reformas de la escuela y el sistema educativo, sobre todo en lo que respecta a la educación matemática.

El proyecto de intervención se realizó en todos los colegios de la región –católicos, privados y públicos-  y los resultados fueron asombrosos. ¿La razón? Porque cuando los niños descubren que aprenden y pueden resolver los ejercicios adquieren confianza y seguridad; y ello les abre las puertas.

Ann Gervasoni, doctora en Educación Matemática de la Universidad de la Trobe y profesora asociada en aritmética de la Universidad de Monash, en Australia, es la autora de la investigación que ha marcado un antes y un después en su país. La académica se encuentra por estos días en Santiago hasta donde viajó para participar en un coloquio interdisciplinario que organizó la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales (UDP). Su visita se ennmarca en el Plan de Mejoramiento Institucional que realiza la facultad gracias a aportes del Mecesup perteneciente al Mineduc.

En la oportunidad, dictó el taller “Identificar las dificultades matemáticas clave experimentadas por los estudiantes primarios y actividades de aula que ayuda”, donde compartió su experiencias con directivos y académicos del Centro de Práctica y Campos Pedagógicos Prioritarios de la Facultad de Educación.

Acelerar el aprendizaje

El proyecto de intervención se realizó entre 2009 y 2013 con estudiantes entre 6 y 12 años. En primer lugar, se buscaba medir las principales dificultades que tenían los alumnos con los números y se pretendía comprobar si el proyecto funcionaba, explica Gervasoni a La Nación.

Como los profesores necesitaban información de alta calidad acerca del conocimiento matemático de sus alumnos les aplicaron la Early Numeracy Interview, entrevista diseñada especialmente para niños pequeños.  Esto permite medir el aprendizaje matemático en múltiples aspectos.

Los estudiantes debían cumplir etapas en su aprendizaje. Por ejemplo, aprender a sumar con uno o varios dígitos hasta problemas más complicados.

El profesor de la clase describía en qué fase se encontraba el conocimiento matemático individual y en grupo. De esta forma se podía detectar a los alumnos que necesitaban ayuda especial.

Para lograr estas mejoras se les aplicó el EMU (Extend Mathematical Understanding Matematical Program). Se trata de una serie de lecciones diseñadas especialmente para acelerar el aprendizaje en matemáticas.

Se realizan entre tres a cinco veces por semana. Es así como los docentes entregan instrucción intensa y desarrollan un feedback especial para las particularidades de cada niño, detalla la académica.

Abre puertas

El proyecto implicaba también monitorear por tres años a los estudiantes para evaluar su aprendizaje.

Los resultados fueron auspiciosos dado que se comprobó que el 85% del universo de alumnos intervenidos resultó beneficiado. Es decir, continuó aprendiendo con ganas lo que incidió en que cambiaran su actitud (frente a la disciplina) y preguntaran más. El porcentaje restante igualmente se mostró más confiado.

Pero lo más importante, fue que se empoderaron y adquirieron seguridad en sí mismos, remarca  Gervasoni.

La académica señala que es muy importante que todo el colegio que implementa esta iniciativa “esté comprometido con esta mejora y los profesores colaboren significativamente” para que los alumnos puedan seguir avanzando.

Hasta ahora han colaborado con Alemania y Dinamarca para desarrollar un programa parecido, cuenta. La UDP –añade- ha manifestado también su interés por replicar la iniciativa.

“Las matemáticas permiten que los estudiantes se sientan confiados y les abren puertas para las oportunidades de trabajo y estudio”, pone de relieve. Y completa que “son una forma de cambiar el futuro” de los niños.

Foto: Pixabay

Autores

Lanación.Cl