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Breves recuerdos de Guillermo Cabrera Infante, a diez años de su muerte
Sábado, Febrero 21, 2015 - 11:34

Aunque adquirió la nacionalidad británica en 1979, siempre llevó a Cuba en el corazón y en su obra. Desde 1968, sin embargo, rompió indeclinablemente con el régimen castrista.

“Era divertido, irónico, festivo, gozoso, tierno, afectivo, pero también obsesivo y, en el fondo, frágil”. Así recuerda el investigador peruano Julio Ortega a su amigo y colega Guillermo Cabrera Infante, a quien considera una de las mayores víctimas del exilio cubano.

Escritor, periodista y crítico de cine, Cabrera Infante nació en Gibara, Cuba, el 22 de abril de 1929 y murió en Londres en febrero de 2005. 

Aunque adquirió la nacionalidad británica en 1979, siempre llevó a la isla caribeña en el corazón y en su obra. Desde 1968, sin embargo, rompió indeclinablemente con el régimen castrista.

Ortega conoció a Cabrera Infante después de que publicó su novela cumbre, “Tres tristes tigres” (1967). “Su obra y su vida se dividen en un antes y después de esta obra. Pocas veces se ha visto el caso de un escritor que fuera hijo directo de su obra mayor y que viviera como el producto del mundo que había narrado”.

Agrega que siempre estaba hablando de libros y lecturas. “Tenía una conciencia literaria exquisita y un talento único para convertir lo cotidiano en ficción, aunque no es fácil distinguir entre ambas, ya que la oralidad, que manejó como nadie, daba forma a ambos mundos en uno”.

Hijo de los comunistas Guillermo Cabrera (periodista) y Zoila Infante, el escritor pasó varios meses en prisión cuando tenía siete años de edad, tras el arresto de sus padres por el régimen de Fulgencio Batista.

En 1941 se trasladó con su familia a La Habana. Allí, tras abandonar sus estudios de medicina, ingresó en 1950 en la Escuela de Periodismo. Al año siguiente fundó la Cinemateca de Cuba, que dirigió hasta 1956.

En 1952, los censores los encontraron culpable de incorporar obscenidades en un cuento y, como castigo, se le prohibió publicar con su nombre, por lo que uso el seudónimo G. Caín.

Tras la revolución de 1959, el escritor fue director del Consejo Nacional de Cultura, subdirector del diario “Revolución” (actual “Granma”)  y director de la revista cultural del matutino “Lunes de revolución”. 

Fue enviado a Bruselas como agregado cultural de 1962 a 1965, pero sus discordancias con el nuevo gobierno llegaron a su punto máximo en 1968.

Si “Tres tristes tigres” es su cumbre literaria, se trata también de la principal razón de la caída en sospecha ante el régimen cubano.

La novela, que caracteriza por el uso ingenioso del lenguaje en el que introduce coloquialismos cubanos y constantes guiños y referencias a otras obras literarias, relata la vida nocturna de tres jóvenes en La Habana de finales de los 50. 

La trama y los pensamientos desarrollados es considerada contrarrevolucionaria y Cabrera es finalmente expulsado de la Unión de Escritores y Artistas, recibiendo el poco amable calificativo de “traidor”. 

Se transforma luego en un crítico implacable del régimen castrista, partiendo al exilio y jamás regresando a Cuba. Incluso, en un afán de acercamiento por parte de algunos funcionarios cubanos, en la década de los 90 el ministerio de Cultura cubano publicó textos bajo el formato de “autores emigrados” en los que se quisieron incluir dos libros del autor, pero Cabrera Infante se negó terminantemente.

A principios de los 1970 se instaló en Hollywood para dedicarse al mundo del cine como guionista, con discreto éxito. Trabajó para la película Bajo el volcán, de John Huston, basada en la novela de Malcolm Lowry. 

En 1972 colaboró muy de cerca con la investigadora y traductora de literatura latinoamericana Suzanne Jill Levine, quien, junto con Donald Gardner, produjeron la traducción de “Tres tristes tigres”, bajo el título de “Three trapped tigers”. En 1979 obtuvo la ciudadanía británica. Ese mismo año publica su segunda obra más reconocida, la novela autobiográfica “La Habana para un infante difunto”.

En 1997 obtiene el Premio Cervantes y en 2003 el Internacional de la Fundación Cristóbal Gabarrón en la categoría de Letras.

 

Autores

Excélsior/ Agencias/ LifeStyle