Entérese de los proyectos con que OHL Perú alcanzaría una cartera por US$800M en 2014
La compañía crece a fuerte ritmo en construcción, mientras busca grandes proyectos de transporte.
En 2008 un amigo español de Ricardo Vega Llona convenció al grupo desarrollador de proyectos de infraestructura Obrascón Huarte Lain (OHL) de que el empresario peruano era la persona indicada para conducir su incipiente operación en el Perú.
Ese año la compañía española compró a la peruana Constructora DT y ganó la concesión de la autopista del norte, de Trujillo a Pativilca, con lo que asentó su relación de largo plazo en el país e inició, según Vega Llona, su ‘enamoramiento’ con el Perú.
Ricardo Vega Llona, presidente del directorio de OHL Perú, por su parte, asegura desde entonces estar como un “muchacho en Disney” por la envergadura del grupo, con una operación pequeña aún en el país, pero con perspectivas de un rápido crecimiento según el empresario. Y es que OHL Perú representa actualmente el 4% de las ventas del Grupo OHL, que a nivel mundial en 2012 tuvo unos beneficios netos de € 1.005,5 millones, que supusieron un incremento del 350,5% respecto a 2011.
Actualmente OHL, tras cinco años en el país, cuenta con una cartera de proyectos contratados de alrededor de US$400 millones, “una buena cifra para el mercado peruano”, según Vega Llona, y que incluye proyectos de sus tres divisiones: concesiones, construcción e industrial. Se trata de tres áreas de negocio que le permiten, según César Arbe, socio de Arbe Abogados, tener una integración vertical del negocio, pues construyen, operan concesiones y entregan proyectos en mano y pueden participar en otros negocios con otros agentes.
El área de concesiones de la compañía se encarga de la concesión de la autopista Pativilca a Trujillo, el único proyecto que gestiona como operador hasta la fecha, y que está en plena ejecución. Se trata de una obra cuya fecha de finalización prevista estaba para abril del próximo año, pero que apenas cuenta con 80 kilómetros de sus 900 totales, según Vega Llona, por diversos problemas de entrega de terrenos y por la localización de unos rescates arqueológicos en la zona. “Hay unos rescates que están alargando el proceso de construcción. El Ministerio de Cultura no cuenta con profesionales para que resuelvan el tema de forma rápida”, explica el ejecutivo.
La compañía espera para este año y el próximo poder desarrollar nuevas concesiones, especialmente en el sector transporte, su verdadera vocación, y uno de los rubros que acapararán los proyectos de ProInversión de los próximos años. “El ADN de OHL es la infraestructura de transporte. Evaluamos todos los proyectos”, dice Ricardo Vega Llona, quien destaca el potencial de los puertos peruanos más allá del Callao. “Intenté vender la idea de desarrollar el proyecto de Pisco a la empresa matriz pero no lo logré. Yo creo que Paita y Salaverry tienen potencial”, dice el ejecutivo.
“Los déficits de infraestructura en el sector transporte son abismales y las necesidades en el rubro van a continuar requiriendo megaproyectos, que son el tipo de proyectos que constructoras globales como OHL buscan”, dice Guillermo Quiroga, profesor del área de estrategia y director de la Escuela de Postgrado de la UPC.
En el ámbito de construcción, OHL experimentó un crecimiento el pasado año del 35% y el punto de mira está puesto también en transporte, pero también en minería. “En esa división trabajamos con obras importantes para mineras, y cuando empiezas los primeros años son violentos de crecimiento y luego son más moderados”, explica Vega Llona, quien asegura que de momento la empresa no ha visto reducidos sus proyectos en el sector. Entre los clientes mineros de la compañía figuran Compañía Minera Antamina y Xstrata Copper.
La meta de la compañía, según Ricardo Vega Llona, es construir “lo que se presente”, especialmente obras difíciles donde haya mucha tecnología de forma que le permita distinguirse y, por otro lado, obtener una mayor rentabilidad.
Entre los proyectos a futuro que podrían desarrollar podría incluirse la autopista que permitirá unir La Molina con Miraflores, un proyecto propuesto por la propia OHL a la Municipalidad de Lima, del cual Vega Llona no se adelanta a dar detalles, pues se encuentra en proceso de aprobación. “Estamos viendo más obras en Lima de infraestructura vial, además de esa iniciativa. En la ciudad se pierden dos puntos del PIB por el tráfico”, añade el ejecutivo.
Proyectos llave en mano. Su división OHL Industrial, que entrega proyectos en mano, opera en minería, cemento, energía e hidrocarburos. Se trata de un área que construyó recientemente una planta duplicadora de gas para Pluspetrol en Pisco y que podría comprar compañías del rubro con el objetivo de potenciar para incrementar sus contactos.
“Tenemos a un funcionario de muy buen nivel buscando compras. Quizás en alguna especialidad que se nos escape, como instalaciones, pero también podría ser algo ligado a minería u oil and gas”, dice Ricardo Vega Llona. Una adquisición permitiría justamente, según Juan Carlos Mathews, director de la Maestría de Negocios Globales de la Universidad del Pacífico (UP), acortar su curva de aprendizaje en el mercado peruano y prepararse para la llegada de otras empresas. “Puedes tener un equipo gerencial espectacular, pero no tener conocimiento de las particularidades del mercado peruano”, dice el docente.
El desarrollo de proyectos “llave en mano” o EPC (engineering, procurement and construcction) para César Arbe es sumamente interesante para empresas como OHL, pues al haber desarrollado proyectos en concesión y construcción cuenta con la presencia y la infraestructura necesarias. “Es un ingreso progresivo, inteligente, que te ahorra costos y que te permite traer todo tipo de infraestructura”, dice el abogado.
Más allá del Perú. En lo que respecta a los negocios de OHL en los países vecinos del Perú, Vega Llona asegura que hay posibilidades para incrementar su presencia en Colombia, donde ya cuentan con una subsidiaria. “OHL Colombia está haciendo el tranvía de Medellín y se ha presentado a un grupo de carreteras como concesionario”, dice Vega Llona. En el Ecuador, del mismo modo, OHL se encuentra entre los postores al metro de Quito, mientras que en Chile la compañía posee la concesión del puerto de Valparaíso.
En el país del sur y en Brasil, OHL vendió sus concesiones en autopistas a Abertis, pero a cambio aumentó su participación en el accionariado de la compañía, pasando a ser el segundo accionista. Con esta operación, que permitió a Abertis convertirse en la mayor compañía concesionaria de carreteras del mundo, OHL, según Guillermo Quiroga, ha podido diversificar su portafolio y balancear su flujo de ingresos mediante una mayor participación en concesiones, el core de Abertis. “Es una estrategia de crecimiento hacia otros mercados, hacia el mercado regional, que puede ser más interesante”, dice César Arbe.
Actualmente la estrella regional para OHL es México, cuyas ventas suponen ya el 20,1% de las ventas globales de la empresa. “Lo de México es una cosa bárbara”, dice el presidente del directorio de OHL Perú. OHL aterrizó en el país azteca en 2002 cuando el presidente del grupo, Juan Miguel Villar Mir, decidió apostar por la internacionalización y dejar de lado el desarrollo inmobiliario preocupado por el desmesurado consumo en España de productos de la construcción.
Precisamente la menor actividad constructora en México de la compañía, que cotiza en el país norteamericano, ha sido unos factores que ha hecho reducir sus ventas 12,5% en el primer semestre de 2013.
En cuanto a las perspectivas de OHL en el Perú para el presidente de su directorio son promisorias y la compañía prevé para 2014 haber duplicado su cartera y pasar a los US$ 800 millones. “No solo vamos a crecer en concursos, sino que también invertiremos para hacer crecer nuestra operación”, dice Vega Llona, quien reconoce ver en el último año un descenso de la velocidad a nivel de inversión pública, que parece estar revirtiéndose. “He notado en los últimos años un menor ritmo, aunque en las últimas semanas veo mayor voluntad. En la tecnocracia se ha enquistado una especie de andar lento”, dice el ejecutivo.
Ricardo Vega Llona combina sus responsabilidades en OHL, que involucran además la presidencia del directorio de la autopista del norte, con su participación en los directorios de por lo menos cuatro empresas peruanas de variados sectores, y rechaza frontalmente la posibilidad de volver a trabajar para el sector público. “Me quedo en el sector privado. Yo pasé un momento muy delicado en la política cuando me botaron del Senado. En la política comes sapos todos los días, y yo creo que apoyo más como encargado de un comité de la Confiep”, dice el ejecutivo, quien asegura hacer política de ideas.