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¡Forme una familia creativa!
Sábado, Enero 17, 2015 - 14:51

La creatividad no es una cualidad exclusiva de unos privilegiados sino que la tenemos todos. Una experta en educación aporta unas sencillas pautas para que los padres la fomenten en la vida de sus hijos y en la suya propia.

¿Qué es la creatividad? Se trata de una capacidad básica de la inteligencia humana que implica muchas áreas cerebrales y está influida también por la familia, la escuela y otros factores ambientales, según un informe del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona, España), coordinado por el catedrático de Filosofía, José Antonio Marina, director de la Universidad de Padres, UP.

Según el informe Faros “Creatividad en la educación y educación de la creatividad”, esta capacidad está vinculada con el pensamiento original y divergente y la imaginación constructiva y supone nuevas asociaciones de ideas, que generan soluciones innovadoras y, en palabras del profesor Marina, “crear es producir intencionadamente sorpresas eficientes”.

Para Marina,"cualquier persona puede ser creativa si se trabaja y potencia esta aptitud desde la infancia, ya que la creatividad se puede entrenar mediante técnicas especializadas, fomentando un desarrollo saludable de los niños que contribuirá a formar adultos no solo creativos, sino adaptativos a la flexibilidad e innovación que caracteriza nuestra sociedad".

Los autores del informe aclaran que no todo lo que los niños hacen es creativo, por original que parezca, “para que lo sea debe ser sustancialmente diferente de todo lo que hayan hecho, visto o escuchado, y debe ser además útil para conseguir un objetivo”. 

"Para ello, es necesario fomentar el pensamiento divergente, es decir, animarlos a generar una variedad de ideas en el análisis de los problemas y la búsqueda de soluciones, y aplicarlas a la generación de algo nuevo (idea, producto…)", añaden.

Los autores aseguran que la creatividad se aprende en un entorno familiar estimulante, y sugieren a las familias que animen al niño a inventar sus propias historias y a ver y analizar las cosas desde diferentes puntos de vista, que fomenten su curiosidad, que les permitan cuestionar las cosas, que favorezcan una educación emocional sólida para afrontar la frustración y los estímulos negativos, y que los alienten a superarse esforzándose.

Para los autores del informe, los padres que desean introducir la creatividad en la vida de sus hijos deben comenzar por cambiar sus propios hábitos y abrazar ellos mismos la creatividad, la diversión y la originalidad.

Originalidad, prioridad en el Siglo XXI

“La creatividad no está de moda porque sí; no hay más que ver la velocidad a la que cambian la sociedad y las tecnologías para darse cuenta de que hay que saber adaptarse al cambio, ya que el 70% de los niños actuales tendrán empleos que ahora no existen”, señala a Efe, Mariola Lorente, investigadora y documentalista de la UP y una de las autoras del informe Faros.

Según Lorente, la creatividad es la capacidad que nos permite adaptarnos a las novedades, ser flexibles y hallar soluciones que desconocemos a problemas totalmente nuevos, y “es normal que los padres se preocupen porque sus hijos desarrollen esta habilidad, y la mejor forma de hacerlo es que, tanto la escuela como la familia, contribuyan”. 

“Lo primero que tienen que hacer los padres, es ser creativos ellos mismos. Es decir, valorar la creatividad, interesarse por ella y, si es necesario, cambiar sus hábitos para orientarse a una vida más creativa” añade. 

Además, esta experta sostiene que la creatividad “se transmite mucho con el ejemplo y los padres tendrían que ser modelos de ella. Además todos somos creativos, y eso se refleja en los pequeños hechos cotidianos, como cuando estamos preparando una receta, no tenemos un ingrediente y probamos a sustituirlo por otro, por ejemplo". 

Para Lorente, la creatividad infantil requiere cierto margen de libertad, autonomía e independencia, ya que “¿Cómo podría crecer un niño creativo si sus padres le dicen qué hacer y cómo hacerlo en todo momento o si le responden todas las preguntas?". 

“Es más útil plantear preguntas desafiantes y estimulantes y contestar a una pregunta con otra: “¿Por qué el cielo es azul, mamá?” “Qué buena pregunta, ¿tú por qué crees que puede ser?”", según la investigadora de la UP, que propone una serie de claves muy sencillas para que los padres introduzcan la creatividad en la vida de sus hijos y en la suya propia:. 

Claves creativas

Acepte que el niño pueda cuestionar: Para ser un padre creativo, en vez de ser impositivo, hay que intentar ver las cosas desde otros puntos de vista, aceptar otras opiniones, estar abiertos, buscar siempre cosas nuevas o hacerlas de otra manera, aceptar el error, no tener miedo a equivocarse, intentar reducir las críticas y aumentar los comentarios positivos”, según Lorente.

Conozca los talentos de su hijo y refuércelos. Si a papá le encantaría que Pedrito fuese futbolista, pero Pedrito prefiere aporrear todo lo que pilla a modo batería y además tiene ritmo, será mejor potenciarle esa faceta, aunque sin agobiar a los niños con actividades y cursos, porque esto puede generar jóvenes frustrados y aburridos, sino procurando que desarrolle su creatividad y se divierta”, destaca la experta de la UP.  

Fomente el juego libre, imaginativo, no estructurado. “Está muy bien que los padres pasen tiempo jugando con sus hijos, participando en los juegos como un niño más, sin organizar el tiempo ni la actividad e, incluso, es bueno que los niños se aburran, para que sean ellos mismos quienes deciden a qué jugar, lo que potencia su autonomía, motivación intrínseca, creatividad e imaginación”, de acuerdo a Lorente. 

Exponga a los niños a la música y al arte. Contemplar cuadros y escuchar música con ellos desde edades tempranas es una buena forma de pasar tiempo juntos, al igual que compartir teatros, conciertos familiares, grupos de rock para niños o visitas a museos, como los de ciencia, que son muy interactivos, y garantizan un buen rato en familia, además de estimular la curiosidad infantil”, sugiere Lorente. 

Realice actividades creativas en familia. Organizar una fiesta, cocinar con los niños, preparar un regalo para otra persona con manualidades o animarles a que se inventen sus propias historias, son buenas opciones, según la investigadora de la UP, que aconseja a los padres “jugar, dejarse llevar, divertirse, permitir que la imaginación asuma el poder y volver a ser un niño”. 

Transmita valores  a sus hijos. Para Lorente “es más importante enfatizar los valores morales que las normas, fomentar un sentido moral más que unas reglas concretas,  como señala la estudiosa de la creatividad Teresa Amabile, quien afirma que hay que tratar de dar a los niños grandes dosis de libertad y autonomía, respetar sus diferencias individuales, ser cercanos emocionalmente, valorar los logros y ser unos padres activos e independientes”. 

Cree espacios agradables y estimulantes. "Los hogares creativos presentan una serie de características que confieren un ambiente inspirador a cualquier rincón, por ejemplo, se puede crear una “zona de la creatividad”, dedicar un espacio de la casa a colgar dibujos o permitir a los niños tomar alguna decisión sobre la decoración de su cuarto…”, aconseja Lorente. 

Cultive el sentido del humor y cambie sus propias creencias. Olvide el “yo no sé” (dibujar, bailar…) e inténtelo. Hacer algo original y creativo es un fin en sí mismo, sin pensar en resultados. Lo importante es disfrutar, y más si se hace en familia. Siéntase orgulloso de cosas que haya creado, desee un respiro de obligaciones, metas y propósitos y recuerde que el ánimo relajado favorece la creatividad”, recomienda esta experta. 

Autores

EFE