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Internacionalización de servicios y sus efectos en la reactivación económica
Vie, 27/08/2021 - 09:52

Carlos Escaffi

Perú: cuando los emprendedores se hacen notar
Carlos Escaffi

Director del think tank Relaxiona Internacional y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

No es novedad que el sector servicios continúe desempeñándose con un importante dinamismo en la economía internacional. De hecho, las exportaciones de servicios a nivel mundial crecieron 9% durante el primer trimestre de este año, a pesar de la contingente contracción sanitaria presentada al cierre de 2020 de un 21%.

Perú no fue la excepción, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, en 2010, el país exportaba servicios por un valor de US$ 3.693 millones y en 2018 reportaba US$ 7.365 millones, mostrando así un crecimiento de casi 100%. El aporte del sector servicios se traduce una contribución del 60% del PIB y generación de empleo a más del 60% de la población económicamente activa - PEA.

Por otro lado, cual alineación astral, cada vez la cuarta ola de la industrialización, o industria 4.0 se robustece y lo hace debido a la integración digital de la información, que permite ejecutar negocios en simultáneo desde diferentes latitudes sin que ello sea una barrera. En paralelo, el encuentro del mundo físico y digital gestan, a través de una sucesión de pasos iterativos lo que se conoce por sus siglas en inglés physical-digital-physical (PDP), que se traduce en lo físico-digital-físico, dicho en buen romance, la combinación de técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes que se integran en las organizaciones, las personas y por cierto los activos.

La cuarta ola de la industrialización mejora las operaciones de negocio y el crecimiento de los ingresos, transformado los productos, la cadena de suministro y las expectativas de los clientes, generando impactos positivos no solo en los ecosistemas productivos, sino que también en las organizaciones reduciendo tiempos en productividad y fundamentalmente en la personalización de los servicios.

Por lo anterior, reconociendo las mejores condiciones en cuanto a tendencia, momento y necesidad, es oportuno que se siga apostando de manera decidida, a través de esfuerzos públicos, privados y por cierto, la necesaria participación activa de la academia a través de detección y acompañamiento a micro empresas, en acciones que tengan como efecto fortalecer la prospección y penetración comercial de servicios con potencial exportable que vayan más allá de lo convencional, caso de turismo, salud y gastronomía. También, seguir profundizando en servicios de desarrollo de software, transfronterizos, construcción, ingeniería, vídeo juegos, centros de contacto, editorial, industria gráfica, animación, culturales y recreativas, seguros, franquicias y también fusiones musicales eclécticas, ¿por qué no?

Por otro lado, no se puede dejar en stand-by la formidable labor de promoción internacional, posicionamiento y generación de identidad de marca país, sumado a la gestión de apertura comercial e inserción internacional, sustentada en una sólida red de acuerdos comerciales y presencia en bloques regionales, en la que el Perú empezó a mostrar manifiesto interés por la cuenca del Pacífico como un área dinámica y de relevancia estratégica.

Así las cosas, reitero que las condiciones están dadas para que la pyme y la startup con potencial exportador cuya oferta esté sustentada en el desarrollo del conocimiento, pueda insertarse en la dinámica de las industrias 4.0, que además tiene mayor relevancia en la economía mundial.

Finalmente, un país cuando exporta servicios exporta lo mejor de sí, su gente. La tarea, la apuesta decidida por la internacionalización de servicios, y su efecto en la reactivación económica del país.

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