Es este periodo es importante que los jefes puedan identificar las necesidades de sus trabajadores y evaluar las mejores alternativas para darles solución. Esto, a través de una comunicación fluida y en función de un liderazgo inclusivo. Pabla Flores se refiere en esta entrevista a cómo se debe liderar durante este contexto de incertidumbre e inestabilidad.

-Teletrabajar en cuarentena no es sencillo, ¿qué consideraciones generales se deben tener en estos casos?

Principalmente, hay que considerar que la situación en la que se está desarrollando el teletrabajo está bastante lejos de ser la óptima. Esto, conlleva tener que lograr el equilibrio entre el plano laboral y familiar, es decir, compatibilizar las labores domésticas y los deberes del trabajo, lo cual ya es algo muy difícil. Sin embargo, este equilibrio está supeditado a la diversidad que existe en los hogares de los trabajadores, ya que no todos se conforman de la misma manera.

Ciertamente, las dificultades que debe sobrellevar un trabajador que vive solo, no son las mismas que las de quien vive acompañado. Así, vamos agregando nuevas dificultades como la generación de un espacio laboral dentro del hogar o las vicisitudes cotidianas como la alimentación para quienes viven solos. Por lo tanto, el énfasis tiene que estar en el entendimiento y comprensión de la diversidad de realidades que están experimentando los trabajadores cada día en sus hogares.

-¿Qué factores pueden afectar el buen rendimiento de una persona bajo este modelo de trabajo?

Uno de los factores más relevantes es la carencia de un buen liderazgo en el equipo de trabajo. Durante este período de incertidumbre e inestabilidad es clave mantener una comunicación efectiva con los trabajadores, dando retroalimentación constante y atendiendo a las necesidades particulares que puedan ir surgiéndoles en el día a día. Si esto no ocurre, probablemente, los trabajadores no se sentirán comprometidos con la empresa, lo cual podría tener como consecuencia una baja en su desempeño.

Por consiguiente, la responsabilidad del líder es identificar las necesidades de sus trabajadores y evaluar las mejores alternativas para darles solución. Esto, debe realizarse a través de una comunicación fluida y en función de un liderazgo inclusivo, que tenga como objetivo que los trabajadores se sientan más cómodos e incluidos en la empresa.

-En muchas empresas se espera que se trabaje de la misma forma, pero en algunos casos se ha despedido gente, se han reducido jornadas e, incluso, muchos tienen más trabajo. ¿Qué clase de consejos se pueden dar a quienes gestionan equipos de teletrabajo para dar tareas acordes con las jornadas y saber motivar al equipo sin caer en la sobrecarga de trabajo?

En este caso, es necesario dar atención al factor psicológico, ya que muchas personas pueden estar pasando por momentos complicados. En este sentido, es fundamental que los líderes conozcan o, si no es el caso, empiecen a conocer, a los miembros de su equipo de trabajo. Para ello, se pueden aplicar algunas dinámicas rompe hielo que nos permitan conocer aspectos más personales con quienes trabajamos día a día. El propósito de obtener este conocimiento es poder mapear las diferentes realidades con las que están lidiando los trabajadores y gestionarlas. Esto, contribuye a generar un espacio empático y cercano para
los miembros del equipo, lo cual ayudará a trazar metas y propósitos, de los que todos se sientan responsables y partícipes.

-En el caso de los empleados, ¿cómo hacer frente a una posible sobrecarga de tareas o desmotivación?

Muchos colaboradores han expresado que trabajan el doble o el triple de lo que trabajaban cuando estaban en la oficina. Tenemos el foco centrado en la productividad, pero con un importante nivel de estrés e incertidumbre, lo cual dificulta mantener un buen equilibrio en los tiempos de trabajo y de recreación personal o labores domésticas. Aquí, el rol de los líderes es clave, ya que ellos son quienes deben considerar las dificultades de sus trabajadores y distribuir las asignaciones laborales y sus plazos, teniendo como eje la compatibilidad de los tiempos. Me parece que algo muy importante para lograr este objetivo puede ser organizar los horarios de reuniones de manera dialogada con las jefaturas, junto con definir tanto momentos de descanso en el día como el momento en que será la desconexión total. De esta forma, el trabajador se sentirá comprendido e invitado a dar lo mejor de sí, dentro de la medida de lo posible.

-Ligado a lo anterior, ¿qué tan crucial para ambas partes es poder comunicarse eficazmente?

La comunicación es un factor fundamental. Los líderes deben buscar distintas maneras eficaces de comunicarse con sus equipos y establecer diversas plataformas. Por ejemplo, WhatsApp puede estar dirigido a socializar entre los miembros del equipo, compartir fotos de la familia, de las mascotas o compartir memes. Eso, ayuda a distender el ambiente y es una buena forma de poder comunicarnos de manera fluida y relajada. Por otro lado, en cuanto a temas más complejos donde hay que tomar decisiones, es bueno ocupar plataformas de videoconferencia. Es importante definir esto y establecer compromisos de comunicaciones.

-¿Qué aspectos deben considerarse para liderar el teletrabajo de forma óptima?

El aspecto principal, indudablemente, debe ser el ejercicio de un liderazgo inclusivo. Esto significa que como líder no solo debo preocuparme de metas productivas sino también de que todos los miembros de mi equipo se sientan parte de la empresa. El liderazgo inclusivo se refiere a la calidad de dirigir estos equipos, teniendo en consideración que existe una diversidad de personas que tienen estilos de vida y problemas diversos. Como líder, mi rol es conocer esta diversidad y gestionarla para que cada uno de los miembros de mi equipo se sienta plenamente integrado, respetado y aceptado.

-¿Qué buenas prácticas pueden ayudar a gestionar un buen teletrabajo?

Algunas de las prácticas que ayudan a gestionar de buena manera el teletrabajo, son aquellas que enfatizan el factor humano como la cercanía en la comunicación o el ejercicio de un liderazgo abierto. Además de esto, acciones de desconexión conjunta también contribuyen enormemente a generar un ambiente más cálido en los equipos de trabajo. Por ejemplo, organizar espacios remotos para compartir y sociabilizar, más allá de lo laboral, es algo que puede hacer que haya mayor cohesión en el grupo.

-¿De qué manera es conveniente que las empresas evalúen a sus trabajadores y cuál es su importancia en el escenario que enfrentamos?

Me parece que las evaluaciones de desempeño deben replantearse totalmente. No estamos en una situación de normalidad y, por lo mismo, hay que ser más flexibles. Las evaluaciones deben orientarse a dar retroalimentación lo más rápido posible a los equipos, con el propósito de ir realizando ajustes de manera oportuna cuando sea requerido. La idea sería revisar qué cosas están funcionando bien y qué cosas podrían funcionar mejor. En este sentido, es bueno estar atentos a los logros que se vayan obteniendo semana a semana en los equipos de trabajo.

-Una vez que se vuelva a trabajar de manera presencial, ¿qué clase de ajustes se deberían realizar y durante cuánto tiempo?

Esto es un punto interesante. En este período ha habido muchas empresas que se han dado cuenta de que el teletrabajo funciona, es conveniente y es viable como estrategia real de trabajo. No obstante, hay algunos aspectos que han devenido en nuevos desafíos y oportunidades tanto para trabajadores como para jefaturas.

Por un lado, la necesidad de generar un nuevo clima laboral, basado en la confianza entre empleador y trabajador, es uno de los principales desafíos que tienen las empresas hoy. Por otro, la adopción de nuevos soportes tecnológicos presenta una oportunidad de innovar en el uso de herramientas para optimizar el trabajo en el futuro. Ahora bien, hay muchos ajustes logísticos que deberían realizarse en temas como la delimitación de los tiempos de trabajo y descanso, la capacitación de los líderes en función del ejercicio de un liderazgo inclusivo y actividades de fortalecimiento de la relación con los miembros del equipo de trabajo.

Además, desde el plano legal, con este nuevo escenario se generará un nuevo marco contractual orientado al beneficio de aquellas personas que antes no podían acceder a su lugar de trabajo por condiciones físicas, lo cual podría ser un gran avance en materias de inclusión laboral. Por lo tanto, el teletrabajo es algo que llegó para quedarse, la invitación está dirigida a aprovechar las oportunidades que nos ofrece, en busca de avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.