Con suspenso, violenta a veces, y tremendamente graciosa en otros momentos, la película es difícil de definir claramente, deliberadamente, dijo su director, Bong Joo-ho.

"Parasite", una película de suspenso que se dobla como una sátira perversamente divertida sobre las luchas de clase, ha aumentado la apuesta inicial en el Festival de Cine de Cannes, con el director surcoreano Bong Joon-ho emergiendo como un fuerte contendiente para un premio después de impresionar a los críticos.

Bong, el último en Cannes en 2017 con "Okja", producido por Netflix, reveló su oscura y cómica exploración de las tensiones sociales en la exhibición de cine el martes por la noche.

Ubicada en la moderna Corea del Sur, la acción cambia entre un sótano abarrotado y compartido por una familia de cuatro personas que tienen mala suerte, que tienen que capturar la señal de Wi-Fi de sus vecinos, y la glamorosa mansión en la que logran infiltrarse, uno por uno, engañando a una familia adinerada.

Los espectadores están horrorizados y simpatizan a su vez, ya que los protagonistas alimentan la creencia de la madre de que su hijo es un genio artístico o cóno se ven despreciados por el frío padre empresario.

Con suspenso, violenta a veces y tremendamente graciosa para otros, la película es difícil de definir claramente, deliberadamente, dijo Bong.

"Realmente quiero disfrutar de la convención de género ... pero al mismo tiempo, quiero romperla y destruirla", dijo en una conferencia de prensa el miércoles el cineasta.

La película fue "vertiginosa en un momento, insoportablemente tensa al siguiente, y siempre tan entretenida y afinada que ni siquiera te das cuenta cuando cambia de marcha", escribió el crítico de IndieWire, David Ehrlich.

Jessica Kiang, de Variety, dijo que Bong estaba "en una forma excoriante en su excepcional tragicomedia de tono negro".

El festival se extiende hasta el 25 de mayo. Bong está compitiendo por el máximo premio de Palme d'Or junto con otros directores veteranos como el español Pedro Almodóvar o el británico Ken Loach, así como los recién llegados como la promesa francesa Celine Sciamma.