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Cordillera de los Andes afrontaría escasez de agua en 2100 y lluvias podrían reducirse en un tercio
Martes, Agosto 18, 2015 - 15:17

Científicos de la Universidad de Zúrich y de Sudamérica compararon los datos extraídos de los anillos de los árboles, con 1.000 años de antigüedad, con las mediciones actuales sobre modelos climáticos y patrones de viento para alcanzar sus conclusiones.

Toronto.  Los habitantes de la zona central de la cordillera de los Andes en Perú y Bolivia, escasos ya de agua, podrían ver cómo la lluvia se reduce en hasta un 30% para finales de siglo, señaló un nuevo estudio elaborado en Suiza.

Incluso en los próximos 20 años podría verse un descenso destacable de las precipitaciones, con efectos potencialmente peligrosos para los agricultores y los consumidores pobres, ya que el agua potable podría encarecerse en una región donde la vida ya es una lucha para muchos.

Científicos de la Universidad de Zúrich y de Sudamérica compararon los datos extraídos de los anillos de los árboles, con 1.000 años de antigüedad, con las mediciones actuales sobre modelos climáticos y patrones de viento para alcanzar sus conclusiones en el estudio publicado el lunes.

"Nuestras simulaciones de modelos sugieren que la probabilidad de años secos entre 2017 y 2100 será cuatro veces mayor que en la era preindustrial", señaló el autor principal, Raphael Neukom, en un comunicado.

Parte de la culpa de la reducción de las precipitaciones se debe a que el aumento de las emisiones de gas de invernadero está cambiando los patrones de viento en los Andes centrales, reduciendo el flujo de aire húmedo desde la región amazónica hacia la cordillera y generando, por tanto, un aumento de la sequedad, comentó Neukom.

La deforestación de la selva tropical amazónica y un descenso de los niveles de agua descongelada procedente de los glaciares podría empeorar el problema, dijeron científicos.

Los residentes locales necesitan ayuda para adaptarse a los niveles más bajos de lluvia, incluyendo embalses artificiales para recoger agua, y otras técnicas de mitigación, indicaron investigadores.

Autores

Reuters