El ministro de gobierno, Hugo Moldiz, denunció que intereses políticos y mediáticos pretenden construir una imagen de Bolivia como si fuese un "narcoestado o Estado fallido", cuyo objetivo es favorecer a la política de intervención de Estados Unidos.

La Paz. El ministro de gobierno, Hugo Moldiz, denunció este sábado que intereses políticos y mediáticos pretenden construir una imagen de Bolivia como un "narcoestado o Estado fallido" para favorecer a la política de intervención de Estados Unidos.

"Las investigaciones en Bolivia sobre vínculos de narcotraficantes con altos jefes de la Policía no obedecen a un reportaje publicado ni a especulaciones político mediáticas, sino a quienes apuestan a convertir al Estado boliviano en un narcoestado o Estado fallido, que en la teoría política y en la práctica política, le sirve a Estados Unidos para desarrollar diversas formas de intervención", dijo a la prensa.

De esta manera se refirió a la serie de críticas de la oposición y publicaciones de medios de prensa locales que manifestaron que el narcotráfico había perforado a instituciones estatales como revelara en reportajes la revista brasileña Veja y la estadounidense Univisión.

Según la principal autoridad de la seguridad interna del país andino amazónico, Bolivia es soberana y actúa en las investigaciones como lo es en el caso del detenido ex comandante de la Policía, general Oscar Nina, vinculado al narcotráfico.

Rechazó que el Estado Plurinacional se guíe por publicaciones de prensa, que a su juicio, quieren construir mediáticamente la figura de un "narcoestado, como la revista Veja o como un Estado fallido, como Univisión".

Univisión transmitió el 7 de septiembre de 2011 que el narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, había sacado provecho del ambiente de corrupción y complicidad que se vive en Bolivia para ampliar el horizonte de sus negocios y enviar a uno de sus hijos a este país.

En julio de 2012, la revista brasileña Veja publicó un reportaje con el nombre de "La república de la cocaína", basado en informes de la propia policía boliviana, que relata que dos personajes allegados al gobierno estuvieron reunidos con el narcotraficante brasileño Maximiliano Dorado Munhoz Filho, sentenciado en su país.

El ministro Moldiz manifestó que el ex comandante de la Policía habría facilitado a los "operadores de cárteles del narcotráfico" la salida de droga del país. Además, indicó que Nina tuvo vínculo con el hijo de Joaquín Chapo Guzmán, Jesús, quien llegó a Santa Cruz en 2011.

Nina junto a su hijo el teniente Hugo Nina Morales y el mayor Javier Millán fueron detenidos preventivamente en la cárcel de Palmasola la noche del miércoles, por los delitos de legitimación de ganancias ilícitas y enriquecimiento ilícito, mientras que su esposa e hija fueron liberadas con una fianza de US$3.000 cada una, y arresto domiciliario.

Este caso ha repercutido políticamente en Bolivia, que hasta el presidente Evo Morales manifestó su condena contra estas acciones y pidió extremar esfuerzos para dar contra toda acción irregular de las actuales y ex autoridades que sean sospechosas de irregularidades.