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El nuevo equilibrio de fuerzas políticas de cara a la segunda vuelta en Colombia
Viernes, Mayo 30, 2014 - 07:19

Mientras la ex candidata conservadora se sumó a la campaña de Zuluaga, varios parlamentarios de esa colectividad se fueron con Santos. Los Verdes y el Polo en libertad; el PIN respalda al presidente.

Cinco días después de la primera vuelta de la elección presidencial, el panorama comienza a aclararse de cara al pulso definitivo -el del próximo 15 de junio- en lo que tiene que ver con el reacomodo de las diferentes fuerzas políticas en torno a los dos candidatos que siguen en contienda: Juan Manuel Santos, de la Unidad Nacional, y Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático. Lo claro es que desde el mismo domingo en la noche, una vez se conocieron los resultados, las dos campañas comenzaron los contactos para ‘seducir’ a quienes se quedaron por fuera del juego electoral, así como a otros movimientos que hasta el momento se habían mantenido a la expectativa, léase Opción Ciudadana, antiguo PIN.

Un reacomodo que, de todas maneras, debe tener en cuenta la sentencia de Enrique Peñalosa: “Creo que la mayoría de mis votantes no harán lo que yo les diga”. Y es cierto, seguramente son otras las consideraciones que los ciudadanos tendrán ahora para escoger entre sólo dos opciones, lejos de lo que los analistas llaman “disciplina partidista”. Pero de todas maneras las alianzas sí sirven para generar un ambiente de respaldo y no se puede negar la existencia de lo que se consideran “votos amarrados”, donde los líderes políticos manejan -enmermelados o no, para entrar en la discusión de moda- un caudal que, al final, suma.

Por el lado reeleccionista, la estrategia es reconquistar la capital, fortín en el que se creía era fuerte Germán Vargas Lleras, fórmula vicepresidencial, pero que se perdió en las urnas con el uribismo, tanto en las elecciones a Congreso como en las presidenciales. Líderes de la Unidad Nacional se reunieron ayer para ultimar detalles de cómo vencer a Zuluaga en las localidades de la capital, donde éste ganó el pasado domingo. Y para ese propósito, las fichas claves serán David Luna, Carlos Fernando Galán y Gina Parody. No obstante, ninguna de estas figuras quiso integrar sus actividades con las de políticos provenientes del petrismo y otros sectores de la izquierda, que recientemente se sumaron a la causa santista, en aras de la paz, como es el caso de la representante Ángela Robledo, Antanas Mockus y John Sudarsky.

“No integramos actividades porque, aunque compartimos la prioridad de obtener la paz para Colombia, el progresismo no va a ingresar a la Unidad Nacional. Los petristas se la jugarán con la estrategia que les ha funcionado, que es ir cuadra a cuadra hablando con la comunidad, mientras los líderes que salen del Gobierno y los que ya estaban trabajarán con líderes de cada localidad”, dijo Alfonso Prada, jefe de debate de la campaña del presidente Santos en Bogotá.

El senador Roy Barreras, por su parte, se refirió a los rumores sobre la eventual salida de Roberto Prieto como gerente de campaña. “Él va a seguir gerenciando, pero está claro que muchos de los errores que se cometieron en la primera vuelta, sobre todo en las regiones, fueron administrativos. Con la ayuda de los líderes que se están vinculando a la campaña vamos a superarlos”, sostuvo. Agregó que no es cierto que el expresidente César Gaviria, jefe de debate del presidente Santos, haya usurpando funciones de Prieto.

Ahora, en la campaña santista no cayó bien que Óscar I. Zuluaga haya sostenido que, con condicionamientos, continuará con el proceso de paz con las Farc. El mismo presidente Santos, después de reunirse con académicos, periodistas, artistas y otras personalidades que le expresaron su apoyo, dijo que “con la paz no se juega. Ojalá ese pronunciamiento sea honesto. Lo único que falta es que nos digan que ya enviaron delegados a La Habana y que están negociando con las Farc”, manifestó en tono irónico.

De hecho, El Espectador conoció versiones del viaje a Cuba de Camilo Gómez, ex comisionado de paz y quien fuera la fórmula vicepresidencial de Marta Lucía Ramírez, hoy convertida en jefe de debate de Zuluaga para la segunda vuelta. Sin embargo, la delegación de paz de las Farc negó que se estuvieran tendiendo puentes con el uribismo y, al mismo tiempo, fuentes oficiales negaron que Gómez estuviera ya en la isla.

Otro que entró en el juego fue el partido Opción Ciudadana, siempre criticado por el escándalo de la parapolítica, pero que en las condiciones actuales —con los cerca de 550 mil votos que obtuvieron en las elecciones al Senado— representa un jugoso premio. Ayer, Santos, en un encuentro privado, se reunió con los parlamentarios de esa colectividad a quienes les pidió el respaldo a su reelección, nuevamente, en aras de la paz.

En el encuentro hubo diferentes posiciones. Unos le manifestaron abiertamente su respaldo porque consideran que la reelección es la mejor opción, entre ellos Alirio Moreno, presidente de la colectividad, el representante Heriberto Escobar y el senador Samuel Arrieta. También hubo parlamentarios, como la senadora Doris Vega, que condicionó el apoyo electoral a cambio del reconocimiento de Opción Ciudadana como parte de la coalición de gobierno. Otros no asistieron porque apoyan a Zuluaga.

Lo claro es que aún no hay decisión entre apoyar a Santos o a Zuluaga, con quien se reunirán el fin de semana. Pero según pudo indagar El Espectador, la tendencia es a apoyar la reelección o dejar en libertad a sus militantes, como sucedió en primera vuelta. Incluso hay casos particulares: en Santander, el exgobernador Hugo Aguilar y su hijo, el senador Mauricio Aguilar, están con Zuluaga, pero su otro hijo, el gobernador Richard Aguilar, está con Santos. La última palabra la tomará la Dirección Nacional del partido, que se reunirá el lunes y donde no está garantizado que la mayoría parlamentaria imponga su decisión, pues la componen más de 70 miembros que tienen un fuerte arraigo en el uribismo.

Por los lados de la izquierda la tendencia es evidente: apoyar el proceso de paz entre Santos y las Farc ha sido el eufemismo para apoyar la reelección. La Unión Patriótica, por ejemplo, dio a conocer un comunicado público en el que invita a sus militantes a votar por Juan Manuel Santos, “ya que en las actuales circunstancias representa la paz por la vía del diálogo”, señala el comunicado. Por su parte, el Polo Democrático no le caminó a la reelección, tampoco a Zuluaga ni al voto en blanco, y dejó en libertad a sus militantes. “El próximo 15 de junio deberán decidir por quién votar, en blanco o abstención. Es de autonomía y conciencia del elector tomar su decisión”, anunció anoche la excandidata de esa colectividad Clara López.

Fuentes de este diario señalaron que existía un empate técnico: 10 votos por apoyar la reelección, 10 por el voto en blanco o la abstención y nueve indecisos. El senador Jorge Robledo, el más votado del país en las pasadas elecciones, impulsaba el voto en blanco con el argumento de que en estas elecciones no sólo hay dos opciones; mientras que el senador Iván Cepeda defendía la necesidad de respaldar el proceso de paz.

Pero si de divisiones se trata, el Partido Conservador también partió cobijas entre quienes apoyan a Santos y los que respaldan a Zuluaga. Un grupo cercano a 40, pero en la carta aparecen 37 firmas, respaldó al mandatario. Mientras que otros 40 siguieron a Marta Lucía en su alianza con el uribismo.

Así las cosas, una parte del Partido Conservador está con Zuluaga, así como también lo acompaña una fracción de Opción Ciudadana; mientras que con Santos se alinean una parte importante del Partido Verde, los barones electorales del Partido Conservador; un grupo importante del Polo Democrático, La Unión Patriótica y diversos movimientos de la izquierda. Falta ver cuántos votos ponen estas colectividades.

Autores

ELESPECTADOR.COM