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Lucha de candidatos masculinos contra candidatas femeninas tiñe elección legislativa de México
Viernes, Junio 8, 2012 - 15:07

Cuatro de cada 10 parlamentarios en el Congreso de México deben ser del sexo femenino, pero lograrlo se hace cuesta arriba en una cultura donde aún algunas piden permiso a sus maridos para decidir por quién votar.

México DF.  Ser mujer en un país machista como México y con una fuerte desigualdad social es un desafío y aún más si la profesión escogida es en la política, donde debe librar constantes batallas por ganar espacios tradicionalmente ocupados por los hombres.

Cuatro de cada 10 parlamentarios en el Congreso de México deben ser del sexo femenino, pero lograrlo se hace cuesta arriba en una cultura donde aún algunas piden permiso a sus maridos para decidir por quién votar.

En la carrera por ocupar una banca en el Congreso de México y en varios legislativos estatales, que serán renovadas en las elecciones del 1 de julio, surgieron pugnas y manipulaciones en los partidos para obstaculizar el camino a las féminas.

Todo ello pese a que México es uno de los países en América Latina donde las mujeres han logrado que las leyes establezcan para ellas un mínimo de 40% de los escaños en el Congreso federal y cuotas menores en algunos estatales.

En otros países de la región como Argentina, Brasil, Paraguay o Perú, la llamada "cuota de género" es de entre el 20 y el 30% y en Chile ni siquiera existe.

Pese al porcentaje establecido, los partidos políticos en México ignoraron la cuota y presentaron listas que no cumplían con la ley o recurrieron a la vieja trampa de colocar a una mujer como titular de una candidatura y a un hombre como suplente.

Este último artificio amenazó con reeditar el escandaloso episodio del 2009 conocido como "las Juanitas", en el que ocho diputadas de diferentes partidos pidieron licencia en la primera sesión de trabajo legislativo para dar paso franco a sus suplentes, todos hombres, entre ellos un esposo y un hermano.

"Los partidos políticos están obligados a postular a mujeres como candidatas y suplentes para evitar el mismo fraude a la ley (el de las Juanitas) pero (...) siempre buscarán cómo sacarle la vuelta a la obligación, por lo que tenemos que trabajar más culturalmente para romper con el patriarcado", dijo la senadora del PRI, María de los Angeles Moreno.

La cuota de género fue aprobada en el 2008 a través de una reforma al código electoral y entró en vigor al año siguiente.

Esta vez, el Instituto Federal Electoral (IFE) dejó fríos a los dirigentes partidistas cuando el 27 de marzo les dio 48 horas para que adecuaran sus listas con el fin de cumplir las cuotas tanto en titulares como en suplentes.

En México, aún es mal visto que un hombre colabore en las tareas del hogar para que su pareja pueda desarrollarse como profesional, pese a que en más del 70 por ciento de los hogares hay aportación económica de las mujeres, ya sea como jefas de familia o como soporte compartido.

La pugna por las bancas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país por 71 años seguidos hasta el 2000 y que fue señalado frecuentemente de autoritarismo y corrupción, es uno de los más reacios a dar espacios a las mujeres, según legisladoras de esa organización.

Ahora apuesta a retomar el poder de la mano del ex gobernador Enrique Peña Nieto, quien marcha como favorito en los sondeos de opinión.

En estas elecciones es la primera vez que una fuerza política poderosa como el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) presentó a una mujer como candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, quien dejó atrás a varios funcionarios del presidente Felipe Calderón en la carrera hacia la candidatura.

Sin embargo, hay versiones de que no cuenta con el apoyo necesario dentro de su partido y, si bien comenzó la campaña en segundo lugar después de Peña, ahora se ubica tercera, detrás del candidato izquierdista Andrés Manuel López obrador.

La exigencia del IFE hizo que cerca de 120 candidatos de los tres principales partidos tuvieran que ceder sus lugares a mujeres, provocando la ira de muchos de ellos que ya habían hecho campaña, algunos con dinero propio.

Una buena parte de los hombres que fueron obligados a ceder sus candidaturas, colocaron en su lugar a mujeres con escasa o nula trayectoria política, algunas sus esposas o hijas.

"El problema no fue acatar, fue cómo se hicieron las cosas (...) Por lo apresurado de esta decisión se integró a personas desconocidas, no digo que todas, pero sí en su mayoría", dijo un candidato desplazado, del PAN, que prefirió el anonimato y que presentó una demanda ante el tribunal.

Por otro lado, algunas mujeres que compitieron por las candidaturas y que no fueron tomadas en cuenta para cubrir las cuotas se rebelaron, como Miriam Muñoz, una maestra que estuvo 18 días en huelga de hambre en el estado de Baja California Sur.

Pese a la medida, tomada contra lo que consideró una manipulación de las listas por parte del gobernador Marcos Covarrubias, Muñoz no tuvo éxito.

La candidata a senadora por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandra Barrales, dijo que la actuación de las políticas en México es mirada con lupa, se les exige más que a los hombres, y señaló que la falta de avance de Vázquez Mota le resta fuerza a futuras candidatas.

"Impactará negativamente a otras mujeres que buscan un espacio en la política si el papel de la primera candidata a la presidencia es precario", dijo en entrevista con Reuters.

Estudios muestran que las mujeres que quieren un lugar en la política tienen mucho por hacer, tanto dentro de los partidos para obtener un cargo de elección popular como en lo cultural.

Según un trabajo del Observatorio Legislativo sobre el avance de la participación política de las mujeres en la Cámara de Diputados, que se renueva cada tres años, la presencia femenina crece en apenas 1,13% en cada elección.

De mantenerse ese ritmo, deberán pasar 76 años para que las mujeres ocupen la mitad de las bancas, en igualdad con los hombres.

Bajo la lupa. En la legislatura que finalizó el 30 de abril, 29 mujeres ocuparon bancas en el Senado -de 128 miembros-, y 168 lo hicieron en diputados que tiene un total de 500 legisladores.

"En ciertos estados de la República hay mujeres que se han querido registrar (como candidatas), pero los hombres se les ponen enfrente de la puerta y les dicen: 'tú no entras', así, en plan de 'te golpeo si quieres entrar'", dijo la intelectual feminista Marta Lamas.

"Así, el partido puede decir 'no vino ninguna mujer a registrarse' (...) Toda una estrategia en algunos lugares más fuertes y más evidentes", agregó.

Claudia Zavala, consejera del Instituto Electoral del Distrito Federal, dijo a Reuters que es falso el argumento de que no hay suficientes candidatas.

Incluso, los partidos reciben hasta un presupuesto especial para promover la participación política femenina, sólo que a veces lo utilizan en otros rubros.

En México un 8% de las habilitadas para votar pide permiso a sus parejas para decidir por quién lo harán, mientras que un 21% de la población en general considera que las mujeres tienen menos capacidad que los hombres para ejercer cargos importantes, según encuestas del Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (Conapred).

"Creo que las cosas han cambiado, pero sí persiste en la cultura que tú, como mujer, tienes que cumplir con más quehaceres en la casa que ellos", dijo Aline Juárez, una dentista recién graduada, casada y madre de una niña.

Autores

Reuters