Funcionarios británicos describieron este lunes como delincuentes a los alborotadores que el fin de semana atacaron a la policía, saquearon tiendas e incendiaron edificios, y dijeron que la violencia no afectaría los preparativos para los Juegos Olímpicos de 2012.
Londres. Funcionarios británicos describieron este lunes como delincuentes a los alborotadores que el fin de semana atacaron a la policía, saquearon tiendas e incendiaron edificios, y dijeron que la violencia no afectaría los preparativos para los Juegos Olímpicos de 2012.
La policía arrestó a más de 160 personas en Londres tras los peores disturbios vistos en años, que comenzaron en el barrio multiétnico de Tottenham. El sector, donde residen mayormente personas de bajos recursos, está cerca del parque olímpico que acogerá a millones de visitantes el año próximo.
"Fue innecesario, oportunista y violento, nada más y nada menos. Es totalmente inaceptable", dijo el vice primer ministro Nick Clegg.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, dijo que esperaba que la ciudad "tenga unos maravillosos Juegos Olímpicos, no importa lo que pasara anoche".
La ministra de Interior Theresa May tuvo que suspender sus vacaciones y regresar a Londres para reunirse con oficiales de la policía durante la tarde, según fuentes del Gobierno.
Nueve agentes resultaron heridos en lo que la policía calificó como "delincuencia por imitación" en varias partes de Londres la noche del domingo, aunque los daños parecían ser menores que los registrados el sábado en Tottenham.
Los disturbios se produjeron en medio de sombrías perspectivas en Reino Unido, donde la economía tiene dificultades para crecer, mientras el Gobierno impone recortes de gasto y alzas de impuestos para ayudar a eliminar un déficit presupuestario que asciende a más del 10 por ciento del PIB.
Autoridades cuestionadas. La policía londinense ha sido criticada por su gestión de las últimas grandes protestas contra las medidas de austeridad, y sus máximos funcionarios dimitieron hace poco por el escándalo de escuchas telefónicas de News Corp.
Mientras los políticos británicos se apresuraron a culpar de la violencia a delincuentes, residentes dijeron que la indignación, el alto índice de desempleo y los recortes en servicios públicos, asociados al resentimiento de la policía, jugaron un papel muy importante.
"Tottenham es una zona marginal. El desempleo es muy, muy alto, están frustrados", dijo Uzodinma Wigwe, de 49 años, que hace poco fue despedido del trabajo como limpiador.
La Policía Metropolitana, que controlará la seguridad en los Juegos Olímpicos de Londres en lo que se espera sea la mayor operación policial en el país en tiempos de paz, rechazó las sugerencias de que no logró anticiparse el problema.
Steve Kavanagh, un comisionado adjunto de la fuerza, dijo que la primera prioridad fue garantizar la seguridad de los equipos de bomberos que fueron atacados cuando intentaron sofocar las llamas.
"No estábamos desprevenidos", dijo. "Había que determinar las prioridades y los recursos se pusieron donde había mayores riesgos. Hemos experimentado un rápido aumento de los niveles de violencia", explicó.
El problema comenzó tras el funeral de un hombre abatido por agentes que buscaban el jueves en Tottehnham. La policía dijo que requisó un arma ilegal en el lugar y una bala fue hallada en una de las radios de un agente.
Pero el diario Guardian reportó que las pruebas iniciales sugerían que la bala en la radio era de un policía. El organismo de control policial está investigando el incidente y no hizo comentarios sobre la información.
La policía dijo que hubo más saqueos en el norte, este y sur de Londres el domingo por la noche. Unos 50 jóvenes también causaron daños en tiendas de Oxford Street, una de las mayores vías comerciales del centro de la capital británica.