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Brasil llora a los 231 muertos de Santa María
Martes, Enero 29, 2013 - 13:56

La plácida localidad de 261.000 habitantes, en el interior de Rio Grande do Sul, cerca de la frontera con Argentina y Uruguay, se viste de luto por la muerte de 231 personas, la mayoría estudiantes, en un incendio en una discoteca.

“Kiss” es el nombre de la discoteca que ardió en la madrugada del pasado 27 de enero en la ciudad brasileña de Santa María, en la que perdieron la vida 231 personas y otras 112 resultaron heridos de distinta consideración.

Víctimas en su mayoría estudiantes, pertenecientes a las diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María que celebraban una fiesta en la citada discoteca. Una festejo que termina en tragedia en esta tranquila  localidad del estado de Río Grande do Sul y que ha conmocionado a todo el mundo.

El incendio comenzó hacia las 02.30 hora local (04.30 GMT), cuando fue encendido en el escenario de la discoteca un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como "Lluvia de plata", cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.

"Todo comenzó porque utilizaron artefactos pirotécnicos en un local cerrado. Eso generó un incendio y un humo muy tóxico que se expandió rápidamente", explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Río Grande do Sul, coronel Guido de Melo.

Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un establecimiento cerrado, contribuyeron a la tragedia el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar las puertas para evitar que el público saliese sin pagar, según los bomberos.

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En el momento de la tragedia eran cerca de mil personas las que se encontraban en el interior del local, cuya licencia de funcionamiento estaba caducada desde agosto pasado, informaron hoy las autoridades.

Las llamas, la caída del fluido eléctrico y la humareda generaron pánico entre los asistentes a la fiesta y una estampida hacia las puertas, donde muchos murieron pisoteados.

La policía brasileña ya ha arrestado a uno de los propietarios de la discoteca, así como a dos de los músicos que actuaban en el momento de la tragedia, según fuentes oficiales citadas por medios locales. Los arrestos, con carácter provisional, fueron solicitados por el comisario Marcelo Arigony, responsable de investigar el incendio más trágico de Brasil en los últimos cincuenta años.

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LAS LÁGRIMAS DE LA PRESIDENTA

La tragedia obligó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a suspender sus compromisos en Chile, donde participaba de la Cumbre Celac-Unión Europea, y viajar inmediatamente a Santa María para reunirse con los familiares de las víctimas.

"Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Les pedí a todos los ministros ayudar en lo que puedan y trasladarse allí, y yo también estaré allí", dijo poco antes de embarcar.

 La mandataria, que vivió la mayor parte de su vida en Río Grande do Sul, donde aún residen su hija y su nieto, lloró junto con los familiares de las víctimas en un clima de conmoción generalizado.

Según listas divulgadas por los medios locales, el incendio en Santa María es el más trágico en los últimos cincuenta años en Brasil, y sólo le supera el ocurrido el 17 de diciembre de 1961, hace más de medio siglo, en una función de un circo en la ciudad de Niteroi, en el que murieron al menos 503 personas.

Autores

EFE