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China detiene a 45 personas por escándalo en torno a fármaco envenenado
Lunes, Abril 23, 2012 - 10:46

El gobierno dijo que las empresas involucradas vendían cápsulas de gel fabricadas con gelatina industrial, la cual presenta un contenido de cromo mucho mayor al de la gelatina que debían usar.

Pekín. La policía china detuvo a 45 personas, arrestó a nueve e incautó más de 77 millones de cápsulas envenenadas con cromo en el último escándalo de seguridad de productos, que generó gran preocupación en el público pese a los reiterados intentos por mejorar la situación.

El gobierno dijo que las empresas involucradas vendían cápsulas de gel fabricadas con gelatina industrial, la cual presenta un contenido de cromo mucho mayor al de la gelatina que debían usar.

En un comunicado emitido la noche del domingo, el ministerio de Seguridad Pública indicó que también cerró 80 líneas de producción ilegales tras una semana de inspecciones centradas en las provincias de Zhejiang, Hebei y Jiangxi.

"El ministerio está prestando el máximo nivel de atención al caso del exceso de cromo en cápsulas de uso médico, y está enviando equipos de investigación diariamente", señaló el comunicado publicado en la página de internet de la cartera.

El ministerio "está impulsando con toda su fuerza investigaciones y soluciones rápidas", agregó el escrito.

La cartera no brindó detalles sobre a quiénes había detenido y arrestado, ni los cargos que esas personas enfrentan.

Aunque no ha habido reportes de muertes o enfermedad causadas por el consumo de las cápsulas, la exposición prolongada al cromo puede provocar daño severo en ciertos órganos.

En los últimos años, China ha estado inmersa en diversos escándalos de seguridad alimentaria y farmacológica.

En el 2008, al menos seis niños murieron y casi 300.000 enfermaron al consumir leche en polvo contaminada con melamina, un químico industrial que se agrega a la lecha de mala calidad o diluida con el fin de que los controles de calidad arrojen falsamente niveles elevados de contenido proteico.

Si bien el gobierno ha manifestado reiteradas veces su compromiso por terminar con el problema, debe lidiar con un marco regulatorio confuso y aún en desarrollo.

Autores

Reuters