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Filipinas empieza la reconstrucción y a enterrar a sus muertos
Miércoles, Diciembre 21, 2011 - 11:11

El jefe de la agencia nacional de desastres, Benito Ramos, dijo que el número de muertos era 1.002 y que seguía habiendo decenas de desaparecidos en la isla de Mindanao.

Los habitantes de dos ciudades del sur de Filipinas, destrozadas por el paso de un tifón que dejó algo más de 1.000 muertos y obligó a centenares de miles de personas a dejar sus hogares, comenzaron el miércoles la dura tarea de reanudar sus vidas mientras las autoridades enterraban a los fallecidos en cámaras de cemento.

El jefe de la agencia nacional de desastres, Benito Ramos, dijo que el número de muertos era 1.002 y que seguía habiendo decenas de desaparecidos en la isla de Mindanao, después de que aludes, inundaciones repentinas y troncos arrancados por el tifón Washi arrasaran viviendas y carreteras en la madrugada del sábado, cuando la gente dormía.

"No tenemos otro sitio donde ir aparte de nuestra antigua casa", contó una mujer que dijo llamarse Marina a la cadena local de televisión ANC, y afirmó que los centros de evacuación estaban demasiado atiborrados para ir con su familia.

"Tenemos que seguir con nuestras vidas, reconstruir nuestra casa y olvidar esta tragedia. Tenemos que pedir a la gente de buen corazón que nos dé madera y hierro galvanizado para que podamos construir una nueva casa", agregó.

Washi fue uno de los tifones más mortíferos que azotó al país desde el 2008, cuando Fengshen mató a 938 personas en el centro del archipiélago del sureste asiático, según la agencia nacional de desastres. El peor fue Thelma, que en 1991 arrasó Ciudad Ormoc, en la isla de Leyte, causando inundaciones que mataron a más de 5.000 personas.

La mayoría de las víctimas de Washi se produjo en las ciudades de Cagayán de Oro e Iligan, en las que más de 275.000 personas se quedaron sin hogar y muchos tuvieron que refugiarse en decenas de centros de evacuación.

Algunos volvieron a sus pueblos para intentar reanudar sus vidas y reconstruir sus hogares destrozados. Las imágenes de televisión mostraron a algunas personas sacando barro, limpiando muebles y lavando ropa al sol.

Washi provocó más de 180 milímetros de lluvia en 24 horas sobre el norte de Mindanao, por encima de los 113 milímetros de media para todo diciembre en esa zona, según Rosalina de Guzmán, de la oficina de datos climáticos. Es el peor tifón en la zona desde hace más de 50 años, o desde noviembre de 1958, cuando cayeron 227 milímetros, agregó.

ATESTADOS

Algunos de los desplazados pasaron la noche en las aceras debido a que los colegios, iglesias, gimnasios y bases del Ejército utilizadas como refugios estaban atestados, aumentando los temores sobre la salud pública debido a las deficientes condiciones higiénicas y la falta de agua potable.

Néstor dela Cruz, cuya casa de dos plantas fue barrida por las aguas al mar, pidió al Gobierno que traslade a su familia y vecinos a un lugar más seguro. Alrededor del 70 por ciento de las casas en su pueblo quedaron destruidas o muy dañadas.

"Vamos a volver a nuestro pueblo, pero agradeceríamos la ayuda gubernamental si nos pudieran dar tierra y construirnos nuevas viviendas", añadió.

Ramos, un general retirado, dijo que se tardará en levantar nuevas comunidades para los desplazados, ya que el objetivo ahora son las operaciones de búsqueda de desaparecidos, asistencia y recuperación.

El ministro del Interior, Jesse Robredo, dijo que el presidente liberó al menos 50 millones de pesos (1,14 millones de dólares) para comenzar la reconstrucción en las dos ciudades.

Las autoridades locales seguían enterrando a los muertos en Iligan, muchos de ellos cadáveres en avanzado estado de descomposición, en unas cámaras de cemento nuevas construidas en un cementerio público.

El martes, el presidente Benigno Aquino declaró el estado de calamidad nacional y ordenó una investigación sobre el desastre. Además dijo que el Gobierno podría usar más de 1.000 millones de pesos (22,79 millones de dólares) en fondos para desastres y créditos blandos de instituciones multilaterales como el Banco Mundial para la reconstrucción .

Según la agencia nacional de desastres, las inundaciones han destrozado infraestructuras, colegios y hospitales por un valor de casi 1.000 millones de pesos.

En tanto, el Ministerio de Agricultura informó de daños por valor de más de 15 millones de pesos en cosechas, sobre todo de arroz y maíz.

Autores

Reuters