Pasar al contenido principal

ES / EN

Guillermo y Kate Middleton, declarados marido y mujer
Viernes, Abril 29, 2011 - 05:41

El príncipe Guillermo y Kate Middleton contrajeron matrimonio este viernes en la Abadía de Westminster. Los novios se dieron el "Sí, quiero", tras lo cual fueron declarados "marido y mujer", en la ceremonia religiosa seguida por unas 2.000 millones de personas en el mundo entero.

Londres. El príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, y su novia Kate Middleton se casaron el viernes en la abadía de Westminster en una deslumbrante ceremonia llena de pompa y boato real que ha atraído una enorme audiencia en todo el mundo e insuflado una nueva vida a la monarquía.

Guillermo, de 28 años, y Middleton, de 29, intercambiaron sus votos ante casi 2.000 invitados en la abadía y ante una audiencia en televisión e Internet de millones de personas.

Fueron declarados casados formalmente por el arzobispo de Canterbury Rowan Williams, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra.

El novio llevaba el brillante uniforme rojo de coronel de Guardias Irlandeses mientras las campanas repicaban cuando entró en la histórica abadía, mientras que la novia llevaba un vestido diseñado por Sarah Burton, firma de Alexander McQueen.

Entre los invitados que llenaron la iglesia de coronación de la monarquía desde que Guillermo el Conquistador fue coronado allí en 1066 había realeza de todo el mundo - entre ellos los invitados españoles, la reina Sofía y los príncipes Felipe y Letizia -, políticos y amigos, además de famosos como David y Victoria Beckham o Elton John.

Miles de personas de todo el mundo esperaban en el exterior, muchos de ellos después de pasar la noche acampados, en un intento de ver a los futuros reyes del país, impulsando una sensación de bienestar que ha sacado al país brevemente del desánimo por la crisis económica.

"La gente que vea esto debe pensar que estamos completamente locos, pero simplemente no hay comparación", dijo Denise Mill, una mujer de 58 años del sur de Inglaterra. "Simplemente tenía que estar aquí".

Junto a ella, la multitud se imbuyó en el espíritu festivo en un día fresco y nublado, ondeando la bandera nacional, que ya inunda las calles de la capital británica.

También se espera una gran presencia en el exterior de la residencia londinense de la reina Isabel II, el Palacio de Buckingham, para el esperado momento en el que los ya marido y mujer salgan al balcón para darse un beso.

Unos 8.000 periodistas y personal técnico han llegado para retratar el momento, y aunque algunos dudan el cálculo del Gobierno británico de una audiencia mundial de 2.000 millones de personas, desde luego se espera que la vean varios cientos de millones.

El matrimonio entre Guillermo, segundo en la sucesión al trono, y su novia, apodada "Waity Katie" (Kate la que espera) por su larga relación, ha favorecido una recuperación de la popularidad de la monarquía.

Varios escándalos con miembros de la familia real, las dificultades económicas del país y la muerte de Diana en un accidente de coche en París en 1997 a los 36 años tras divorciarse del príncipe Carlos, llevaron a muchos a cuestionarse el futuro de una institución con profundas raíces en el pasado imperial británico.

Pero la imagen de Guillermo como una figura menos distante y más equilibrada que su padre, y el hecho de que Middleton, de 29 años, sea la primera "plebeya" que se case con un príncipe tan próximo a la corona en 350 años parece haber ayudado a la monarquía.

En una inesperada aparición el jueves por la noche, el novio se acercó a las numerosas personas que esperaban en el Mall, la avenida que lleva al Palacio de Buckingham, estrechando manos y hablando alegremente con los entusiastas presentes.

Un sondeo del diario Daily Mail mostró que el 51% de los británicos cree que la boda reforzará la monarquía en el país, frente al 65% que dijo que el matrimonio de 2005 entre el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles la debilitó.

Sin embargo, aunque la reina Isabel II, de 85 años, tiene poderes limitados y su papel es sobre todo simbólico tanto en Reino Unido como en las antiguas colonias de la Commonwealth, los detractores cuestionan los privilegios que tienen ella y su familia, sobre todo en un momento en el que la economía está muy débil. La monarquía cuesta oficialmente a los contribuyentes unos 40 millones de libras, mientras que los antimonárquicos lo sitúan en unos 180 millones.

Autores

Reuters