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Italianos, desesperados, abandonan búsqueda de empleo
Sábado, Noviembre 6, 2010 - 08:36

"Con la crisis, todo es más difícil", dijo el napolitano de 35 años, quien vive con sus padres para cubrir sus gastos y los de su hijo de 10 años.

Napoles. Después de esperar por años un puestocomo dependiente de algún negocio, Dino Giordano decidió que buscar unempleo estable era una pérdida de tiempo: ahora vende pañuelosdescartables a los automovilistas en los semáforos.

"Conla crisis, todo es más difícil", dijo el napolitano de 35 años, quienvive con sus padres para cubrir sus gastos y los de su hijo de 10 años.

Giordanoes parte de una creciente ola de desesperación en el mercado laboralitaliano, donde los puestos que escasean incluso en tiempos deexpansión han sido erradicados por la peor recesión vista en Italiadesde la Segunda Guerra Mundial.

Incluso aunquela economía se recupera lentamente, un número récord de italianos estánabandonando la búsqueda de trabajo estable por completo, apoyándose ensus familias o arreglándoselas con pequeños trabajos irregulares, nocontemplados en las estadísticas oficiales.

Elnúmero de italianos en edad laboral clasificados como "inactivos" -esoes, ni empleados ni en busca de trabajo- alcanzó un récord de 14,99millones en agosto, la cifra más alta desde que la agencia deestadísticas Istat empezó a contabilizarlos en el 2004.

En2009, aproximadamente un 37,6% de los italianos de entre 15 y64 años estaban inactivos, comparado con el 28,7% de la zonadel euro, según la oficina de estadísticas de la UE, Eurostat.

Yaque sólo aquellos que buscan trabajo activamente en las últimas cuatrosemanas son calificados como desempleados, las personas que han perdidoel estímulo para seguir haciéndolo son consideradas "inactivas".

Suscrecientes filas debilitan el gasto del consumidor y proporcionan unfértil terreno de reclutamiento para la creciente economía informal.

También constituyen un punto negro en el índice de desempleo de Italia.

Enun 8,2%, el índice oficial de desocupación de Italia está pordebajo del promedio de 10,1% de la zona del euro y lejos del20% de desempleo de España. Pero eso se debe a que no toma encuenta el dramático nivel de trabajadores auto declarados inactivos,según economistas.

"Muchos en el Gobiernoitaliano dicen que a Italia le está yendo mucho mejor que a la mayoría,pero eso es engañoso porque existen muchas personas que han dejado debuscar trabajo", dijo Giulio Zanella, profesor adjunto de laUniversidad de Bolonia.

"El índice de desempleoen España, por ejemplo, es mucho mayor que aquí, pero el índice deempleo allí también es más alto ya que en España trabaja una mayorproporción de personas que en Italia", agregó.

Loque resulta más preocupante, el porcentaje de italianos inactivosdebido a que sintieron que no había trabajo estable disponible aumentóde 3% en 1999 a 9,3% el año pasado.

Eso, comparado con el 2,1% en Alemania y el 4,6% en España, según Eurostat.

Sia esto se le añade el ejército de 1,5 millones de italianosdesanimados, el índice de desempleo salta al menos a 13%,dijo Giovanna Altieri, directora del grupo de estudios IRES, afiliadocon el mayor sindicato de Italia CGIL.

Losseguros por desempleo en Italia además son menos generosos e integralesque en la mayoría de los países de la Unión Europea: alrededor de 1,6millones de italianos no califica para beneficio alguno.

Mujeres, fuertemente afectadas. En el sur más pobre, casi uno de cada dos residentes en edad laboral está inactivo.

Lamayoría de estas son mujeres. Componen más del 63% de losinactivos en el sur, según Istat, y los analistas dicen que muchas sonjóvenes esforzándose por obtener su primer empleo.

Muchasson efectivamente "amas de casa no dispuestas", ya que el lúgubrepanorama laboral refuerza el modelo social sureño del hombre comosostén de la familia, indicó Altieri.

"Tenemos unpaís con dos modelos sociales, la mayoría de las mujeres en el nortetrabaja, de modo que existe un modelo dual de carrera, pero en el surexiste el modelo familiar en el que el jefe de hogar trabaja paramantener a la esposa y a los hijos", señaló Altieri.

TizianaDi Marzo, una maestra de 39 años en la sureña ciudad de Caserta, sesiente identificada. Pese a hablar con fluidez francés e inglés, hafracasado sistemáticamente en su búsqueda de trabajo durante 12 años.

Lospuestos en las escuelas públicas son escasos y las escuelas privadassólo le ofrecieron sueldos mezquinos, dado que es una trabajadoraindocumentada, dijo Di Marzo.

"No tiene sentido sacrificar a mi familia y alejarme de mis hijos para tener que trabajar en la economía informal", aseveró.

Economía informal. Legisladores y comercios italianos están preocupados porque lasituación está impulsando al ya pujante sector informal, que se estimaconstituye entre un 16 y 20% de la economía.

Unestudio de Confartigianato, que representa los gremios calificados,dijo que en las zonas del sur con altos índices de inactividad -dondese producen artículos falsificados y no se pagan impuestos- puedenverse mayores niveles de competencia de la economía informal.

"Laimpresión que tenemos es que, mayormente en el sur, la zona deinactividad en crecimiento podría crear un impedimento adicional paralas compañías que respetan la ley, porque sin un empleo estable, estaspersonas terminan en empleos informales", dijo Giorgio Guerrini,presidente de Confartigianato.

Ilaria Mingione,una joven de 24 años de Caserta, puede dar cuenta de ellos: pasó aformar parte de la economía informal mientras buscaba un empleo estableligado a su título universitario en psicología.

Despuésde pasar tres años en un pub ganando un mínimo de 25 euros por 10 horasde trabajo, decidió que no valía la pena, pero ahora se encuentra sintrabajo y sin suerte.

"He abandonado toda mi búsqueda laboral. ¿Qué sentido tiene? No hay empleo y la situación sigue empeorando", declaró.

"Estoypensando en irme de Italia y empezar de cero en otro lado. Por ahoraestoy depositando mis esperanzas en ganar el premio mayor de lalotería", dijo.

Autores

Reuters