José Eduardo Moreira, hijo de Humberto Moreira y sobrino Rubén Moreira, actual gobernador de Coahuila, fue encontrado muerto a inicios de mes en un paraje cercano a Ciudad Acuña, en la frontera con Estados Unidos.
México DF. Autoridades mexicanas arrestaron el lunes a tres hombres, dos de ellos policías municipales, que estarían implicados en el secuestro y asesinato del hijo de un ex gobernador estatal y ex dirigente del partido político más poderoso de México.
José Eduardo Moreira, hijo de Humberto Moreira y sobrino Rubén Moreira, actual gobernador de Coahuila, fue encontrado muerto a inicios de mes en un paraje cercano a Ciudad Acuña, en la frontera con Estados Unidos, donde vivía y trabajaba como coordinador de programas sociales del gobierno estatal.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) dijo el lunes que policías federales detuvieron en Saltillo, capital de Coahuila, a Víctor Landeros, supervisor de la policía de Ciudad Acuña y a Jorge Tenorio Takajasi, policía de ese mismo municipio.
Tenorio y Landeros habían tendido una trampa a Moreira, para luego entregarlo a sicarios del cártel de Los Zetas, quienes lo habrían ejecutado.
Las autoridades también arrestaron a Roberto Bárcenas, quien les habría dado resguardo desde la muerte del joven hasta su captura.
Con estos arrestos, se acumula alrededor de una decena de personas detenidas por estar vinculadas con la muerte de Moreira.
El asesinato tuvo un gran impacto entre los políticos, sobre todo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que regresará al poder el 1 de diciembre cuando asuma la presidencia Enrique Peña Nieto.
El PRI gobernó México de 1929 al 2000, cuando fue derrotado en las urnas por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el saliente presidente Felipe Calderón.
Humberto Moreira, quien fue un crítico del enfoque de Calderón para encarar la violencia de los cárteles, dejó la dirigencia del PRI en diciembre envuelto en un escándalo por el manejo de las finanzas de Coahuila durante su administración.
Más de 60,000 personas han muerto a causa de la violencia del narcotráfico desde que el presidente Calderón lanzó una campaña militar contra los cárteles al asumir el cargo a finales del 2006.
