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Nuevo juicio contra Mubarak reabre las heridas en Egipto
Domingo, Enero 13, 2013 - 14:48

El nuevo proceso probablemente revolverá emociones y podría sumir al Gobierno del nuevo presidente, Mohamed Mursi, en aguas peligrosas mientras trata de restablecer la ley, el orden y una economía destruida.

Egipto ordenó este domingo un nuevo juicio al depuesto presidente Hosni Mubarak después de aceptar una apelación contra su cadena perpetua, lo que abrió una vieja herida en la dolorosa transición tras décadas de Gobierno autoritario.

Mubarak, de 84 años, fue derrocado en 2011 después de 30 años en el poder y el año pasado fue condenado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad que trataban de sofocar la masiva revuelta en las calles.

Fue el primer mandatario árabe en ser llevado ante los tribunales por su propio pueblo.

Ahora, un tribunal de El Cairo ha aceptado la apelación de Mubarak y del que fue su ministro del Interior, mientras Egipto se prepara para conmemorar el segundo aniversario del levantamiento el 25 de enero.

El nuevo juicio probablemente revolverá emociones y podría sumir al Gobierno del nuevo presidente, Mohamed Mursi, en aguas peligrosas mientras trata de restablecer la ley, el orden y una economía destruida.

Egipto sigue siendo un país volátil mientras se prepara para celebrar elecciones parlamentarias en los próximos meses.

La ansiedad sobre la economía está en plena ebullición después de que las protestas, a menudo violentas, de fines de 2012 llevaron a los ciudadanos a comprar moneda y llevarse sus ahorros.

Durante los diez meses de juicio a Mubarak, muchos manifestantes acusaron a los entonces generales gobernantes y a las autoridades consideradas leales a Mubarak de estar protegiéndolo. Un nuevo juicio podría reavivar los llamamientos para una purga más profunda de quienes son considerados como vestigios de la vieja era.

"El tribunal ha fallado aceptar la apelación presentada por los acusados (...) y ordena un nuevo juicio", dijo el juez Ahmed Ali Abdel Rahman.

Una multitud de partidarios de Mubarak que acudieron a escuchar el fallo gritaron "Dios es el más grande", aplaudieron y silbaron cuando el juez leyó su conclusión. Otros grupos de seguidores repartieron caramelos en el centro de El Cairo.

La salud de Mubarak y su destino son objeto de un debate intenso en Egipto mientras la gente trata de pasar página tras décadas de un Gobierno con puño de hierro y de los disturbios políticos que siguieron a su caída.

Durante el juicio original, la imagen por televisión del que una vez fuera su temido líder postrado en una cama de hospital en la jaula de los acusados cautivó a la nación, trazando una línea bajo su era. Este nuevo juicio ciertamente revivirá recuerdos difíciles.

"Si Mubarak y sus ayudantes corruptos obtienen sentencias más leves se reavivará la revolución y habrá más derramamiento de sangre", dijo Ahmed Abdel Ghaffour, un ingeniero de 33 años en El Cairo.

El juez no aclaró las bases legales para el nuevo juicio, ni tampoco dijo cuándo podrían comenzar las audiencias.

Pero Mohamed Abdel Razek, uno de los abogados de Mubarak, declaró que se basaría en las mismas pruebas que el juicio original y que tomaría al menos cuatro meses fijar una fecha.

"No se añadirán nuevas pruebas al caso", dijo, y agregó que hubo incontables fallos en el veredicto, que "resultaron en el juicio injusto de nuestro cliente".

Después del juicio, muchos egipcios estaban decepcionados por el hecho de que Mubarak no fuera condenado explícitamente por ordenar la muerte de manifestantes, así como por lo que grupos de derechos humanos consideran abusos generalizados cometidos bajo su Gobierno.

En lugar de eso, fue declarado culpable de ser cómplice en las muertes. Unos 850 manifestantes fallecieron en el levantamiento, pero algunos grupos aseguran que la cifra es mayor.

La oposición, una alianza de liberales, laicos y cristianos, se prepara ahora para manifestaciones que coincidan con el segundo aniversario de la movilización.

¿Más protestas? El precio de la libertad que ha dejado el derrocamiento de Mubarak es una nueva política volátil que a menudo estalla en violencia callejera.

El estado exacto de la salud de Mubarak no está claro, aunque algunos medios informaron el año pasado de que estaba cerca de la muerte. Fue trasladado desde la prisión hasta un hospital militar a finales de diciembre después de romperse algunas costillas en una caída.

Su equipo de abogados ha presionado para trasladarlo a unas instalaciones mejor equipadas y ha dicho que no estaba recibiendo el tratamiento adecuado.

Mubarak seguirá bajo custodia mientras se enfrenta a nuevos cargos del fiscal de fondos públicos por recibir regalos valorados en millones de libras egipcias del diario estatal egipcio, Al-Ahram.

El ex mandatario no ha hablado en público sobre los hechos que siguieron a su caída y no dijo casi nada durante el juicio más allá de confirmar su presencia y negar los cargos.

El tribunal también revocó veredictos de no culpabilidad sobre Mubarak, sus dos hijos y un ex ayudante por cargos de corrupción y ordenó repetir el juicio a seis ayudantes del ex ministro del Interior Habib al-Adli.

El abogado Abdel Razek dijo que el nuevo grupo de jueces podría considerar la salud de Mubarak cuando emita un veredicto.

Autores

Reuters