Pasar al contenido principal

ES / EN

Siria: se escuchan disparos mientras se extienden las protestas
Sábado, Marzo 26, 2011 - 08:48

Decenas de personas han muerto durante la última semana en torno al sur de la ciudad de Deraa, dijeron funcionarios médicos, y hubo reportes sobre más de 20 muertos este viernes.

Damasco. El presidente Bashar al-Assad enfrenta este sábado la más profunda crisis de sus 11 años de gobierno, con una ciudad bajo control de manifestantes que se oponen a su régimen y los disturbios extendiéndose a otras partes de Siria.

Decenas de personas han muerto durante la última semana en torno al sur de la ciudad de Deraa, dijeron funcionarios médicos, y hubo reportes sobre más de 20 muertos este viernes, durante manifestaciones que habrían sido impensables hace un par de meses en el país más controlado de la esfera árabe.

También hubo protestas en la capital Damasco y en Hama, una ciudad al norte del país donde en 1982 las fuerzas del padre de Assad mataron a miles de personas y arrasaron la zona antigua de la urbe para aplastar un alzamiento armado de los islamistas Hermanos Musulmanes.

Funcionarios del gobierno acusaron a rivales armados de participar en manifestaciones y justificaron el uso de la fuerza.

El acceso a periodistas estaba restringido, aunque un reportero de Reuters en Deraa dijo que las decenas de miles de personas que marcharon este viernes durante los funerales de los manifestantes muertos anteriormente en la semana parecían en su mayoría desarmadas.

Inspirados en los exitosos alzamientos contra los gobiernos autoritarios en Egipto y Túnez, los dolientes gritaban "Libertad".

El grupo de expertos International Crisis Group dijo que Assad, de 45 años y educado en el Reino Unido, podría llamar a la buena voluntad de la gente, evitar una confrontación y presentar reformas políticas y económicas.

"Siria se encuentra en lo que se está convirtiendo rápidamente en un momento decisivo para sus líderes", dijo el grupo de expertos el viernes. "Sólo hay dos opciones. Una involucra una iniciativa política inmediata e inevitablemente arriesgada que podría convencer al pueblo sirio de que el régimen tiene la voluntad de asumir un cambio dramático", sostuvo.

"La otra supone aumentar la represión, que tiene todas las opciones de llevar a un fin sangriento e ignominioso", agregó.

Condena internacional. Hubo una serie de críticas internacionales por los disparos contra los manifestantes. Pero analistas dijeron que es poco probable que Siria, que tiene fuertes defensas y una alianza cercana con Irán, enfrente el tipo de intervención internacional que se ha visto en Libia.

Con fronteras con Israel, El Líbano, Jordania, Irak y Turquía, Siria y sus 22 millones de habitantes están en el centro de una compleja red de conflictos en Medio Oriente.

Internamente, el gobierno de los Assad ha favorecido a la secta minoritaria alauita, lo que ha provocado resentimiento entre la mayoría musulmana sunita. Edward Walker, un ex embajador de Estados Unidos en Egipto, dijo que las fricciones hicieron que muchos en el gobierno cauteloso de ceder a las demandas de libertades políticas y reformas económicas.

"Ellos son básicamente una minoría vilipendiada, los alauitas, y si ellos pierden el poder, si sucumben a la revolución popular, ellos serán colgados desde los postes", declaró.

"Ellos no tienen absolutamente ningún incentivo para ceder", agregó.

Un diplomático occidental en servicio dijo que había sido sorprendido, sin embargo, por lo lejos que habían ido los manifestantes al salir a las calles para pedir cambios", comentó el diplomático.

En una plaza en el centro de Deraa, el reportero de Reuters vio a manifestantes derribando una estatua del padre de Assad, el difunto presidente Hafez al-Assad, antes de que fuerzas de seguridad en ropas de civil dispararan con fusiles automáticos desde edificios.

La multitud de unas 3.000 personas buscó refugio de disparos y gas lacrimógenos. El reportero vio como los heridos eran llevados a vehículos y ambulancias. No estaba claro cuantos murieron o si hubo muertos.

Autores

Reuters