Los temblores dañaron seriamente muchas iglesias históricas y otros edificios, que se suman a la gran pérdida del patrimonio artístico italiano en 1997, cuando se cayó el techo de la basílica de San Francisco de Asis.
Un fuerte sismo en el norte de Italia, que mató al menos seis personas y dejó a decenas heridas, dañó seriamente edificios históricos como iglesias, campanarios y un famoso castillo medieval.
El terremoto de magnitud 6,0 se produjo a la madrugada italiana e hizo entrar en pánico a miles de personas, que salieron corriendo a las calles mientras una serie de réplicas terminaba de colapsar algunas estructuras.
Fue seguido por varias réplicas, al menos dos de ellas de magnitud 5,1, lo que generó nuevamente la alarma, dañó más los edificios que habían quedado afectados e hizo que colapsaran otras estructuras.
"Tengo 83 años y nunca he sentido algo como esto", dijo Lina Gardenghi, residente en Bondeno, cerca de Ferrara.
El epicentro del temblor, el más fuerte que sacude Italia en tres años, se ubicó cerca de la ciudad de Módena, en la región de Emilia-Romagna, en el valle del río Po, y los temblores se sintieron en varios regiones aledañas como Liguria, que tiene frontera con Francia, y Friuli, que limita con Eslovenia.
Entre los muertos se encontraba una mujer de 106 años que falleció en su cama al caerse el techo de su casa.
Los temblores dañaron seriamente muchas iglesias históricas y otros edificios, que se suman a la gran pérdida del patrimonio artístico italiano en 1997, cuando se cayó el techo de la basílica de San Francisco de Asis.
El domingo, el imponente castillo de Estense del siglo XIV y símbolo de la localidad de San Felice Sul, resultó gravemente dañado.
La parte superior de varias de las torres más pequeñas del famoso castillo cayó y había temores de que la parte principal pudiera derrumbarse también. Tres de las iglesias de la localidad resultaron seriamente afectadas, dañando frescos de siglos de antigüedad y otras obras de arte.
"Hemos perdido prácticamente todo nuestro patrimonio artístico", dijo Alberto Silvestri, alcalde de San Felice. "Iglesias y torres se han caído. El teatro sigue en pie pero con grietas", manifestó.
El terremoto dejó un gran agujero y grietas en la fachada del ayuntamiento de Sant' Agostino, que según las autoridades corría el peligro de derrumbarse. También había fugas de gas en la ciudad que hicieron temer por el riesgo de explosiones.
Muertes en el turno de noche. El jefe de servicios de emergencias Franco Fabrielli dijo que la cifra de víctimas incluye cinco personas que murieron por el terremoto y una que sufrió un paro cardíaco durante el temblor. Las autoridades creen que unas 3.000 personas no podrán volver a sus casas por el momento.
En Bondeno, un marroquí que trabajaba en un turno nocturno en una fábrica de poliéster, murió cuando fue alcanzado por los escombros.
Un italiano de 57 años murió cuando parte de una fundición se derrumbó en Sant' Agostino, y dos hombres perecieron en la misma localidad cuando parte de una fábrica de cerámica colapsó.
"Se supone que no debería estar ahí. Cambió el turno con un amigo que quería irse a la playa", dijo la madre de una de las víctimas a la televisión estatal.
Al menos una persona sufrió un ataque cardíaco por el estrés que le causó el sismo.
En Roma, el Papa rezó por las víctimas en su mensaje dominical en el Vaticano y el Gobierno italiano dijo que declararía el estado de emergencia, aportando fondos para la reconstrucción.
También se produjeron una serie de réplicas, la más fuerte de magnitud 5,1, y las autoridades recomendaron a la población que permaneciera en espacios abiertos.
El terremoto más intenso registrado en Italia recientemente fue el que sacudió la ciudad de L'Aguila en el 2009, donde murieron 300 personas.
