Pasar al contenido principal

ES / EN

Vigilias, protestas y advertencias marcan tercer aniversario de terremoto de 2010 en Chile
Miércoles, Febrero 27, 2013 - 16:47

Un movimiento de 8,8 grados de magnitud que, seguido de un tsunami, causó más de 520 muertos, 800 mil damnificados y daños por US$30 mil millones en seis regiones del país, en las que aún se observan algunas huellas de la catástrofe.

Santiago de Chile, EFE. Con vigilias en recuerdo de las víctimas, complacencia gubernamental por la reconstrucción, protestas de damnificados y quejas de científicos por falta de medios para prevenir nuevas catástrofes, los chilenos conmemoraron este miércoles el tercer aniversario del terremoto del 27 de febrero de 2010.

Un movimiento de 8,8 grados de magnitud que, seguido de un tsunami, causó más de 520 muertos, 800 mil damnificados y daños por US$30 mil millones en seis regiones del país, en las que aún se observan algunas huellas de la catástrofe.

También, un sismo que, según los expertos, es el quinto más potente ocurrido en el planeta desde que existen registros y cuya fuerza fue 56 veces mayor que la del terremoto que en enero del mismo año causó más de 200 mil muertos en Haití.

El presidente Sebastián Piñera, que el lunes inició una gira por localidades afectadas para constatar los avances de la reconstrucción, asistió anoche a un acto conmemorativo en la Isla Orrego, frente a la ciudad de Constitución, en la región del Maule.

En esa isla, 36 personas murieron a causa del tsunami que siguió al terremoto y Piñera llegó a ella junto a su esposa, Cecilia Morel, y familiares de las víctimas, varias de las cuales aún no han sido encontradas.

El mandatario no asistió, en cambio, a una vigilia celebrada en Constitución a las 03:34 horas de este miércoles (06:34 GMT), la hora exacta del terremoto, aunque hoy ha continuado recorriendo lugares para inaugurar escuelas y viviendas reconstruidas.

Según un documento del gobierno, la reconstrucción alcanza al 87% de todo lo destruido en la catástrofe, que dejó unas 370 mil viviendas destruidas o dañadas, 118 hospitales afectados y 298 puentes derrumbados, entre otros daños.

La reconstrucción, dice el texto, alcanza un avance físico del 87% y el área de mayor progreso es la conectividad, con un avance del 99,9%, que incluye la rehabilitación de 2.500 puntos dañados en 717 obras viales, mientras el mayor rezago se observa en la edificación pública, con un avance del 75%.

En una entrevista con una radio de Constitución, Piñera reiteró su satisfacción por el avance logrado.

Los avances dan el "derecho a sentirnos contentos, a sentirnos alegres e incluso a sentirnos orgullosos de lo que hemos logrado", dijo, aunque admitió al mismo tiempo que "no hemos terminado todavía".

"Reconstruir el 87% en tres años y al mismo tiempo tener una economía que está creciendo en promedio al 6% y creando empleo como nunca antes, reducir la pobreza y las desigualdades, es un esfuerzo de todos los chilenos", manifestó.

Mientras en Constitución se realizaron vigilias para recordar a las víctimas, en Concepción, a 515 kilómetros de Santiago, los habitantes de la población "Aurora de Chile" protestaron por considerarse abandonados por las autoridades.

La protesta derivó en enfrentamiento entre los pobladores, que instalaron barricadas, y la policía, que empleó chorros de agua y gases para controlar los disturbios, que según la policía duraron varias horas.

En Santiago, en tanto, unas 200 personas del municipio de San Joaquín protestaron pacíficamente por el retraso en la entrega de nuevas viviendas, tras ser declaradas las suyas no habitables después del terremoto, pero algunas ni siquiera han sido demolidas.

"Nosotros vemos que las familias siguen esperando, que recién se están iniciando proyectos y otros no han empezado", afirmó a los periodistas Carolina Manríquez, del "Movimiento Nacional por una Reconstrucción Justa".

También los dirigentes sociales señalaron que en varias regiones afectadas hay grupos de personas que siguen viviendo en campamentos de emergencia y pasarán un cuarto invierno en ellos.

"Hay lugares que están en completo abandono y se ha recurrido al subterfugio de erradicar los campamentos entregando subsidios de arriendo sin destino definitivo", dijo a radio Cooperativa Antonio Mena, de la "Red Construyamos".

Chile, que durante toda su historia ha sufrido periódicamente grandes terremotos, que sólo en el siglo XX dejaron más de 50 mil muertos, y pese a la lección del 27 de febrero de 2010, tiene una red de monitoreo sísmico "de una fragilidad preocupante", según los expertos de la Universidad de Chile.

En un comunicado difundido hace algunas semanas, el Servicio Sismológico de dicha universidad advirtió que por falta de financiación no podrá seguir operando de forma permanente el sistema desde el próximo mes.

La red cuenta actualmente con 63 estaciones de vigilancia, "once menos que las que tenía en 2010", dijo al diario La Tercera, el pasado domingo, Mario Pardo, uno de los responsables del Sistema.

La Universidad de Chile responsabilizó de la situación a la gubernamental Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), por no liberar ocho millones de dólares destinados al mantenimiento de la red.

Ricardo Toro, director de la Onemi, aseguró a los periodistas que los fondos estarán disponibles "en la primera semana de marzo", cuando debe autorizarlo la Contraloría General de la República.

Autores

EFE