Mayoría republicana en la Cámara de Representantes mantiene en vilo propuesta destinada a inmigrantes ilegales en Estados Unidos, principalmente porque están en contra de darles nacionalidad.

Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró dispuesto a aceptar una reforma migratoria que desestime, al menos en un primer momento, otorgar ciudadanía a los más de 11 millones de indocumentados, como pretenden los republicanos.

No obstante, el mandatario complementó que una vez que las personas sin papeles logren su legalización, entonces deben estar en condiciones de optar por la naturalización.

En una entrevista televisiva Obama saludó el proyecto de ley bipartidista que aprobó el senado en junio pasado, el cual contempla una vía hacia la ciudadanía de quienes viven ilegales en el país.

Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes mantiene en vilo la propuesta, negados a legalizar el estatus de los millones de mujeres y hombres sin papeles, por considerar que se les estaría ofreciendo una "amnistía", tras violar las leyes del país.