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Acusan a jefe de la armada de Venezuela de recibir sobornos del narcotráfico
Lunes, Abril 4, 2011 - 15:18

Conocido como el "garganta profunda" de Venezuela, el presunto narcotraficante Walid Makled dijo que pagó US$5,5 millones al actual comandante general de la armada venezolana por la concesión de un importante puerto de carga para sacar droga de ese país.

Conocido como el "garganta profunda" de Venezuela, el presunto narcotraficante Walid Makled dijo que pagó US$5,5 millones al actual comandante general de la armada venezolana por la concesión de un importante puerto de carga para sacar droga de ese  país, de la cual al menos cinco cargas se remitían a diario a Honduras.

En una entrevista divulgada este domingo por la cadena Univisión, Makled, de 41 años, dijo que Venezuela se ha convertido en paso clave de naves con cargamentos de drogas y que sustenta tal afirmación con, por ejemplo, lo que dice está pasando en San Fernando de Apure, en el suroeste venezolano.

"En San Fernando de Apure diariamente de ahí salen cinco o seis aviones cargados con cocaína hacia Honduras, de Honduras hacia México y de México hacia Estados Unidos" y con "100%" de participación oficial "porque es territorio venezolano", declaró.

"Todos los días, no es que un día sí y un día no, es diariamente, estamos hablando de cuatro o cinco aviones diarios que salen de Apure, entre las FARC y el ejército venezolano diariamente", indicó Makled al referirse a una presunta alianza de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y uniformados venezolanos.

El venezolano, preso en Colombia y en proceso de extradición a su país, afirmó que "no es un secreto que en Venezuela, en San Fernando de Apure, funcionan laboratorios de cocaína, igual que en Maracaibo... los cuales son resguardados por el mismo gobierno venezolano".

Reiteró además que en su "nómina" de pagos mensuales de un millón de dólares estaba un grupo de 40 generales, así como coroneles y mayores y que posee seis videos como "pruebas contundentes" de sus afirmaciones.

Aunque aclaró que a Chávez no lo conoció nunca personalmente, Makled sí aseguró que aportó unos dos millones de dólares al partido oficialista.

"Al partido de Chávez sí hubo una colaboración de dos millones", dijo el presunto narcotraficante, capturado en la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta en agosto pasado, quien permanece en la cárcel La Picota, al sur de Bogotá.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos, embarcado en una política de mejorar las relaciones de Colombia con Chávez —que enfrentaron intensas tensiones durante el gobierno del ex presidente colombiano Alvaro Uribe-, ha dicho que ha dado su palabra al dirigente venezolano de que enviará a Makled a Caracas porque no sólo la justicia de ese país lo solicitó primero, sino porque en la vecina nación pesan contra él cargos más graves, como homicidio, dos premisas de las normas colombianas para decidir la entrega de un detenido a otro país.

Estados Unidos también quiere a Makled, de ascendencia siria, por cargos de tráfico de drogas.

Pero Washington presentó su solicitud de extradición después de la de Venezuela, según los abogados de Makled.

Y aunque congresistas estadounidenses le han escrito y hablado a Santos, intentando convencerle de enviar a Maked a Estados Unidos porque dicen que en Venezuela no tendría un juicio imparcial y justo y sus denuncias no serían investigadas, el presidente colombiano les ha reiterado que técnicamente Caracas lo pidió primero.

Sobornos y alianzas. Al ser consultado por Univisión sobre sus negocios y la concesión de Puerto Cabello, en el estado central venezolano de Carabobo, Makled dijo que "en el 2005, 2006, él (el almirante Carlos Aniasi) se desempeñaba como jefe de Puerto Cabello, presidente del puerto. El me firmó a mí una concesión por cinco años, la cual yo tuve que pagar por esa concesión cinco millones y medio de dólares".

"Aquí está (al tiempo que mostraba en la televisora una firma en un documento)... Carlos Aniasi Turchio, aquí está la firma. Esa firma costó US$5,5 millones de dólares", dijo Makled.

También aseguró que pagaba unos 100 millones de bolívares cada semana al general Hugo Carvajal, director de la Dirección de Inteligencia Militar, al que no conocía personalmente, sino que le hacía llegar el dinero por medio de allegados. Makled no aclaró cuándo hizo esos pagos, y señaló que por la tasa de cambio de bolívares a dólares variaría hasta en miles de dólares.

A esos militares, dijo Makled, no los "reclutó" él para pagarles. "Más bien ellos me reclutaron a mí", afirmó, dejando entrever que esas presuntas negociaciones ilícitas comenzaron por iniciativa de militares y políticos y no por él.

En el pasado y desde la captura de Makled, altos funcionarios políticos y militares de Chávez han negado los señalamientos del detenido, asegurando que son un complot de la oposición y de Estados Unidos contra el gobierno "revolucionario" del presidente venezolano.

Makled no dio detalles sobre cómo se hacían esos pagos ni a cambio de qué, pero ya en otras entrevistas ha dicho que fueron dineros por "favores" de toda clase.

Ante las acusaciones de Estados Unidos de que al menos desde el 2006 sacó del país aviones cargados de cocaína, Makled simplemente dijo: "Yo no lo pude haber sacado solo, yo no lo pude haber cargado, yo no pude haber controlado la torre de control (del aeropuerto). Imagínate, es el aeropuerto internacional, la entrada del país hacia Venezuela".

"Te estoy sacando pruebas. ¿Qué quieren? ¿Cómo es que yo tenía el puerto más importante (Puerto Cabello) de Venezuela? ¿Cómo es que yo tenía la concesión de un aeropuerto internacional? ¿Cómo es que se me otorgaron los permisos —quien lo otorgó fue el gobierno nacional— para yo poder operar?", se preguntó Makled.

Tampoco ofreció detalles sobre el origen de la droga sacada del país, ni aclaró si las ganancias de su venta eran su exclusividad o las compartía con funcionarios venezolanos.

Pero al ser consultado sobre si tuvo relaciones con las FARC y grupos terroristas como Jezbolá, Makled sólo dijo que eso también se lo dirá al fiscal estadounidense.

Autores

ELESPECTADOR.COM