El embajador recordó que hasta antes de la demanda peruana, presentada en enero de 2008, se habían agotado –sin éxito- todas las vías bilaterales de solución y negociación con Chile.

Acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya fue la mejor decisión del Perú para resolver de manera pacífica y jurídica el diferendo marítimo con Chile, que durante más de 20 años se había intentado superar por la vía del diálogo, sostuvo el ex canciller, Allan Wagner.

En la víspera del segundo aniversario del fallo de la CIJ, que puso fin a la controversia bilateral, el embajador recordó que hasta antes de la demanda peruana, presentada en enero de 2008, se habían agotado –sin éxito- todas las vías bilaterales de solución y negociación con Chile.

“Fue la decisión correcta porque la posición que adoptó Chile decía que ya había un límite marítimo, que según ellos, había sido fijado en la Declaración de Santiago de 1952, cosa que no era correcta. Ese era el aspecto central de la controversia”, remarcó Wagner Tizón.

La posición peruana, reseñó, era que no existía un tratado de límites marítimos y, por tanto, había que negociar uno, lo que fue la base para ir construyendo el camino hacia el tribunal de La Haya, que luego de seis años de proceso emitió una sentencia que en gran parte fue favorable al Perú.

En diálogo con la Agencia Andina, puso en relieve que dicho fallo concedió al Perú el 75% de su pretensión, lo que le significó obtener alrededor de 50,000 kilómetros de mar que antes no tenía y sobre el cual, actualmente, ejerce plenos derechos de navegación, pesca y sobrevuelo.

“Si bien no se ganó el 100%, fue un resultado satisfactorio para la posición peruana. También triunfó el derecho internacional y los mecanismos de solución pacífica de controversias. Además, permitió cerrar ese tema pendiente e iniciar una nueva etapa en la relaciones con Chile” expresó.

Wagner, quien lideró la causa peruana al desempeñarse como agente ante la CIJ, consideró que gracias al fallo de La Haya el Perú definió la última frontera que faltaba delimitar, con lo cual a la fecha no existe ningún tema limítrofe -marítimo o terrestre- pendiente con Chile ni con otro país.

Otro aspecto de reflexión en torno al diferendo resuelto en La Haya es que fue una política de Estado continuada por tres gobiernos democráticos, sin diferencias de orden político, y un tema asumido como una causa nacional que dio lugar a la unidad y al respaldo de todo el país.

“Hubo un fuerte respaldo nacional en torno al objetivo que nos habíamos trazado. Eso fue muy importante porque nos permitió trabajar con todas las condiciones técnicas, con serenidad y el apoyo de la opinión pública. Eso contribuyó al resultado”, subrayó el diplomático.

Resaltó, asimismo, que la sentencia haya sido implementada en tiempo record por los equipos técnicos de Perú y Chile, en lo referido a la ocupación de los espacios marítimos asignados y el establecimiento de las coordenadas precisas del nuevo límite marítimo fijado por la Corte.

Según Allan Wagner, el trámite para registrar ante Naciones Unidas la cartografía de la nueva delimitación marítima aún no se realiza y –si bien el Perú podría hacerlo de manera unilateral- se acordó llevarlo a cabo conjuntamente con Chile.

Para el embajador, sería conveniente concretar ese trámite, pero remarcó que ello no es impedimento para que los límites marítimos establecidos por La Haya se mantengan plenamente reconocidos y vigentes, de acuerdo con el derecho internacional.

Comentó que, en términos generales, el proceso jurídico y el posterior veredicto de La Haya tienen trascendencia histórica, pues permitieron zanjar de manera pacífica y definitiva la controversia marítima con Chile, marcando un hito importantísimo en la relación bilateral.

Por esa razón, el excanciller dijo tener confianza en que, a pesar de lo complejo de esta relación, ambas naciones puedan avanzar aún más en el futuro, al tener Perú y Chile intereses comunes, en lo comercial, político, social y migratorio, sobre todo en la zona fronteriza entre Tacna y Arica.

30 años de amistad

Como dato anecdótico, Allan Wagner contó que mantiene una amistad de más de 30 años con Alberto van Klaveren, quien fue el agente chileno que defendió a su país frente la demanda peruana. Ambos integraron el Instituto de Relaciones Europeo-Latinoamericanas. Años después, el destino los puso en orillas opuestas.

“Somos amigos de hace muchos años. Fue algo que facilitó, no la discusión de fondo del problema, porque cada país defendió su posición, pero sí aspectos en el ámbito procesal, como la recomendación a la Corte sobre los plazos para elaborar los alegatos escritos”, anotó.

Sentencia

Como se recuerda, la lectura de la sentencia de La Haya se dio el 27 de enero de 2014 a las 09:00 horas (tiempo de Perú) y estuvo a cargo del presidente de la Corte, Peter Tomka, en una transmisión en directo a través de la televisión nacional.

En su veredicto, La Haya adjudicó al Perú un área marítima total de algo más de 50,000 km² —equivalente a la superficie terrestre de Costa Rica o Eslovaquia—, que pasó formar parte de las zonas marítimas peruanas.

Como contraparte, el fallo ratificó la soberanía y los derechos de Chile sobre 16,352 km² de mar que ya poseía y explotaba desde hacía décadas, siendo esta mayormente el área situada a menor distancia a la costa.