El ex presidente de Colombia, ideólogo de la tasa de seguridad, expuso este miércoles en un hotel de Tegucigalpa sobre el rol de los alcaldes en la seguridad ciudadana, desde el punto de vista de la experiencia colombiana.

El combate a la inseguridad no obtiene resultados efectivos si existe una confrontación entre el gobierno y el sector empresarial.

El tema de una tasa impositiva para financiar la lucha contra la delincuencia común y organizada mantiene enfrentados al Congreso Nacional con los empresarios, quienes serán los que al final aporten los recursos.

Relacionado al tema, el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ideólogo de la tasa de seguridad, expuso este miércoles en un hotel de Tegucigalpa sobre el rol de los alcaldes en la seguridad ciudadana, desde el punto de vista de la experiencia colombiana.

En sus ocho años de gobierno (2002-2010), Uribe logró reducir considerablemente los índices de delincuencia, especialmente la organizada.

Los logros fueron posibles mediante la Política de Seguridad Democrática.

Al evento acudieron unos 150 alcaldes del país; la ministra de la Presidencia, María Guillén; el alcalde capitalino, Ricardo Álvarez y el presidente del CN, Juan Hernández, entre otros.

En su discurso, Hernández dejó al descubierto el afán de confrontación al preguntar dónde estaban los empresarios, sin reparar que no habían sido invitados. "Varios amigos empresarios, no veo a ninguno de ellos aquí, nos advirtieron que no aprobáramos la tasa de seguridad, sin embargo lo hicimos", dijo.

Luego dijo que "el día que vengan los recursos de la tasa de seguridad, esperando que los empresarios, don Adolfo Facussé, se canse de estar metiendo recursos (judiciales) para que no se dé la tasa, se va a iluminar a toda Honduras".

"Uno no puede tener un discurso de confrontación de clases, se tiene que tener un discurso que ayude a la fraternidad", destacó Uribe, lo que constituyó un serio llamado de atención para el parlamentario. Uribe expuso la importancia de promover la inversión y la política social, para obtener confianza.

Por ello, dijo, debe existir una cohesión social, para legitimar y validar una política de seguridad e inversión.

"La prosperidad de la empresa privada se necesita como medio para producir recursos y resolver los problemas sociales. Qué hicimos en Colombia, creamos lo que llamó el ‘triángulo de confianza’: la política de seguridad con libertades, la política de promoción de inversión y la política social. La empresa privada nos pagó un impuesto, pero ella misma vigiló la aplicación para poder financiar la seguridad, adicionalmente le dimos unos incentivos para invertir", manifestó.

Entre ellas, deducciones y exenciones tributarias. "Creamos el impuesto y dimos incentivos, empezamos a mejorar seguridad y la inversión", dijo.

Policía tecnológica. La política que implementó Uribe contempla lo que denominó "victorias tempranas", obtener pequeños logros, como crear zonas seguras, para devolver la seguridad y confianza a los pobladores. Es fundamental tecnificar la Policía, las ciudades demandaron la instalación de cámaras de seguridad en postes, buses, con acceso a Internet para la atención inmediata a denuncias o hechos delictivos.

Llamó a las autoridades a ser consistentes en el combate a la delincuencia, para alcanzar credibilidad en este propósito. Asimismo, instó crear parques, áreas deportivas y visibilizar a los delincuentes, para acabar con el crimen y la impunidad.