"Estamos en medio de un conflicto no convencional, por eso el mensaje debe centrarse en un lenguaje claro, directo, no panfletario, donde se trabajen los temas centrales que preocupan a la gente", dijo.
Caracas. EL gobierno venezolano debe rediseñar su estrategia comunicacional para fortalecer la ideología socialista como propuesta, afirmó la analista María Alejandra Díaz.
"Estamos en medio de un conflicto no convencional, por eso el mensaje debe centrarse en un lenguaje claro, directo, no panfletario, donde se trabajen los temas centrales que preocupan a la gente", dijo en entrevista la abogada, comunicadora y especialista en opinión pública.
El pasado 9 de enero, el gobierno venezolano instaló el Estado Mayor de Comunicación que tiene como tarea analizar el escenario político actual e idear nuevas estrategias para vencer la "guerra mediática" impuesta en Venezuela desde centros de poder.
"Es una guerra psicológica. La contrarrevolución busca desmoralizarnos, por eso la cantidad de mensajes emitidos a diario por medios nacionales e internacionales de derecha", señaló el presidente Nicolás Maduro en el acto de instalación.
Para Díaz, la forma más eficaz y eficiente de mantener el control de la opinión pública mundial es a través de "la concentración de la propiedad de los medios en manos del gran capital".
Los siete consorcios que dominan la comunicación global y los monopolios periodísticos latinoamericanos como GDA (Grupo de Diarios de las Américas), Andiario (Asociación de Editores de Diarios y Medios Informativos) y PAL (Periódicos Asociados Latinoamericanos) llevan a cabo una campaña mediática contra Venezuela.
La estrategia incluye el compromiso de ochenta cotidianos latinoamericanos de publicar al menos una página diaria contra el gobierno de la nación caribeña.
A este respecto, Díaz explicó que la hegemonía mediática desató una táctica de "cerco, debilitamiento y estigmatización" de la propuesta política venezolana en una estrategia de guerra de baja intensidad, prolongada o lo que se conoce en términos de conflicto como una "guerra de cuarta generación".
"Las operaciones informativas y psicológicas, y el control de la percepción, juegan un papel fundamental en esa guerra", precisó la analista.
Lo que varios especialistas en comunicación denominan "conjura mediática", se expresó más claramente en el país durante el primer trimestre de 2014, en las "guarimbas" (protestas violentas) que formaron parte del plan organizado por la derecha bajo el nombre de "La Salida", cuyo fin último era el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro.
Durante ese periodo, medios de comunicación nacionales e internacionales, ligados a centros de poder financieros, se "conjuraron" en un "terrorismo mediático", al impulsar matrices de opinión basadas en exageraciones o mentiras para crear la imagen de Venezuela como un Estado forajido o fallido.
El patrón "agresivo" de los megamonopolios de la comunicación y de los medios reaccionarios del continente, establecieron posicionar a Venezuela como represor de la libertad de expresión y violador de los Derechos Humanos.
"Los medios juegan un papel preponderante en el sostén de la hegemonía del sistema neoliberal dominante, de allí que juegan con todos los recursos para impulsar matrices", explicó Díaz.
"Los medios han convertido la realidad en un espectáculo y son servidores de las minorías poderosas lucrando con la información los intereses de estos pocos", señaló el escritor uruguayo Carlos Fazio en su libro "Terrorismo Mediático".
Fazio menciona como principales estrategias de esta conjura de los medios la propaganda, la censura, la guerra psicológica y la mentira.
En Venezuela, como en todas partes, el gran capital posee la mayoría de los medios de comunicación. Operan en el país un total de 2.896 medios, de los cuales sólo 3,22 por ciento son de servicio público; 20,76 por ciento son medios comunitarios y 65,18 por ciento son privados, lo cual equivale a 2.332 medios de comunicación, en su mayoría opositores.
"El capital no sólo acapara medios de producción industrial, comercial y financiero, sino aparatos ideológicos", dijo Díaz al respecto.
A juicio de la analista, "en la guerra, más peligrosas que las fuerzas del adversario son las debilidades internas", y en este sentido en el país "se ha avanzado en derechos sociales, económicos, políticos, jurídicos y ambientales, pero en estrategia comunicacional nos falta".