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Así se cocinó la salida de J. J. Rendón de la campaña de reelección de Santos
Martes, Mayo 6, 2014 - 17:30

La acusación de Javier Antonio Calle, alias ‘Comba’, de que Rendón recibió US$12 millones para oficiar como intermediario de la mafia ante el gobierno colombiano será indagada por la Fiscalía.

A 19 días de la primera vuelta presidencial, el escándalo por el caso de J. J. Rendón ya cobró la cabeza del estratega político venezolano en la campaña reeleccionista de Juan Manuel Santos. Apenas duró 10 días, desde que aterrizó en Colombia, al frente de la candidatura del jefe de Estado, y ya se vio obligado a renunciar por cuenta de las revelaciones de El Espectador y el columnista de la revista Semana Daniel Coronell. Según él, dio un paso al costado “para no convertirme en un instrumento de los enemigos de la paz que pretenden minar la credibilidad del señor presidente”. (Lea: La oferta secreta de los narcos para entregarse)

En un comunicado de siete puntos, el controvertido asesor político señaló que jamás recibió dineros de personas al margen de la ley, “menos aún por una labor que tenía como único propósito aportar un grano de arena a la tranquilidad de un país que siento como mío”, que está a disposición de las autoridades, que su trabajo de mediación con emisarios de los principales capos de la mafia en el año 2011 fue “transparente y en coordinación con las autoridades”, que la controversia obedece “a un complot” para hacerle daño al Gobierno y que su lucha “nunca ha sido económica”, sino democrática. (Lea: Revuelo político por mediación de J. J. Rendón con narcos)

Tal como lo informó El Espectador en su edición de este domingo, el capo Javier Antonio Calle Serna, alias Comba, le contó a una fiscal de Extinción de Dominio, el pasado 10 de diciembre, que él y otros narcos como alias Diego Rastrojo, Cuchillo y Daniel El Loco Barrera le pagaron a Rendón US$12 millones para que hiciera lobby ante la Casa de Nariño y ambientara su propuesta de negociación. El objetivo del proyecto de sometimiento, titulado “Agenda para solucionar el problema del narcotráfico y la violencia que genera”, elaborado en junio de 2011, era que los capos delataran toda su cadena de colaboradores, entregaran tierras, devolvieran dinero y repararan a sus víctimas a cambio de no ser extraditados y de que cesara la persecución penal contra sus familias.

En su declaración a la Fiscalía, Comba sostuvo que entre 1993 y el mes de enero de 2008 estuvo al servicio incondicional del capo del cartel del norte del Valle Wílber Alirio Varela, alias Jabón. “Yo hacía las vueltas de sicariato y cobros del narcotráfico; comencé desde 2003 para arriba, me inicié en el mundo del narcotráfico de forma suave hasta 2008, que fue la muerte de Varela. Y de ahí en adelante me apersoné más del negocio ya que había una organización que tenía que sostener y trabajar para la nómina”. En relación con Rendón declaró: “Hasta el comienzo de 2010 y finales de 2011 empiezo la negociación con Colombia, pero Colombia no muestra interés, esa negociación era en el gobierno de Santos; J. J. Rendón era quien nos iba a ventilar y a hacer la fórmula para que la propuesta diera resultado”.

A renglón seguido sostuvo que “se le dieron US$12 millones para hacer ese proyecto, pues él llevó el proyecto para ver si a Juan Manuel Santos le gustaba el mismo; él (Rendón) manifestó que en una alocución Santos tendría que hablar del proyecto, ello como seña de que había leído el proyecto enviado por nosotros, en donde confirmara Santos que lo habíamos enviado (...). La propuesta era acabar con el narcotráfico en Colombia y había la capacidad; yo ya tenía el control, los paramilitares no podían porque tenían muchos patrones y no se ponían de acuerdo (pero), al gobierno americano no le interesó y el Gobierno colombiano dilató el proyecto”. Por eso, añadió, decidió entregarse a la justicia de Estados Unidos.

El Espectador dialogó con uno de los abogados que estuvo detrás de esta propuesta de sometimiento. La fuente recalcó que no tuvo detalles de los contactos de Rendón con la Casa de Nariño, pero que sí le constan varios aspectos de la propuesta, como que se planteó que el gobierno americano debía acompañar este eventual proceso, porque sin la bendición de Estados Unidos esta rendición resultaba un imposible. La respuesta de la Fiscalía fue tajante, que sólo podían ofrecerles la ley penal vigente, que tampoco se les podía aplicar a los narcotraficantes el principio de oportunidad y mucho menos incluirlos como beneficiarios de la Ley de Justicia y Paz, ya que siguieron delinquiendo después de la promulgación de la norma en julio de 2005. El tema de la posible negociación de la extradición quedó descartado de plano.

El presidente Santos dijo ayer, en el programa Hora 20, de Caracol Radio, que su gobierno no negocia con narcotraficantes ni los recibe en Palacio, en clara alusión a la polémica visita de emisarios del paramilitarismo a la casa de Nariño en abril de 2008. Asimismo, sostuvo que Rendón le dijo que no recibió ni un peso por su mediación “y yo no tengo por qué no creerle”. En todo caso, pidió que se investigaran los hechos que rodearon los frustrados acercamientos con el 90% de las cabezas de la mafia en Colombia y las delicadas denuncias que terminaron enredando al estratega venezolano y al exasesor político de Santos, Germán Chica, quien dijo que denunciaría a su exsocio Rendón por injuria y calumnia. (Lea: "Acepté la renuncia de J.J. Rendón": Santos)

Una comisión de fiscales se desplazará en los próximos días a Nueva York para interrogar nuevamente al capo Javier Antonio Calle Serna, con el fin de que amplíe su señalamiento en contra de J. J. Rendón. Ya se abrió una investigación preliminar para aclarar este pantanoso asunto. Por lo pronto, los contradictores políticos del jefe de Estado se dan un banquete exigiendo explicaciones y despachándose en críticas, mientras en la otra orilla los escuderos de Santos desenfundan razones para defender su obra de gobierno, reiterar que negociación con la mafia no hubo y que todos los narcos que intentaron acercarse al Ejecutivo, con el objetivo de buscar fórmulas para su eventual sometimiento, terminaron todos presos, extraditados o muertos.

Autores

ELESPECTADOR.COM