El manifiesto está suscrito por las más de 400 entidades que apoyan la campaña "No voy a pagar el pato" contra el aumento de impuestos impulsado por el gobierno: "Vemos que el país está a la deriva. La hora del cambio es ahora. Decir sí al impeachment, dentro de los parámetros constitucionales, es decir no al descontrol económico", reza.

Lideradas por la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), la mayor y más influyente patronal del país, las patronales coparon este martes (29.03.2016) un tercio de cada una de las páginas de las secciones de política e internacional de la edición en papel de Folha de Sao Paulo, O Estado de Sao Paulo y O Globo, de Río de Janeiro.

El manifiesto está suscrito por las más de 400 entidades que apoyan la campaña "No voy a pagar el pato" contra el aumento de impuestos impulsado por el gobierno: "Vemos que el país está a la deriva. La hora del cambio es ahora. Decir sí al impeachment, dentro de los parámetros constitucionales, es decir no al descontrol económico", reza.

Presión de la industria. Paralelamente, las centrales empresariales trataron de instalar un pato inflable de 20 metPresión de la industria.ros de altura −equivalentes a un edificio de siete pisos− frente al Congreso Nacional en Brasilia, pero al no recibir autorización decidieron colocar en los jardines colindantes un total de 5.000 patos pequeños hinchables y de peluche.

Estas acciones forman parte de la estrategia para forzar la salida de Rousseff llevada a cabo por la Fiesp, cuyo presidente Paulo Skaf, anunció que el gremio empresarial iba a aumentar la presión sobre los parlamentarios para que promuevan lo más rápido posible un juicio político contra la mandataria.

Skaf, además, forma parte del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la principal fuerza política del país, liderada por el vicepresidente Michel Temer, primero en la línea de sucesión en caso de que Rousseff sea apartada del cargo.

El PMDB y otro ministro clave para Rio 2016. El PMDB determinará este martes, en una reunión de su dirección nacional, si abandona el Gobierno de Rousseff. La ruptura de la alianza es dada por sentada en Brasilia y, de concretarse, dará más bríos al proceso con miras a destituir a la mandataria, que se tramita en el Congreso.

A esta decisión se adelantó la víspera el ministro de Turismo de Brasil, Henrique Alves, presentando su renuncia. Alves siguió así los pasos a otro titular clave para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016: el exministro de Deportes y miembro del conservador Partido Republicano Brasileño (PRB) George Hilton.

Como ahora Alves, Hilton renunció el pasado 23 de marzo, a raíz de la ruptura de su partido con el bloque oficialista, en medio de la actual crisis política que vive el país. Si como se presume, el PMDB declara su salida del Gobierno, los seis ministros del partido de centro que todavía integran el Gabinete se verán obligados también a dejar sus cargos.