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Bolivia defiende ante la ONU el consumo de hoja de coca como tradición milenaria
Lunes, Marzo 12, 2012 - 14:35

La hoja de coca fue declarada un narcótico ilegal en la Convención Unica de Estupefacientes de 1961 de la ONU, junto a la cocaína, la heroína, el opio, la morfina y una serie de drogas químicas.

Viena. El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió este lunes el derecho de sus compatriotas a mascar la hoja de coca, el principal ingrediente de la cocaína, como una tradición milenaria y aseguró que el tercer productor mundial de la droga está luchando contra el narcotráfico.

La hoja de coca fue declarada un narcótico ilegal en la Convención Unica de Estupefacientes de 1961 de la ONU, junto a la cocaína, la heroína, el opio, la morfina y una serie de drogas químicas.

Bolivia se retiró de la convención pero espera volver con un reparo que reconozca la masticación de la coca.

Morales, un cocalero, dijo en una reunión antidrogas de Naciones Unidas en Viena que mascar la hoja de coca es un "derecho ancestral" para los bolivianos.

"Los productores de hoja de coca no somos narcotraficantes, los consumidores de hoja de coca no somos narcodependientes, la hoja en su estado natural no es cocaína", dijo mostrando una hoja de coca durante su discurso que concluyó con aplausos.

"El acullico o masticación de la hoja de coca es una tradición milenaria en Bolivia", añadió.

Bolivia, el mayor productor de cocaína después de Perú y Colombia, ha intentado promover los beneficios de la coca para la salud y otros usos legales.

La coca es la materia prima para fabricar cocaína, pero los bolivianos, así como indígenas de otros países sudamericanos, han mascado sus hojas durante siglos como un estimulante suave que reduce el hambre y el malestar provocado por la altura.

Morales pidió a Naciones Unidas que despenalice la práctica.

"Esperamos que los presentes en esta sala reconocerán que el consumo de la hoja de coca (...) es esencialmente para fines positivos y nos respalden", dijo el mandatario boliviano.

"Somos conscientes del daño que puede provocar la cocaína y estamos trabajando contra el narcotráfico (...), pero queremos que se reconozca este derecho ancestral", remarcó.

Morales mostró a los participantes de la reunión mermelada, té y otros productos creados con coca para reforzar su argumento de que la hoja no es peligrosa y que puede tener usos positivos.

Más temprano, Yury Fedotov, jefe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), dijo que las drogas ilegales representan una "amenaza transnacional de proporciones extraordinarias" en un discurso de apertura del encuentro de la Comisión de Estupefacientes en Viena.

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El progreso contra la producción de drogas ilegales ha sido limitado, sostuvo Fedotov.

"¿Hemos logrado resultados? Sí, pero sólo en algunas áreas", dijo a los participantes en un discurso.

"En la última década, el cultivo de coca ha disminuido en un tercio, el cultivo de amapolas de opio también ha caído un 15 por ciento, mientras que la producción total de opio sigue en aumento", explicó.

EE.UU. ve fracaso de Bolivia en lucha antidroga. Previamente este mes, la oficina de Asuntos Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley de Estados Unidos dijo que Bolivia fracasó a la hora de "hacer esfuerzos suficientes para cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales antinarcóticos".

"Tomados como un todo, los resultados en la erradicación e interdicción no han sido adecuados para competir con las crecientes tendencias de drogas que han llevado a Bolivia a elevados niveles de cultivo de coca y producción de cocaína", afirmó.

Bolivia y Estados Unidos acordaron a fines del año pasado resolver sus diferencias y restablecer plenamente sus relaciones diplomáticas, tres años después de que el presidente de izquierda de la nación andina expulsó al embajador estadounidense y a agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

Pero Bolivia dijo que no permitirá el regreso de los agentes estadounidenses a pesar de que funcionarios del Gobierno están trabajando con Washington en un plan para combatir el tráfico de narcóticos.

Autores

Reuters