Así lo dijo el viceministro de Defensa Social, quien explicó que la producción en las regiones paceñas de Alto Beni y Palos Blancos, y las provincias Larecaja y Bautista Saavedra, además de Yapacaní, en Santa Cruz, “sí o sí la tienen que comercializar al intermediario y éste al narcotraficante”.

La Paz. El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, sostuvo este jueves que entre 35% y 40% de la coca que se produce en el país se destina al narcotráfico. El 18 de octubre, el presidente Evo Morales señaló que algunos cocaleros desviaban el producto del mercado legal.

Según los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el año 2009 se contabilizaron en Bolivia 30.900 hectáreas de cocales, de las que se cosecharía alrededor de 54.628 toneladas de coca.

“(Hay) 30 mil hectáreas de hoja de coca ilegal en Bolivia. ¿De esas 30.000, toditas se van al narcotráfico o (en) qué porcentaje?”, se le consultó a Cáceres en una entrevista que concedió a Erbol.

“De acuerdo con datos que maneja la Digcoin (Dirección General de Coca e Industrialización), casi 65% se va al acullico (masticado tradicional); entre 35% a 40%, con un margen de error del 5%, va al problema ilegal (narcotráfico)”, manifestó la autoridad. Este diario intentó entrevistar a Cáceres para conocer más detalles de este dato, pero su relacionista no logró el contacto.

Cáceres añadió que los cocales de las regiones paceñas de Alto Beni y Palos Blancos y de las provincias Larecaja y Bautista Saavedra, además de Yapacaní, en Santa Cruz, y los parques nacionales, donde los productores no tienen autorización para cultivar ni vender, “sí o sí la tienen que comercializar al intermediario y éste al narcotraficante”.

Haciendo un cálculo con los datos difundidos por Cáceres, este 35% significaría cerca de 10.815 hectáreas que se estarían cultivando para el mercado ilegal. En un discurso que dio en la localidad de Lauca Ñ, en octubre, el presidente admitió que había un descontrol en la producción de coca en el trópico de Cochabamba y que una parte de ésta se desviaba al narcotráfico.

“Si toda nuestra coca tuviera mercado legal, ¿por qué vamos a estar hablando de cato? No hay por qué estar hablando de cato, libre cultivo, más cultivo… Pero desvían”, dijo y luego reveló que existen personas que dividen sus chacos, en complicidad con algunos dirigentes, para tener más de un cato (40x40 m) de coca que termina desviada al mercado ilegal.

Ilegal.  En junio, la ONUDD contabilizó 54.628 toneladas métricas (tm) cosechadas el año 2009, de las cuales 19.467 pasaron por el mercado legal, mientras que en el resto (35.161) no hubo control del gobierno. En el reporte no se hace un cálculo sobre el potencial de producción de droga, aunque en 2008 se proyectó que 54.000 tm de coca tenían un potencial de producción de 113 tm de droga.

El 19 de septiembre, en una entrevista por medios estatales, el vicepresidente Álvaro García calculó que, en promedio, “entre el 1,5 y el 3% del total de la economía boliviana puede venir de ingresos del narcotráfico”.

Explicó que esos porcentajes representan de US$300 a 700 millones en el PIB (Producto Interno Bruto) de US$17.000 millones. En el afán de evitar el desvío de coca al narcotráfico, Cáceres recordó que el gobierno realiza un empadronamiento biométrico de productores cocaleros, que hasta ahora suman 43.700 afiliados, en la región de Cochabamba.

Anunció que se realizará una depuración de ese total y se concluirá el proceso de delimitación de las áreas de producción que no pasarán de las 20.000 hectáreas de coca en todo el país. “12.000 hectáreas para los Yungas de La Paz, 7 mil para el trópico de Cochabamba y mil estarían ubicadas en la provincia de Caranavi (La Paz). En otras áreas serán totalmente ilegales”, advirtió.

Mejoran la producción de droga. Los narcotraficantes lograron extraer mayor alcaloide que antes con menos coca, según el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, con el uso de una mejor tecnología. Informó que antes, de 700 libras de hoja de coca seca, utilizando una poza manual, mucha agua y al menos 10 horas de trabajo, se obtenía un kilo de pasta base de cocaína.

“Hoy en día, de las 700 libras, la tecnología colombiana ya no usa agua, sino gasolina y otros precursores, y se requiere de sólo dos horas para obtener dos kilos de pasta base de cocaína”, manifestó. Con esa explicación, negó que en el país se hubiera incrementado el narcotráfico. Aclaró que mejoraron el trabajo para extraer la droga en menos tiempo.

En ese sentido, dijo que en los laboratorios que se destruyeron en la Chiquitania, se pudo apreciar la mejora en la producción de droga, puesto que de casi 1.000 gramos de pasta base de cocaína se extrae 950 gramos de clorhidrato. Antes, de un kilo y medio de pasta base de cocaína, extraían un kilo de clorhidrato de cocaína, según los datos obtenidos por el gobierno.

“Respeto la opinión de algunos expertos que dicen que en este gobierno hay más droga, pero eso es falso”, afirmó y luego descartó que el incremento de los cultivos de coca sea un motivo para un incremento del narcotráfico en el territorio nacional.

Cáceres apuntó al departamento de Santa Cruz como la región que más produce droga, aunque luego indicó que por la represión y el incremento de operativos policiales, los narcotraficantes se trasladan a Beni y Pando. “También están en el valle (Cochabamba), Sucre, parte de Potosí, El Alto (La Paz) y comunidades aledañas”, añadió.