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Brasil: candidato presidencial opositor renuncia a la gobernación de Sao Paulo
Viernes, Abril 2, 2010 - 14:29

Debido a que la ley exige a los funcionarios públicos abandonar sus puestos a más tardar el 3 de abril para emprender una campaña electoral, José Serra dejó su puesto este viernes.

Brasilia. El gobernador del estado brasileño de Sao Paulo y precandidato a la presidencia por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) , José Serra, presentó este viernes su carta de renuncia a la Asamblea Legislativa paulista.

El texto de renuncia a la Asamblea Legislativa paulista fue publicado en la víspera del feriado en el Diario Oficial de Sao Paulo.

"Tengo la honra de comunicar a Vuestra Excelencia mi decisión de presentarme como candidato a un cargo de elección popular en la próxima disputa del 3 de octubre de este año", comunicó.

"Por ese motivo (...) solicito que sea dado a conocimiento de la augusta Asamblea Legislativa que me alejo definitivamente del cargo de gobernador del estado el día 2 de abril del 2010", agregó.

El vicegobernador de Sao Paulo y ex diputado por el PSDB, Alberto Goldman, asumirá el mando del Gobierno paulista hasta el fin de la gestión, en diciembre.

Serra, de 68 años, un conocido ex ministro de Salud que se espera sea confirmado como el candidato del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), lidera los sondeos de opinión en la carrera para suceder al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La candidata escogida por Lula, la ex jefa de Gabinete, Dilma Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), ocupa el segundo lugar en las encuestas y en las últimas semanas ha acortado la brecha que la separa de Serra.

Se prevé que el gobernador del estado de Sao Paulo, quien perdió ante Lula en las elecciones presidenciales de 2002, sea confirmado como candidato del PSDB el 10 de abril.

La ley exige que los funcionarios públicos abandonen sus puestos a más tardar el 3 de abril para poder presentarse a algún cargo de elección popular en los comicios generales del 3 de octubre.

Pese a que Serra lidera los sondeos, la mayoría de analistas ve a Rousseff como la favorita debido a que cuenta con el apoyo del enormemente popular Lula y será ayudada por la revitalizada economía de Brasil.

Serra probablemente usará su experiencia ejecutiva como gobernador del estado más poblado y centro financiero de Brasil en su aproximación al electorado.

El político del PSDB también es visto como más proclive a las inversiones privadas y a un menor rol del Estado que Rousseff, una ex militante de izquierda.

Sin embargo, tanto Rousseff como Serra creen en un rol enérgico del Estado en la economía y es improbable que alguno de los dos marque un cambio importante de las políticas que han ayudado a la estabilización y al fuerte crecimiento económico alcanzado durante el Gobierno de Lula.

La carrera política de Serra. José Serra fue un inmigrante italiano que vendía frutas en Sao Paulo para sustentar a su familia y financiar su educación.

Al igual que su principal rival en la carrera presidencial, Dilma Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), incursionó en política como líder estudiantil y fue presidente del Centro de Alumnos de la Universidad estatal de Sao Paulo y luego lideró la Asociación Nacional de Estudiantes desde 1962 a 1963.

La dictadura militar de Brasil lo obligó vivir en el exilio. Estuvo en Chile y Estados Unidos entre 1964 y 1978.

Serra se convirtió en una figura popular y conocida como ministro de Salud del presidente Fernando Henrique Cardoso, cuando emprendió acciones contra grandes empresas farmacéuticas, a las que amenazó con retirar sus licencias y forzó a reducir sus precios. Previamente había sido ministro de Planificación en el gobierno de Cardoso.

Se presentó por primera vez a la presidencia en 2002, cuando perdió ante Lula en segunda vuelta.

Pese a que el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) es visto como más abierto a los mercados y al sector privado, Serra favorece un fuerte rol del Estado y tiene un pasado izquierdista que no estaría fuera de lugar en el Partido de los Trabajadores.

El hasta ahora gobernador se ha formado una reputación de administrador eficiente, pero no es especialmente carismático ni un gran orador. Lucha por crear un vínculo emocional con los votantes y puede ser visto como distante.