Un nuevo sondeo mostró que la aprobación de Monti cayó a 64% desde 73% a fines del mes pasado. El nuevo primer ministro confía en que los italianos verán que los sacrificios son necesarios y que las medidas son justas.

Roma. El nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, enfrentó este miércoles dos llamados a paros nacionales y vio una caída en su popularidad, según mostró un sondeo de IPSO encargado por el diario Corriere della Sera.

Monti está tratando de instaurar un estricto paquete de medidas de austeridad que dice que es vital para la salvación financiera de Italia.

Las tres principales confederaciones sindicales anunciaron un paro nacional conjunto de tres horas en el sector privado para el 12 de diciembre.

Los trabajadores del sector público, en tanto, realizarán una huelga de ocho horas el 19 de diciembre contra el paquete de 30.000 millones de euros (US$40.300 millones) que afectará a las pensiones y a los impuestos sobre propiedades.

Los llamados a paro tuvieron lugar al mismo tiempo que se divulgaba un nuevo sondeo que mostró que la aprobación de Monti cayó a 64% desde 73% a fines del mes pasado, antes de que se conocieran los detalles del paquete.

Monti, un ex comisario europeo que formó un gobierno de tecnócratas el 17 de noviembre, dijo en una entrevista por televisión, este martes en la noche, que el paquete era vital para evitar el riesgo de que Italia se vuelva insolvente y que no sea capaz de pagar salarios del sector público o pensiones.

El nuevo primer ministro afirmó que confía en que los italianos verán que los sacrificios son necesarios y que las medidas son justas.

"Estoy seguro que habrá protestas e incluso puedo considerarlas justificadas, pero estoy seguro que los ciudadanos entenderán," sostuvo.

Distribuyendo el dolor. La encuesta de mostró que 66% de los italianos aprueba las medidas en general, pero un desglose de los datos indicó que se encuentran divididos respecto a si se han distribuido con justicia.

Mientras que 93% de los consultados en el sondeo dijeron que están de acuerdo con tributos que afectarán a los ricos, como nuevos impuestos sobre yates, autos de lujo y aviones privados, sólo 35% estuvo de acuerdo con planes para reinstaurar un tributo sobre residencias primarias.

El 82% de los entrevistados concordó con planes para reducir el financiamiento para partidos políticos y recortar los costos de la burocracia administrativa, pero sólo un 30 por ciento aprueba un aumento del IVA en dos puntos porcentuales a partir de septiembre del 2012.

Sólo 39% dijo estar de acuerdo con los cambios en las pensiones.

A partir del 2012, las pensiones se calcularán sólo sobre la base de contribuciones pagadas al sistema en vez de los salarios al término de la carrera.

La edad mínima para la jubilación de los italianos fue elevada a 62 años desde 60 años para las mujeres y a 66 años desde 65 años para los hombres.

Uno de los pasos más polémicos es la eliminación del ajuste anual de inflación para aquellos con pensiones mensuales de más de 936 euros.

Los sindicatos y algunos partidos políticos afirman que esa cifra es demasiado baja y que perjudicará a mucha gente.