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Canciller mexicano: el país apuesta a ser actor global
Lunes, Enero 6, 2014 - 17:02

José Antonio Meade destacó los esfuerzos para que se reconozca que, más allá de la percepción en temas como el de seguridad, la realidad de México tiene diferentes elementos, y entre ellos está que es la economía 14 del mundo.

Ciudad de México, Excelsior.com.mx. El reto de la política exterior es proyectar a México como actor global, que aproveche sus múltiples pertenencias en lo bilateral y lo regional; en el caso de Norteamérica, se buscará ampliar la agenda de diálogo con Estados Unidos y Canadá, en la lógica de hacer una región más competitiva y dinámica, aseguró el canciller José Antonio Meade.

En entrevista con Excélsior, destacó los esfuerzos para que se reconozca que, más allá de la percepción en temas como el de seguridad, la realidad de México tiene diferentes elementos, y entre ellos está que es la economía 14 del mundo y uno de los polos de crecimiento a escala mundial.

El secretario de Relaciones Exteriores destacó que, a los elementos estructurales con los que ya contaba el país en materia económica, se suma el afán reformista del último año, lo cual le da mayor soporte a la visión optimista del país que tenemos por delante.

Aseveró que siempre se va a hablar con Estados Unidos sobre seguridad y migración “con los acentos y con los irritantes propios de una relación madura y complicada”, pero dándole una continuidad al diálogo como no se había tenido.

De cara al posible tratado de libre comercio entre EU y Europa, el canciller destacó la importancia de una negociación de región a región y en ese contexto subrayó que se pondrá sobre la mesa rescatar el concepto de Norteamérica.

“Se impulsa a México como actor global” José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Relaciones Exteriores

Asevera que Estados Unidos ya está dando respuesta a los casos de espionaje; Afirma que siempre se va a hablar con dicho país con los “irritantes” propios de una relación madura y complicada.

Con la encomienda de que la política exterior sea un espejo de las prioridades en materia interna, embajadores y cónsules buscarán proyectar a México en el mundo como un actor global que se está moviendo hacia adelante, afirmó en entrevista el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), José Antonio Meade Kuribreña.

Afirmó que se buscará promover que la combinación de las reformas ofrecen una estructura más moderna y buenas condiciones para soportar esa visión optimista sobre el país.

El canciller aseveró que Estados Unidos ya está emitiendo respuesta a los actos de espionaje contra instituciones y funcionarios mexicanos. Explicó que el proceso se está dando en etapas, donde primero se está haciendo una revisión respecto de cuáles son las capacidades que tiene el gobierno estadunidense para actuar en esa área y cómo deben utilizarse respecto de otros países como México que no están dispuestos a ver vulneradas sus soberanías.

En entrevista con Excélsior, aseveró que siempre se va a hablar con Estados Unidos sobre seguridad y migración “con los acentos y con los irritantes propios de una relación madura y complicada”, pero se le dará una continuidad al diálogo como no se había tenido.

—Estamos en vísperas de que comience la reunión del Servicio Exterior Mexicano que se hace cada año, desde hace 25 años; en esta ocasión parece un momento muy importante para el país después de aprobadas las reformas, también es una reunión que se plantea más larga que en otras ocasiones, ¿cuál es el mensaje que pretende dar el gobierno federal al Servicio Exterior para, a su vez, difundirlo al resto del mundo?

—La reunión de embajadores y cónsules fue una muy buena idea de Fernando Solana justo hace 25 años; este año con cargo a que es el 25 aniversario de la reunión y con cargo a mucho de lo que ha pasado en este arranque de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, quisimos darle a la reunión, quisimos dotarla de un mayor contenido.

Hemos buscado en la administración que la política exterior sea un espejo de las prioridades que tenemos en materia interna y desde esa perspectiva queremos que los embajadores y los cónsules hagan suya la agenda del presidente Peña Nieto en lo interno y busquen, desde sus funciones, desde sus trincheras, aportar a esos mismos objetivos.

Buscar en su trabajo cotidiano de promoción que generemos y encontremos espacios de mayor prosperidad, que por la vía de la cooperación identifiquemos mejores elementos, mejores políticas públicas y dotemos al mundo de información de lo que aquí estamos haciendo en materia de inclusión.

Un elemento fundamental en la relación internacional tiene que ver con los intercambios estudiantiles y por lo tanto con el pilar de educación con calidad, y otro tanto también la cooperación en materia de seguridad.

De esta forma hay un espejo entre lo que se está queriendo hacer dentro y lo que desde el Servicio Exterior, desde la política exterior de la Secretaría, se puede también realizar.

Y dado también el número importante de reformas que se aprobaron el año pasado, sí pensamos que es la oportunidad para que se empapen nuestros embajadores y cónsules de la agenda que se ha venido desahogando y la hagan suya en su labor cotidiana.

Además, habremos de tener talleres específicos en materia de promoción turística, en materia de promoción económica, algunos talleres de comunicación social, algún taller de liderazgo y una agenda importante también en temas consulares, en donde la atención que desde ahí se provee a los intereses de los mexicanos es importante.

—Si fueras a resumir en una frase tu mensaje a los embajadores y cónsules, que a su vez ellos transmitan a los países donde están, ¿cuál sería?

—México se está transformando, está cambiando y su política exterior y sus representantes fuera son agentes también promotores de ese cambio.

—México ha hecho un gran esfuerzo, el gobierno federal, en términos de cambiar la imagen del país como un país inseguro, donde la inversión no tiene mucha seguridad jurídica, ni seguridad pública con qué asentarse y sin embargo la visión desde el exterior, y me refiero a reportes recientes de Estados Unidos y de otras partes del mundo, siguen señalando a México como un país con problemas graves de seguridad en la frontera y en zonas de Michoacán y Guerrero, ¿qué se va a hacer para contrarrestar esto?

—Hay, yo creo, dos elementos: uno de forma y otro que pretende reducir esa brecha percepcional entre los datos y los hechos. La realidad dura y la percepción que se tiene fuera, entre un México que es más que una sola narrativa del tema de seguridad, al tiempo que se atiende el problema de fondo.

México, yo creo, hoy puede acreditar algunos años, dos o tres, en donde la violencia se ha venido abatiendo; el año pasado hubo una reducción importante en ese tema, un problema focalizado en el que se está trabajando y en la medida en que nosotros podamos acreditar, como estamos haciendo, que somos un país comprometido con generar condiciones de paz, que reconoce sus retos y los enfrenta de manera clara, en esa medida, en esa narrativa iremos generando convicción de que se está haciendo lo necesario para ser exitosos.

Pero también estamos haciendo un esfuerzo importante para que se reconozca que la realidad en México tiene diferentes elementos, y que México es al mismo tiempo la 14 economía más grande del mundo, que México se identifica como uno de los polos de generación de crecimiento a nivel global, que México es un destino turístico importante, que México tiene una riqueza y patrimonio de la humanidad también de las más importantes del mundo, que es un país que ofrece biodiversidad, que es el principal centro de manufacturas, desde electrodomésticos hasta televisores de plasma, un centro dinámico en materia aeroespacial y automóviles.

Y el esfuerzo que estamos haciendo es que esta brecha, entre lo que se percibe de México y lo que México realmente es, se vaya cerrando para que se recojan las muchas dimensiones en las que México es un actor con importancia global.

—Hay un fenómeno reciente en materia de seguridad, que es la aparición de las autodefensas. Si un embajador de México en el exterior fuera entrevistado por un medio internacional y le preguntaran: ¿qué es este fenómeno de las autodefensas, cuál sería la respuesta óptima para ser, como tú me dices, un espejo de la política mexicana?

—Yo lo que podría decirte es que es un espejo, un reflejo, de un problema focalizado en el que el gobierno mexicano está trabajando de manera frontal, que no es un reflejo de una situación generalizada en el país y que, en términos generales, es el resultado de una estrategia de fortalecimiento de las instancias públicas de combate a la delincuencia. Junto con mejores espacios de prevención y de coordinación se están generando cada vez mejores condiciones de paz.

—¿Los embajadores y cónsules serán los promotores de la nueva realidad que presentan las reformas?

—La mejor red de promoción con la que cuenta el gobierno federal es la red de embajadores y cónsules. Es una red profunda, profesional, es una red prestigiada y es una red que estará capacitada, y eso es lo que se pretende con esta semana, para llevar al mundo lo que México está haciendo en tema de transformarse y moverse hacia adelante.

—Ha sido un año, el primer año de gobierno, de siembra de muchos contactos con jefes de Estado y de gobierno. Ustedes publicaron una lista muy grande de personalidades con las que se reunió el presidente Enrique Peña Nieto. ¿Qué esperan que dé como cosecha todo este año de siembra?

—México, por sus características, por su población, por su economía, por su historia, por su cultura, ocupa un lugar importante en el mundo. Hay muy pocos diálogos de importancia global en donde México no tenga algo que aportar y lo que nosotros pretendemos, haciendo nuestro reto de instrucciones del presidente Peña Nieto, es que México se proyecte al mundo como este actor global. Esto quiere decir varias cosas en lo regional, en lo bilateral y también en lo multilateral.

En lo bilateral y en lo regional quiere decir que México aproveche sus múltiples pertenencias y se posicione de mejor manera en cada una de éstas. Ha querido decir que, por ejemplo, en Norteamérica, que tengamos capacidad de ampliar la agenda de diálogo con Estados Unidos y con Canadá, en la lógica de hacer de Norteamérica la región más competitiva y más dinámica.

Ha implicado con Centroamérica hacer un trabajo importante en tema regional con visiones de prosperidad, de inclusión y de paz, porque sabemos que esas condiciones las compartimos.

Ha implicado en el Caribe, que es nuestra tercera frontera, hacer también un trabajo en el que identifiquemos retos y oportunidades compartidas, que le hagamos frente a unos y les saquemos provecho a los otros.

Ha implicado vincularnos con la región Asia-Pacífico, en cuya cuenca también se encuentra México. Ha implicado un trabajo de acercamiento con una región en la que nos hermana la historia, la tradición, las aspiraciones, como Latinoamérica.

Y más allá de las pertenencias geográficas, México es también una economía del G20. Y por lo tanto, debe hacer esfuerzos para que la relación entre México y quienes integran el G20 nos ofrezcan mayores beneficios. De ahí la importancia de los acercamientos de este año previo con Indonesia, por ejemplo, con Turquía. Al tiempo que también consolidamos y relanzamos la relación con China, con Francia, Alemania, España, Inglaterra.

—Tocaste el tema de Indonesia ¿el futuro está en el BRIC o en el MIKTA?

—Desde el punto de vista de potencial de crecimiento hacia adelante, si uno revisa los diferentes espacios de opinión financiera, el MIKTA es el conjunto de países que explicarán un mayor porcentaje de crecimiento hacia adelante.

Efectivamente México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía y Australia (MIKTA) son países que han tenido un buen desempeño en los últimos años, pero que el mundo espera de ellos un mejor desempeño hacia adelante y de ahí la importancia de fortalecer el diálogo con estos países que se identifican, no solamente como países que tienen un potencial de crecimiento importante, sino también como países que somos democracias grandes, que compartimos principios y valores en materia de comercio, que somos potencias medias, y a las que el mundo ya con independencia y diálogo que logremos construir, nos identifica como países que tenemos características similares.

—Tú has sido secretario de Hacienda también, ¿cómo interpretas los pronósticos de las perspectivas por un lado tremendamente optimistas para con México, y por otro lado, pues un tanto dudosas o pesimistas? ¿Cómo conviven estos dos temas?

—Yo creo que hay una gran convicción de que México tiene elementos estructurales que le ponían un piso hacia adelante en términos de crecimiento. Tenía una conducción de macroeconomía sana, es una economía que no tiene inbalances relevantes, sus cuentas fiscales están en orden, su acceso a liquidez externa es amplio y en muy buenas condiciones, con un sistema financiero sólido, el balance de las empresas sólido, el balance de las familias también en equilibrio. Una buena demografía en general, un buen perfil energético, esas condiciones permitían suponer un México con un adecuado desempeño hacia adelante

Pero hoy, cuando se le suma a estas condiciones que ya tenía México, este afán reformista en el último año, hoy se ve un México que además de condiciones tiene un mercado laboral más flexible, tiene un sector energético en el que habrá mayor participación de diferentes actores, que será importante para la competitividad de la economía en su conjunto.

Una reforma financiera que ayudará a que estas condiciones sanas de la banca se traduzcan en mayor crédito. Una reforma de telecomunicaciones que ayudará a generar mejores condiciones de calidad y de acceso para el sector en comunicaciones.

Es la combinación de las reformas que nos dan una estructura más moderna, con buenas condiciones estructurales, a mi juicio, le dan soporte a esta visión optimista del México que tenemos por delante.

—¿Y, sin embargo, el año pasado tuvimos que revisar varias veces la cifra de crecimiento?

—En un contexto en el que sucedieron varias cosas que fueron de coyuntura, y que no fueron exclusivas de México. Todos los países de la OCDE, con excepción de Japón, revisaron sus expectativas de crecimiento a la baja. México es un país que escogió, hace veinte años, voltear a ver al mundo para encontrar en él fuentes de crecimiento, y por lo tanto igual que en muchas otras economías, su propio desempeño se tiene que ver condicionado por el entorno que enfrenta la economía global.

La economía global tuvo un desempeño mucho más débil el año pasado de lo que se preveía, de la mano de la caída de Estados Unidos y de un ajuste en su economía mayor del que se esperaba. Pero esos mismos analistas que coincidieron en la revisión a la baja de las condiciones de crecimiento en México este primer año, coinciden ahora en que México tiene una expectativa de crecimiento alentadora hacia adelante.

—Me hablabas de América del Norte, como región en la que México estaba incluida, ¿qué ocurrió este año?

—Siempre vamos a hablar con Estados Unidos de seguridad y de migración. En el caso de seguridad, con los acentos y con los irritantes propios de una relación madura y complicada. Pero lo que buscamos es darle una estructura al diálogo en los demás temas, para darle una continuidad de seguimiento que no se había tenido. Se estructura de esa forma un diálogo económico de alto nivel, que el presidente Obama le encargó —por parte de Estados Unidos— que condujera al vicepresidente Joe Biden; por parte de México lo conducen los diferentes secretarios del gabinete económico, y ya tuvo una primer reunión y tuvo algunos resultados positivos.

Ya se autorizó, por ejemplo, la interconexión del ducto del tramo de Los Ramones con el equivalente en ducto en los Estados Unidos, se inició el proceso para generar una autorización para otro ducto. Se aprobó hacia finales del año pasado, por el Congreso americano, la negociación que permite la explotación de los yacimientos transfronterizos, cosa que se había hecho en México hace ya un par de años.

Entonces, en términos generales, el diálogo tiene estructura y ofrece resultados. Otro elemento importante en el que se llevó un avance con Estados Unidos tiene que ver con el intercambio educativo, tanto de estudiantes como de alumnos, y en muchos casos justo por una prohibición expresa para estudiantes y maestros no se prepararan México.

Esta restricción se ha ido levantando poco a poco, con muchos temas educativos, con muchas universidades ya en el transcurso de este año y estamos tratando de generar condiciones para que hacia el final de la administración, el número de estudiantes mexicanos se multiplique por diez y el número de estudiantes americanos en México también se multiplique por diez.

Eso dará, yo creo, bases más firmes, a lo que tratemos de hacer en materia de intercambio tecnológico, de investigación y desarrollo, de logística, y en términos generales también sentará las bases de un diálogo mucho más balanceado que antes.

—Y como región ¿cuál es la apuesta? Estados Unidos está negociando un TLC con la Unión Europea, entiendo que Canadá y México quisieran que fuera una negociación de región con región ¿cuál es la apuesta en América del Norte?

—Canadá y México, los dos, tienen ya un TLC con Europa, Estados Unidos está en el proceso de negociar. Nosotros pensamos que la visión de los tres debiera ser eventualmente que estas tres negociaciones bilaterales convergieran hacia una sola. Nosotros sí sentimos que hay valor en el concepto norteamericano, que hay valor en las cadenas que se han venido integrando, en la competitividad que tenemos como región, en el paradigma energético que tenemos y que nos va a permitir insertarnos de muy buena forma en el mercado internacional, y que esa visión norteamericana tiene valor en las negociaciones que se están el día de hoy llevando a cabo.

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—¿Se entiende esto en Estados Unidos o no cabalmente?

—Se ha planteado, yo creo que se entiende como aspiración. Se ha estimado que una mejor forma de llevar esa aspiración es por etapas, con una primera en que tengamos tres tratados bilaterales en donde se reconozca el interés de Estados Unidos por Europa, que se cuiden las ventajas que han generado mayor competitividad, tanto para los Estados Unidos como para Europa, sí como para el mercado norteamericano.

—De la reunión de líderes ¿qué espera México?

—Nosotros vamos a tratar de volver a poner sobre la mesa que el concepto de Norteamérica vale la pena rescatarlo, que hay elementos en Norteamérica que deben de alentar y deben de generar de nuevo emoción, de generar espacios de oportunidad y que debemos de seguir moviéndonos en una agenda de integración, de construcción de mercados comunes, donde identifiquemos la frontera como un área de oportunidades, de ventaja competitiva, en donde vayamos avanzando en los procesos administrativos regulatorios, en donde vayamos coordinando la forma como invertimos en la frontera de los tres países para generar mayor competitividad.

Entonces lo que tenemos que volver a hacer es el planteamiento de que vale la pena. En un contexto en donde todos estamos diversificando nuestras relaciones, en donde México está volteando a Asia, volviéndose a concentrar en Latinoamérica, en el Caribe, en Centroamérica, así como Estados Unidos en Europa, que aun siendo importantes esos esfuerzos que cada uno estamos haciendo de diversificación, que vale la pena no perder de vista que Norteamérica es un concepto sobre el que vale la pena concentrarse, trabajar y seguir desarrollando.

—¿Con Canadá?

—Con Canadá yo creo que es importante generar la percepción, la convicción compartida de que la relación México-Canadá es una relación que vale la pena por sí misma, no solamente vista a través de la relación que cada uno de nosotros tiene con Estados Unidos.

La relación México-Canadá es muy importante en turismo, tenemos diálogo político cercano, tenemos posiciones multilaterales también muy coincidentes, pero hace falta, yo creo, de los dos lados, que le demos a la relación peso específico y reconocimiento de importancia propia, con independencia de la relación con EU.

—Será un año de mucha actividad en materia de política exterior, viene la Cumbre Iberoamericana, hay varias visitas de mandatarios de otros países, entre ellos de Francia, ¿cómo prevés el año en términos de contactos directos?

—Yo creo que va a ser un año efectivamente intenso, en donde los primeros días del año, después de la Reunión de Embajadores y Cónsules, habrá una visita del primer ministro de Italia, Enrico Letta, la primera visita en más de 20 años, creo 23 años; habrá una visita también en Cuba en el contexto de la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños, será una reunión de por sí importante.

Y efectivamente se prevé este año que tengamos visitas, entre otros, de nuevo del presidente Barack Obama y del primer ministro canadiense Stephen Harper, en el contexto de los 70 años de la relación entre México y Canadá; la visita del presidente de Francia, François Hollande, en el contexto de 50 años de la visita que tuviera Charles de Gaulle al presidente Adolfo López Mateos.

Habremos de seguir con la estrategia que nos han marcado, de profundizar nuestra relación en aquellos espacios geográficos a los que México pertenece y de fortalecer nuestra relación con los países del hemisferio.

—En relación con China, ¿hay algo nuevo en la agenda, para este año?

—Este año China será anfitrión de APEC, y en el contexto de esa reunión habrá una visita de Estado del Presidente de México a China, y eso permitirá un marco narrativo que continúe con el relanzamiento, que tendrá varios capítulos; la visita que tuvo el presidente Peña Nieto allá y que tuvo el presidente Xi aquí; la visita que haga el Presidente en el contexto de APEC y su propia visita de Estado de una cumbre de negocios Latinoamérica-China de la que México será anfitrión en 2015. Eso permitirá que de manera definitiva consolidemos espacios para que China pueda invertir en México y ampliar el acceso al mercado de productos mexicanos allá.

—Durante muchísimo tiempo la Doctrina Estrada era la doctrina de la política exterior mexicana. ¿Tú en este momento cómo describirías la política exterior? ¿Debemos tener una nueva doctrina de política exterior?

—Yo creo que la doctrina sobre la que México ha regido su política exterior, que está reflejada en los principios constitucionales, son principios que encuentran un espejo en la Carta de las Naciones Unidas y que se mantiene vigente dándole a esos principios una interpretación moderna.

No está peleada, yo creo, la diplomacia que estamos buscando ejercer en términos de un México como actor global responsable, con estos principios. Al revés, encuentra en nuestros principios que se ubican además en espejo con Naciones Unidas, un buen marco para el trabajo diplomático que estamos haciendo.

La Doctrina Estrada, que no regatea los reconocimientos, sigue siendo vigente, sigue siendo un elemento fundamental en nuestra política exterior, pero eso no quiere decir que México no se involucre en los asuntos globales, siendo un país con importancia global.

—Por último canciller, decías que la relación de Estados Unidos con México tiene algunos irritantes; creo que un irritante ha sido el tema del espionaje, tú planteaste en septiembre u octubre pasado que México exigía una investigación a EU, incluso dijiste que debería ser una investigación rápida. ¿Existen ya resultados?

—Empieza a dar resultados, yo creo que el planteamiento que hace México se sumó al planteamiento multilateral que hiciera Brasil y de Alemania para que se revisaran los marcos legales de cada país para asegurar que los derechos de privacía estuvieran ahí salvaguardados. Pero en específico, México lo que planteaba en su relación bilateral es que en este proceso de revisión hubiera consecuencias y que aseguraran espacios de cooperación y corresponsabilidad, de confianza, en el sentido de que actividades como esas no se llevaran a cabo. Este proceso está sucediendo en Estados Unidos, está sucediendo en etapas, abriendo primero un diálogo, una revisión respecto de cuáles son las capacidades que tiene el gobierno americano, capacidades que no estaban adecuadamente dimensionadas y socializadas, y de ahí un diálogo en término de estas capacidades y cómo deben de utilizarse respecto de diferentes países y cómo deben utilizarse en el área diferencial, en el caso de países como México que no está dispuesto a que su soberanía sea vulnerada.

—En plenas vacaciones nos enteramos, por lo menos en la versión del semanario alemán Der Spiegel, que el espionaje ha continuado y que la Comisión Nacional de Seguridad, ha sido blanco de espionaje. ¿Esto hará necesario una nueva toma de postura por parte de la Cancillería?

—La postura sigue siendo la misma y lo que obliga es lo que también trascendió ya en estos días, que es una revisión de parte del gobierno para salvaguardar la integridad de sus sistemas de comunicación y una aseveración, en el sentido de que los sistemas que hoy utiliza el Estado mexicano están salvaguardados.

Ejes de política exterior. El canciller José Antonio Meade dio a conocer algunas directrices en la materia.

- Que la política exterior sea un espejo de las prioridades en materia interna.

- Los cónsules y embajadores deben hacer suya la agenda del presidente Enrique Peña Nieto.

- Generar y encontrar espacios de mayor prosperidad.

- Dotar al mundo de información de lo que en México se hace en materia de inclusión.

- Cambiar la percepción en el mundo entre lo que se dice del país y lo que realmente ocurre.

- Reflejar que México es un destino importante para la inversión.

- Llevar al mundo lo que México está haciendo en tema de transformarse y moverse hacia adelante.

- Promover que el país tiene una estructura más moderna, con buenas condiciones, que le dan soporte a esta visión optimista sobre el país.

- Consolidar la estructura de diálogo económico de alto nivel, entre Estados Unidos y México.

- Profundizar la relación en aquellos espacios geográficos a los que México pertenece y de fortalecer la relación con los países del hemisferio.

- Un mayor intercambio tecnológico, de investigación, desarrollo y de logística con Estados Unidos.

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Excelsior.com.mx