Rafael Roncagliolo dijo que los documentos suscritos en la década de 1950 por Perú, Chile y Ecuador, no son tratados limítrofes, pues su único objetivo fue proteger los recursos pesqueros de la región, frente a la amenaza depredadora de flotas extranjeras.

Lima, Andina.  El canciller Rafael Roncagliolo sostuvo que todo el Perú debe estar orgulloso de la calidad de los argumentos expuestos por el equipo jurídico nacional en el contencioso por los límites marítimos con Chile en la Corte de La Haya.

“Lo importante es que debemos estar orgullosos del equipo y de la calidad de los argumentos, los cuales han sido muy contundentes”, indicó en declaraciones a Cuarto Poder.

Asimismo, dijo que los documentos suscritos en la década de 1950 por Perú, Chile y Ecuador, no son tratados limítrofes, pues su único objetivo fue proteger los recursos pesqueros de la región, frente a la amenaza depredadora de flotas extranjeras.

“En 1952 estábamos pensando en cómo protegernos, ese era el tema”, añadió.

El canciller también destacó la unidad mostrada por todos los sectores peruanos en torno a la demanda en la Corte de La Haya, así como la colaboración de la prensa, y los partidos políticos, entre otros.

Consideró positivo que, por ejemplo, los cancilleres de los tres últimos gobiernos peruanos integren el equipo jurídico que litiga en La Haya, a pesar de las diferencias políticas entre ellos.

“Ojalá en otros aspectos de la vida peruana pudiéramos mostrar esta unidad que estamos mostrando en este proceso”, subrayó.

Respecto a la sentencia que se espera para mediados del próximo año, Roncagliolo mencionó que la Corte de La Haya emite fallos que en algunas ocasiones pueden representar “ejercicios de imaginación jurídica”.

Sostuvo que si bien hay un mecanismo del derecho internacional para fijar límites marítimos, el citado tribunal “puede hacer uso de su imaginación” al momento de definir una frontera.

Perú continuará mañana martes sus alegatos orales ante el tribunal internacional y se espera que el equipo jurídico responda la pregunta del juez Mohamed Bennouna, quien pidió a los representantes peruanos y chilenos aclarar si como signatarios de la Declaración de Santiago en 1952, podían delimitar una zona marítima soberana hasta una distancia mínima de 200 millas desde sus respectivas costas.