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Candidato conservador es el cómodo favorito para comicios que mantendrían el rumbo de Paraguay
Jueves, Abril 19, 2018 - 14:57

Con el respaldo de buena parte del sector empresarial, Mario Abdo Benítez del Partido Colorado lograría ganar este domingo en las elecciones presidenciales con una ventaja de unos 25 puntos sobre su rival Efraín Alegre, de la coalición GANAR.

Asunción. El hijo de un hombre fuerte de la última dictadura es el favorito para convertirse en presidente de Paraguay, según sondeos que auguran una cómoda victoria este domingo para los conservadores en el poder pero también una menor influencia en el Congreso.

Con el respaldo de buena parte del sector empresarial, Mario Abdo Benítez del Partido Colorado lograría ganar con una ventaja de unos 25 puntos sobre su rival Efraín Alegre, un abogado de la coalición opositora de centroizquierda GANAR, de acuerdo con encuestas recientes. Las leyes locales no contemplan balotajes, por lo que el que gane más votos queda consagrado.

La economía más pequeña de Sudamérica logró un crecimiento sostenido los últimos años gracias a las exportaciones de materias primas y una fuerte apuesta por la infraestructura, que contrasta con una inversión social exigua y un índice de pobreza que alcanza al 26,4% de una población de 6,8 millones.

"Veo dos propuestas conservadoras, democráticas, que no ponen en riesgo la institucionalidad", opinó el analista político Alfredo Boccia. "Pero no veo un cambio en la vieja y cansina políticaparaguaya que haga que en los próximos años las cosas estén distintas".

Abdo, un exsenador de 46 años, se comprometió a mantener la actual estructura de impuestos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción agropecuaria deParaguay, el cuarto exportador mundial de soja y un importante productor de carne vacuna, algo que su rival propone modificar.

Hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay con mano de hierro por 35 años hasta 1989, Abdo ganó protagonismo político al distanciarse del actual mandatario, el también conservador Horacio Cartes.

El opositor Alegre centró su campaña en la promesa de bajar drásticamente las tarifas de energía eléctrica para aprovechar la producción de las gigantes hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá, que Paraguay comparte con Brasil y Argentina.

"Ambos candidatos están respetando lo que es la trayectoria que tiene Paraguay en términos de estabilidad macroeconómica, y creo que eso es un elemento positivo", dijo a Reuters el exministro de Hacienda Manuel Ferreira.

El próximo mandatario gobernará por cinco años, sin posibilidad de reelección.

¿Menos gobernabilidad? De acuerdo con las encuestas, el Partido Colorado conquistaría menos escaños de los que tiene hoy en el Congreso. Se espera un fuerte avance de la coalición izquierdista Frente Guasu, liderada por el expresidente Fernando Lugo.

Si Abdo gana los comicios, podría tener que hacer concesiones para formar alianzas que le garanticen gobernar.

"La conformación del Congreso hace presagiar que el ejecutivo electo tendrá que ejercer un liderazgo tremendo para aglutinar a los distintos sectores (en torno) a sus propuestas", dijo el presidente de la Asociación de Bancos del Paraguay, Beltrán Macchi.

Algunos empresarios temen que ese escenario se convierta en un obstáculo a la hora de contener el déficit fiscal y sostener el crecimiento económico que el país logró en los últimos años pese al contexto regional adverso.

Cerca de 4,2 millones de paraguayos están habilitados para votar en unos comicios en los que se renovarán también todos los escaños del Congreso y autoridades para 17 gobernaciones de todo el país. El nuevo mandatario asumirá el 15 de agosto.

Autores

Reuters