Una delegación compuesta por el senador Alexánder López, del Polo; el presidente de Sintraemcali, Jorge Iván Vélez, y un delegado de CUT, iniciará una gira por Estados Unidos y Europa, que irá hasta el 3 de febrero, para oponerse a la aspiración del gobierno de Santos.
Desde octubre del año pasado, cuando el presidente Juan Manuel Santos anunció la candidatura del vicepresidente Angelino Garzón a la dirección general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “una de las posiciones más importantes de toda la Organización de Naciones Unidas”, según dijo, se inició un pulso contra dicha aspiración por parte de algunas de las más importantes organizaciones sindicales y el Polo Democrático, partido de oposición al gobierno, que consideran que dicha postulación no tiene méritos siendo Colombia el país más peligroso para ejercer el sindicalismo.
Un pulso que comenzará a librarse en firme a partir de este lunes, cuando una delegación compuesta por el senador Alexánder López, del Polo; el presidente de Sintraemcali, Jorge Iván Vélez, y un delegado de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), inicie una gira por Estados Unidos y Europa, que irá hasta el 3 de febrero, para oponerse a la aspiración del Gobierno colombiano, gira que ha sido calificada por el mismo presidente Santos como “una demostración bastante pobre de su amor a la patria”, según lo expresó en entrevista este fin de semana con El Espectador.
“Colombia no hace méritos para dirigir la OIT a nivel mundial. La ausencia de garantías para la actividad sindical, la continua persecución al movimiento obrero y la impunidad ante el genocidio contra el movimiento sindical, la tercerización laboral y el trabajo infantil, son tan sólo algunos de los vergonzosos indicadores que descalifican a nuestro país para dirigir la entidad que a nivel mundial dirime los conflictos obreros”, declaró el senador López antes de viajar a Washington, primera parada de la gira, donde planea reunirse con dirigentes de diez sindicatos y congresistas estadounidenses. Para él, la campaña “no es contra Angelino”, sino contra un gobierno en el cual, desde su inicio, han sido asesinados 58 dirigentes sindicales.
La misión en contra de la postulación de Angelino Garzón en la OIT se inicia además con un plus que puede jugar a su favor: la organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch, en su balance mundial de 2011, reveló que Colombia sigue siendo el país con más asesinatos de sindicalistas, al registrar más de 175 en los últimos tres años. “Un total de 51 sindicalistas fueron asesinados en 2008, 47 en 2009, 51 en 2010 y 26 entre enero y el 15 de noviembre de 2011”, detalló la ONG, citando datos de la Escuela Nacional Sindical (ENS).
Y aunque reconoció que el gobierno Santos ha mostrado preocupación y ha incrementado las medidas de protección, advirtió que aún hay “múltiples desafíos” y el riesgo de que la violencia contra los sindicalistas quede impune es latente, pues hasta mayo de 2011 la unidad especial de la Fiscalía creada para abordar delitos contra ellos únicamente había conseguido seis sentencias condenatorias.
Para el presidente de la CUT, Tarsicio Mora —quien por problemas médicos no pudo hacer parte de la gira que hoy se inicia y que irá hasta el 3 de febrero—, mientras no se vean soluciones reales a los problemas laborales y de derechos en el país, seguirá en desacuerdo con esa candidatura: “No es posible que aspiremos a semejante cargo cuando en Colombia se violan los derechos (...) Colombia ha perdido todas las calificaciones frente a la OIT”.
Angelino Garzón, mientras tanto, sigue adelante buscando respaldos en el escenario internacional (ver nota anexa), y además del apoyo que los cinco partidos de la Unidad Nacional dieron la semana pasada a su aspiración, cuenta también con aliados en el mismo sector sindical. Como Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), precisamente uno de los 56 miembros con derecho a voto en la OIT para la elección del nuevo director, quien cree que oponerse a ello es un absurdo, pues si Colombia llegara a ser elegida para dirigir dicho organismo se vería obligada a dar ejemplo en la defensa de los derechos de los trabajadores y tendría que “cumplir a cabalidad” con los estándares establecidos: “Uno no puede ser tan imbécil y tan miope”, enfatizó Gómez.
Incluso, el expresidente Álvaro Uribe —por estos días tan distanciado del gobierno Santos— ha expresado también su apoyo a la posible llegada de Garzón a la dirección de la OIT. “Si lo nombran director, está muy bien para él y para Colombia. Una persona como el doctor Angelino nos tiene que ayudar a que no haya sindicalismo armado, a que no haya confrontación entre empresarios y trabajadores”, señaló en una reciente entrevista para Radio Todelar en Cali.
