"Lo más probable es que la ex presidenta Bachelet sea la candidata de la Concertación (coalición de centro izquierda), ya que según todas las encuestas es una candidata muy fuerte con muchas posibilidades", dijo Sebastián Piñera en entrevista con una radioemisora local.
Santiago, Xinhua. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, admitió hoy la fortaleza y popularidad en sondeos de la titular de ONU Mujer, y ex mandataria chilena, Michelle Bachelet, de cara a los comicios presidenciales del 2013.
"Lo más probable es que la ex presidenta Bachelet sea la candidata de la Concertación (coalición de centro izquierda), ya que según todas las encuestas es una candidata muy fuerte con muchas posibilidades", dijo Piñera en entrevista con una radioemisora local.
Aún así, añadió, "aún no está resuelto el ganador o perdedor de la próxima elección presidencial".
Bachelet lidera con holgura las intenciones de voto de cara a los comicios de diciembre de 2013, según distintas encuestas de opinión, lejos de la mejor carta del oficialismo, el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne.
Piñera insistió en que "esta elección no está escrita".
Destacó que la Concertación "tiene todo el derecho del mundo a tener su candidato, pero creo que Chile va por el camino correcto y que sería un error desviarnos de este camino que nos lleva a pie firme hacia algo que nunca antes habíamos logrado, como hacer de Chile un país desarrollado", agregó.
Según Piñera la oposición de centro izquierda "no está pasando por un buen momento, no tiene un proyecto de país, no tiene una visión de futuro, creo que está muy dividida, a mi juicio muy confundida".
El presidente chileno tuvo un primer año de gobierno en 2010 con una importante popularidad, adhesión que alcanzó su apogeo tras el rescate de lo 33 mineros luego de estar atrapados al fondo de un mineral 70 días, hito mediante el cual surgió como carta presidencial el ministro de Minería de entonces Golborne.
No obstante las movilizaciones sociales surgidas en 2011, especialmente las promovidas por los estudiantes que demandan mejorías en la educación pública, derrumbaron el apoyo ciudadano al Ejecutivo, lo que favoreció a Bachelet.
