Al inaugurar la cumbre que reúne ambos bloques, el presidente chileno invitó a "crear una nueva alianza estratégica, con una relación menos vertical y más horizontal, evolucionando desde la asistencia hasta la verdadera cooperación".
El presidente chileno, Sebastián Piñera, inauguró este sábado en Santiago la Cumbre Celac-UE con un llamamiento a superar el asistencialismo para construir una verdadera estrategia de cooperación entre Europa y Latinoamérica.
Ante los presidentes y jefes de delegaciones de los 60 Estados invitados a esta cita, Piñera invitó a "crear una nueva alianza estratégica, con una relación menos vertical y más horizontal, evolucionando desde la asistencia hasta la verdadera cooperación".
"Esta cumbre no es solo útil, es necesaria; no solo es oportuna, es urgente", declaró el anfitrión del encuentro, que arrancó en la tarde de este sábado en el centro de convenciones Espacio Riesco, situado en las afueras de la capital chilena.
El gobernante chileno apuntó que, "si bien la Unión Europea llega a esta cumbre en medio de una dolorosa crisis", ésta sigue siendo "la economía más grande del mundo", con un valioso legado cultural, científico y de respeto a la democracia y los derechos humanos.
Piñera resaltó que, aunque América Latina y el Caribe sigue sufriendo "altos niveles de pobreza y desigualdad", es una región que "está experimentando un verdadero renacimiento, que ha aprendido de los errores del pasado".
Los 60 países que participan en esta Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac-UE) representan un tercio de los Estados del mundo, reúnen a 1.100 millones de personas y suponen un tercio del PIB mundial, apuntó.
La UE es el principal inversor en América Latina, con 43 % del total, pero, según dijo Piñera, en los últimos años este flujo se ha debilitado, mientras que el flujo en sentido inverso se ha fortalecido.
Además, esas inversiones proceden en su mayoría de España, Reino Unido y Francia, y se destinan principalmente a Argentina, Brasil y Chile.
"Necesitamos más y mejores inversiones de calidad, tanto en América Latina como en Europa", apuntó el presidente, quien añadió que el comercio bilateral muestra un "tremendo dinamismo", con un crecimiento promedio del 13% anual, hasta sumar US$300.000 millones al año.