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Colombia rediseña plan de combate contra las guerrillas
Viernes, Febrero 17, 2012 - 17:22

Anteriormente, la prioridad era fundamentalmente la muerte o captura de los cabecillas, pero ahora se pone en un mismo nivel la desarticulación de las estructuras que sostienen el grupo.

Bogotá. Colombia rediseñó su estrategia de guerra contra la guerrilla izquierdista, incluidas las FARC, para priorizar el combate frontal a sus estructuras militares y económicas sin descuidar la captura o muerte de sus máximos líderes, dijeron fuentes de seguridad vinculadas al plan.

La nueva estrategia incluye al menos 20 aspectos en temas militares, logísticos, de inteligencia y jurídicos con el objetivo específico de desarticular los frentes encargados de las acciones ofensivas de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Anteriormente, la prioridad era fundamentalmente la muerte o captura de los cabecillas, pero ahora se pone en un mismo nivel la desarticulación de las estructuras que sostienen el grupo, así como a los comandantes medios que antes no eran considerados vitales.

"El centro de gravedad estratégico de las FARC no son sus cabecillas máximos, son sus estructuras y los mandos medios", dijo un oficial del Ejército que participó en la denominada Comisión de Revisión Estratégica Integral (CREI), al justificar la importancia de combatir las finanzas y las estructuras bélicas del grupo rebelde activo más antiguo de América Latina.

De acuerdo con varias fuentes militares consultadas, la estrategia, financiada mayoritariamente con presupuesto colombiano, combatirá el origen del sustento económico de estos grupos como el narcotráfico, la extorsión, el robo de ganado y la minería ilegal, de donde la guerrilla obtiene millonarios recursos para mantener un ejército de unos 8.000 combatientes.

"Murió el Mono Jojoy y no pasó nada, las FARC siguieron, murió Cano y tampoco pasó nada", dijo el mismo oficial refiriéndose a los decesos de Víctor Julio Suárez y Alfonso Cano, los dos más importantes y emblemáticos comandantes de esa guerrilla fallecidos en operaciones militares en el 2010 y el 2011.

La estrategia logró este martes su primera victoria cuando la Fuerza de Tarea Omega, que cuenta con unos 25.000 combatientes, acabó en un enfrentamiento con la vida de Guillermo Bolívar Córdoba, alias "Dumar", comandante de un frente rebelde que operaba en el departamento del Meta.

Aunque no era muy conocido, Bolívar -con 27 años en la guerrilla- se encargaba del reclutamiento, las finanzas, el abastecimiento y los ataques en una extensa zona de sabanas y selvas en el sureste del país, informaron las Fuerzas Militares.

Dentro del rediseño de su plan de guerra, Colombia empezó a utilizar Fuerzas de Tarea, unas unidades especiales autónomas integradas por experimentados combatientes, con moderno armamento y equipos, cuyo tamaño depende de la zona geográfica y el objetivo a combatir, afirmaron las fuentes.

Las denominadas Fuerzas de Tarea tienen una misión y un área geográfica de operación definida como parte de un plan que contempla acciones coordinadas del Ejército, la Fuerza Aérea y la Infantería de Marina.

Zonas estratégicas y conflictivas. Las unidades sólo se desactivarán cuando cumplan su objetivo de destruir las estructuras de los ilegales grupos armados que tengan asignadas, coincidieron las fuentes.

Las Fuerzas de Tarea comenzaron a operar en áreas específicas de los departamentos de Caquetá, Tolima, Arauca, Nariño, Cauca, Norte de Santander y Córdoba en donde las FARC han cometido más ataques recientemente y en donde tienen una presencia considerable junto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Bandas Criminales Emergentes (BACRIM).

En esas regiones también existen extensos cultivos de hoja de coca, laboratorios para el procesamiento de cocaína y son estratégicas para el tráfico de drogas y armas, de acuerdo con las fuentes consultadas.

El presidente Juan Manuel Santos activó cuatro Fuerzas de Tarea en diciembre. El plan busca consolidar al menos 12 unidades de esas características, desde las siete actuales, de acuerdo con otra fuente militar.

El ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, al ser consultado sobre el rediseño, reconoció que se viene haciendo "toda una revisión estratégica que nos permite ir creando nuevas alternativas y nuevas capacidades para enfrentar a todos los grupos criminales del país, llámense FARC, BACRIM, ELN, cualquier grupo".

"Permanentemente estamos en un proceso de innovación y estamos poniendo los planes en su lugar para que de aquí a unos meses se logren cambiar algunas tendencias que llevan algunos años en deterioro", explicó el funcionario que por razones de seguridad se ha abstenido de revelar detalles del plan.

Las FARC y el ELN fueron debilitadas en la última década por una ofensiva militar apoyada por Estados Unidos en la que murieron importantes comandantes rebeldes, mientras que miles de combatientes desertaron.

La ofensiva, que obligó a los rebeldes a replegarse a zonas montañosas y selváticas, se basó en la capacidad de inteligencia de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, respaldada por una gran movilidad de tropas con helicópteros, un alto poder de fuego de la aviación y el pago de recompensas.

La seguridad es mucho mejor que hace una década y ha ayudado a atraer a niveles récord la inversión, principalmente a los sectores petrolero y minero. Colombia espera una inversión extranjera de 16.000 millones de dólares este año, en comparación con unos 2.100 millones de dólares en el 2002.

Sin embargo, una reciente escalada de ataques de gran impacto por parte de las FARC evidenció que pese a los golpes que han sufrido, aún mantienen capacidad de realizar acciones con un cambio a la guerra de guerrillas en lugar de ofensivas sostenidas y con una alta concentración de combatientes.

Cambios de adaptación. La guerra de guerrillas implica ataques específicos con unidades pequeñas que golpean un objetivo determinado con carrobombas, minas y francotiradores que luego desaparecen.

Mientras, las Bandas Criminales Emergentes, conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha y dedicadas al narcotráfico, han ganado protagonismo a tal punto que son consideradas actualmente por analistas como una amenaza más seria que la guerrilla.

El conflicto de casi cinco décadas está muy regionalizado con grupos que se disputan las rutas del narcotráfico y los territorios estratégicos para la producción de la cocaína.

En algunas zonas los rebeldes tienen alianzas con bandas criminales y en otras se pelean entre sí por el control.

La estrategia contempla los rápidos cambios de adaptación de los grupos armados ilegales, principalmente las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

Las FARC eran una fuerza relativamente pequeña hasta la década de 1980 cuando un cambio en su estrategia militar y una afluencia de dólares del narcotráfico les permitieron una expansión territorial e incorporar miles de combatientes.

En la década de 1990, tenían la capacidad de ocupar bases militares en ataques sostenidos con cientos de combatientes y en las grandes ciudades. El grupo rebelde llegó a tener 17.000 integrantes con frentes a pocos kilómetros de Bogotá, el centro de poder político y económico del país.

Pero la situación cambió desde el 2000 cuando Estados Unidos apoyó el Plan Colombia, una estrategia de más de 5.000 millones de dólares para combatir el narcotráfico y los rebeldes.

La llegada al poder en el 2002 del presidente Alvaro Uribe, quien lanzó una ofensiva militar con el objetivo de acabar con la guerrilla, marcó el punto de inflexión en el debilitamiento de las FARC y del ELN.

"Los grupos criminales migran rápidamente de sus formas de delinquir porque son delincuentes. La Fuerza Pública en consecuencia no sólo debe hacer una revisión estrategia como la que hemos terminado, sino implementarla", dijo el ministro Pinzón.

El plan le fue presentado al director de la CIA, David Petraeus, en una reciente visita a Colombia en la que el tema principal de conversación con Pinzón y los altos mandos militares fue el rediseño de la estrategia.

Autores

Reuters